Futbol de barrio, un espacio seguro para las mujeres en Ecatepec

María de la Luz dice que en San Pedro Xalostoc, uno de los ocho pueblos de Ecatepec, Estado de México, jugar futbol es una tradición. El equipo amateur en el que está se llama Morelia Naranja. Fue fundado en 1970 por un grupo de hombres, después de eso tuvieron que pasar unos 30 años para que las mujeres se pudieran integrar al equipo.

Poco a poco ella y sus otras compañeras se han tenido que abrir paso en este deporte. “Fue más o menos por los años 2000 que ya había una igualdad porque antes era mal visto que una mujer jugara futbol”, explica María, costurera y ama de casa de 41 años. 

Asegura que desde los 14 años le gusta entrar a la cancha y jugar como defensora. Se acomoda en esa posición por la adrenalina de ver venir al equipo contrario y saber que no debe dejar pasar a nadie para evitar un gol. Si no puede estar en la parte trasera de la cancha, se adapta a estar en el mediocampo o en la delantera. Nunca sería portera porque no le gusta recibir balonazos.

“Hay mujeres que le pegan muy fuerte al balón, le pegan más duro que un hombre, por eso yo te digo que te puedo jugar lo que sea, menos portera”, dice María sonriente.

Aunque juega desde los 14 años, eso no quiere decir que entrar a una cancha fue fácil. “La gente te decía ‘cómo vas a jugar futbol si ese es un juego para hombres’. Es difícil, pero creo que ahorita ya ha cambiado muchísimo el que una mujer pueda jugar”, relata.

El equipo femenil de Morelia Naranja juega en uno de los municipios del país donde hay más violencia contra las mujeres. Solo en este 2022 se han registrado 8 feminicidios en Ecatepec, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). 

A nivel nacional y en números totales, el Estado de México, que es la entidad con mayor población de nuestro país, es el que tiene más carpetas de investigación abiertas por delitos cometidos contra mujeres: feminicidio, lesiones dolosas y culposas, secuestro, extorsiones, trata de personas y violación.

En ese contexto de inseguridad es que las jugadores de Morelia Naranja salen a jugar. Para ellas entrar a una cancha es una forma de distraerse de sus responsabilidades laborales y domésticas. Pero también lo ven como una forma de enseñar a los hombres que pueden practicar el mismo deporte a un nivel comoetitivo.

Una muestra de que cada vez hay más mujeres interesadas en jugar es el número de participantes del primer Torneo Violeta. En 2019 la asociación civil Más Sueños organizó este primer mini campeonato exclusivo de mujeres en San Pedro Xalostoc, al que se registraron 32 equipos.

“Cuando inició el Torneo Violeta me sorprendí de ver cuántos equipos de mujeres hay. Después de que no estaba bien visto, ese día veías el campo lleno y con equipos muy buenos. Yo la verdad sí me sorprendí”, señala María.

Organizaciones impulsan el deporte contra la violencia de género

La asociación Más Sueños, con sede en la Ciudad de México, ha organizado 11 torneos violeta desde el 2019 y en marzo del 2023 celebrará la edición número 12.

Más Sueños se apoya en la organización Mujeres Ecatepenses por los Derechos Humanos para fomentar la práctica del futbol para combatir la violencia de género en Ecatepec. En un primer momento el objetivo es ocupar espacios que antes estaban reservados para los hombres. Y más allá de eso, las asociaciones civiles ofrecen asesoría jurídica y legal a las asistentes del Torneo Violeta, así como información sobre los derechos de las mujeres.

“A veces hasta ni nos damos abasto. Como damos nuestro teléfono en los torneos nos llegan casos de todo tipo para que les ofrezcamos ayuda”, dice Nayeli Arenas, abogada experta en temas de género y directora de Mujeres Ecatepenses. Detalla que han atendido desde casos de violencia familiar hasta un feminicidio. 

Al primer Torneo Violeta celebrado en San Pedro Xalostoc llegaron 2 mil personas para participar y ver los partidos. Muchas buscaron información en stands colocados alrededor del terreno de juego. Arenas dice que entre 2020 y 2021, los primeros años de la pandemia de Covid-19, hubo un aumento de casos de asesoría jurídica por parte de Más Sueños en colaboración con Mujeres Ecatepenses.

“En la pandemia hubo mucha asesoría jurídica telefónica, a veces teníamos 20 o 30 llamadas por mes, un caso diario o hasta tres”, comparte Arenas. “Las mujeres que nos contactan dicen que nos conocieron en los torneos, entonces ha sido un buen método”.

El futbol se ha convertido en un gancho para llegar a las mujeres de San Pedro Xalostoc y de otras comunidades en las que se ha realizado el Torneo Violeta. Las organizaciones primero localizan a autoridades locales y líderes sociales para promover el certamen, después realizan juegos de eliminación directa. Mientras unas mujeres destilan su talento en la cancha, otras reciben información de diversos temas en stands alrededor del campo.

Celia Ruiz, otra jugadora de San Pedro Xalostoc, acusa que las autoridades de Ecatepec no hacen estas mismas actividades. “Aquí casi no hay nadie que entre y diga ‘sabes qué, va a haber tal campaña para tal cosas’. Es muy rara la vez que llega a haber, pero con los torneos vienen muchas cosas de las que una no sabe, información que puede ayudar para defenderme por algún tipo de violencia”.

Celia es compañera de María en Morelia Naranja. Las jugadoras saben que su equipo se fundó en 1970 y que se llama “Morelia” porque el proyecto lo empezó una familia que vivía en una zona conocida con ese nombre.

Y el apellido del equipo, “Naranja”, dicen las jugadoras que solo se lo pusieron para diferenciarse de otro equipo amateur que se llama Morelia Xalostoc.

Aunque es amateur y solo participa en torneos de barrio, Morelia Naranja tiene su propia identidad. El uniforme del equipo es naranja con negro y su escudo es una fruta sonriente pisando un balón. Está estampado con una palomita como otras vestimentas de los mejores equipos del mundo. 

Celia refiere que la tradición futbolera de su pueblo hace que las mujeres salgan a divertirse, pero también a tratar de defender sus colores frente a equipos como Morelia Xalostoc. Un duelo clásico de la comunidad.

Ella es la delantera del Morelia Naranja. “Me gusta esa posición porque no puedo correr mucho y se siente padre anotar goles”, dice entre risas Celia. Admite que en los torneos violeta en los que su equipo ha participado no les ha ido muy bien.

Si la selección mexicana no ha logrado pasar al quinto partido en ninguna Copa del Mundo, Morelia Naranja no ha podido pasar del segundo juego en esos mini campeonatos de eliminación directa.

A pesar de eso los ánimos no decaen en Morelia Naranja. La selección de México intentará romper la maldición del quinto juego en Qatar 2022. Las jugadoras de San Pedro Xalostoc intentarán hacer lo propio en el próximo Torneo Violeta.

Futuros proyectos

A Celia le gusta jugar en los torneos violeta porque dice que es una competición más segura que las organizadas por la gente de su pueblo. Más Sueños no permite que la gente ingrese bebidas alcohólicas al terreno de juego y la protección a las jugadores se completa con las patrullas que vigilan el campo o con la simple presencia de las organizaciones que protegen los derechos de las mujeres.

“Aquí hay más seguridad, te sientes más libre de jugar, de estar bien, estás con tus amigas cotorreando, ya estás libre, no te tienes que andar cuidando de que se va a meter un hombre porque luego son groseros, te faltan al respeto cuando andan tomando”, dice Celia, mujer de 30 años que se dedica a la limpieza en una fábrica de bolsas.

Los torneos violetas son itinerantes, se realizan en varias comunidades, pero la asociación Mujeres Ecatepenses por los Derechos Humanos se queda en San Pedro Xalostoc para brindar atención a las mujeres que sean víctimas de algún tipo de violencia.

Nayeli Arenas, la directora de esa asociación civil, dice que le gustaría impulsar la creación de una liga femenil amateur en este pueblo ecatepense. Está segura de que el futbol puede ayudar a eliminar la violencia de género en la localidad.

“La idea es que haya una liga femenil y que las mujeres no solo compitan en el Torneo Violeta”, dice Arenas. “Algo que hemos aprendido es que el patriarcado y el androcentrismo inhibe y le molesta la sola presencia de las mujeres. Lo que hacemos con estas actividades deportivas es ocupar espacios en este deporte que era pensado solo para hombres”.

La estrategia de Arenas contra la violencia de género también incluye poner en funcionamiento una Casa Violeta. Este espacio fue inaugurado el próximo 25 de noviembre en el Centro Cívico de San Pedro Xalostoc. Consiguió este espacio de forma gratuita porque ella también es la presidenta del Consejo de Participación Ciudadana del pueblo, un cargo público independiente al gobierno municipal.

El proyecto de la Casa Violeta arrancó en el marco del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer. El plan de Arenas es seguir utilizando el futbol para enganchar a mujeres que necesiten ayuda psicológica o legal. De momento a la iniciativa se han sumado una doctora, una psicoterapeuta gestalt, una psicóloga y dos abogadas.

Aunque es un proyecto que será útil para las habitantes de San Pedro Xalostoc, Arenas está consciente de que la falta de recursos podría ser un freno para la iniciativa. “La constancia y el trabajo profesional será clave para que estos proyectos funcionen”, indica.

De momento este espacio se intentará sostener con donaciones y fondeo de otras organizaciones sociales con el objetivo de mejorar la situación de una de las localidades más peligrosas para las mujeres.