Rosa María Guerrero, una historia de bronce paralímpico

La mexicana Rosa María Guerrero logró la segunda medalla paralímpica para el país después de haber quedado en tercer lugar en lanzamiento de disco F55, tras lograr una marca de 24.11 metros.

El camino en el deporte de Guerrero, originaria de Mazatlán, Sinaloa, inicia desde que practicaba futbol, hasta que en 2010 se enfrentó a una bacteria que invadió su cuerpo y quedó inmovilizada de la cintura para abajo.

Sin embargo, este hecho no truncó las aspiraciones deportivas de la sinaloense, pues tiempo después empezó a practicar basquetbol en silla de ruedas.

Al poco, la deportista fue descubierta por Iván Rodríguez, entrenador nacional de para atletismo campo.

Rodríguez la invitó a entrenar en el Centro Paralímpico Mexicano de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), y fue así como tiempo después Guerrero disputó su primera competencia internacional durante los Campeonatos Mundiales de Para Atletismo de Londres 2017.

En esa ocasión, la mexicana obtuvo el bronce en la prueba de bala F55. Dos años después, en los Juegos Paralímpicos de Lima 2019, conquistó dos preseas áureas: una en la final de lanzamiento de bala F55/54/53 y otra en lanzamiento de disco F55/54.

Hoy, la sinaloense está adjudicándose una medalla más al quedar el tercer lugar en lanzamiento de disco F55.

“Se sintió la humedad, la insolación y todo eso, entré primero, pero igual iba con mi objetivo, no se cumplió la marca que quería, pero se consigue la medalla de bronce y estoy muy contenta y feliz“, dijo la atleta tras su victoria.

“Me siento muy orgullosa de representar a mi familia y a mi país, sé que apenas esto es el inicio para mí (…) después de la medalla en Lima 2019 y este séptimo lugar estoy motivada para seguir echándole ganas”, aseguró.