El movimiento feminista transformará el siglo XXI: conversatorio Inmujeres

Las mujeres coinciden: el movimiento feminismo llegó para transformar a México en el siglo XXI, visibilizar la desigualdad, el sistema machista que ha oprimido a las mujeres durante años, pero que también ha sembrado una semilla de concientización en la mentalidad de hombres y mujeres con el fin de entender que no se quiere estar encima de los hombres, sino tener derecho sobre ellas mismas y aunque ha traído logros aún falta un largo camino por recorrer.

El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) realizó un conversatorio en el marco del Día Internacional de las Mujeres, “8M: De la experiencia de las mujeres a la verdadera transformación. Escuchando a las mujeres”, en el que hablaron sobre el papel que ha jugado la mujer a casi un año de distancia del inicio del confinamiento y de cómo el movimiento feminista en México cobra mayor fuerza y relevancia.

Moderado por Marta Ferreyra, directora general de Autonomía y Empoderamiento para la Igualdad Sustantiva, se abordaron ejes como salud, educación, cultura, feminismo y economía. “El movimiento no dará un paso atrás que ha recorrido América Latina que deja ver que las mujeres nunca habían sido tan conscientes colectivamente y capaces de exigir el lugar que nos corresponde en el mundo”, comentó.

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Al inicio del conversatorio Ana Güezmes, directora de la División de Asuntos de Género, CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), señaló que el feminismo es un espacio de escucha entre mujeres y que ha dado logros en materia electoral, educación, laboral, entre otros. Sin embargo, Güezmes destacó que covid-19 trajo la peor crisis económica y social de los últimos años, generando un grave retroceso en los logros. 

En el tema de salud participó Maria Luisa Rodea, enfermera en el estado de Michoacán, explicando sobre cómo la pandemia fue una oportunidad para que las mujeres en la primera línea participen en la historia mundial, “enfrentar el miedo propio, trabajan en dar información puntual sobre los pacientes y desarrollar una estrategia para que las familias vivieran un duelo menos doloroso al despedirse de su paciente a través una ventana”.

La educación ha sido un reto al trasladarlo al ámbito digital en los hogares, aunque todos los estudiantes de los diferentes niveles educativos sufrieron estragos, fueron los del nivel preescolar que fueron colocados al final de las prioridades, una etapa crucial para forjar el camino escolar y valor como la empatía, solidaridad y compasión.

Así lo explicó Alma Karem Marroquín, directora de escuela de educación básica preescolar, pues la pandemia puso al límite la educación al ser remota cuando siempre había sido presencial, social y de interacción. “El reto fue que los padres pudieran orientarlos porque muchos no lo habían hecho antes y algunos no dejaron de trabajar o ya volvieron a sus empleos. Esperamos que con esto se reconozca la importancia de los maestros en la formación de los más pequeños”, dijo.

En el ámbito cultural, Marisol Gasé, artista y locutora, a través de su compañía Las reinas chulas, con más de dos décadas de trabajo, han pasado de la crítica política a llevar a través de la comedia el feminismo a culturas indígenas. “Gracias a esto he podido juntarme con otras mujeres para ser más poderosas. El humor, la risa y el placer logremos cambiar las narrativas del amor romántico para formar artistas con otras perspectivas”, afirmó.

Desde la parte económica, Itzel Suárez, fundadora de Grupo Murlota, presentó su proyecto enfocado en la crianza de gallinas para comercializar huevos, con el fin de emplear a mujeres y puedan ser independientes y que las personas consigan alimentos a través del trabajo de mujeres rurales. “Debemos regresar a la cultura mexicana de producir nuestros alimentos, ayudar a las mujeres a potencializar esos traspatios con proyectos estratégicos y hacerlas microempresarias”.

Al cierre del conversatorio Valentina Zendejas Moheno, directora adjunta del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, explicó que las políticas de austeridad que devastaron a los  sistemas de salud y de educación, y ante la crisis orilló a que muchos pusieran el cuerpo para compensar, “el estado está en deuda ante una pandemia ha dejado ver las desigualdades”, sentenció.

Además, Valentina señaló que solo la lucha organizada logrará transformar las estructuras de poder que han oprimido a las mujeres, como se ha visto a lo largo de los años de generaciones de mujeres que se movilizaron y reclamaron. “La resistencia ha sido una constante. En este 8M el covid solo evidenció todo lo que han dicho las feministas y aunque después de un año llegamos frustradas estamos haciendo historia, el movimiento feminista es el transformador de este siglo”.

Agregó Güezmes:  sin la participación de las mujeres no hay progreso. Necesitamos a los hombres en su rol de acompañamiento y entender que juntas somos poderosas, el feminismo es agua fresca que refresca, que genera olas y océanos.