Brazaletes de colores para migrantes diferencian a los pobres de los más pobres
La mayoría de los migrantes son de Guatemala. Foto: AFP

Por Max Radwin/InSight Crime

Un reciente informe desde la frontera entre México y Estados Unidos reveló que las organizaciones de tráfico de personas han comenzado a repartir brazaletes especiales a los migrantes indocumentados, una práctica que parece ilustrar los diferentes niveles existentes entre viajeros incluso en las condiciones más precarias y desesperadas.

A muchos migrantes centroamericanos y mexicanos que intentan ingresar a Estados Unidos sin documentación, se les han encontrado brazaletes plásticos, según un reportaje de Reuters de la semana pasada. El uso de los brazaletes, de plástico liviano con broches, parece una nueva táctica de algunos grupos de coyotes para coordinar mejor el azaroso y complicado trayecto.

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Las noticias sobre los brazaletes se conocen en un momento en que hay un repunte de las llegadas de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos. Se espera que las aprehensiones alcancen el punto más alto en las dos últimas décadas, lo que complicaría la promesa del presidente estadounidenses Joe Biden de dar a los migrantes indocumentados un trato más humano que lo hecho por la administración de Donald Trump.

Los brazaletes plásticos comenzaron a aparecer hace seis meses en el sur de Texas, frente al estado de Tamaulipas, según comentó un vocero de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos en entrevista con InSight Crime. Estos muchas veces son desechados a lo largo de las riberas del Río Grande y otras rutas por cruces fronterizos clandestinos.

Los agentes de gobierno declararon que no han determinado el uso exacto de los brazaletes o el significado de los diferentes colores. Algunos de ellos están marcados con las palabras “ingreso” o “llegada”, según Reuters. Las autoridades estadounidenses sospechan que es una forma de hacer un seguimiento a todos los integrantes de un grupo, así como llevar registro de quién pagó por qué tipo de viaje.

Hasta el momento, no se han documentado brazaletes de colores en otros puntos de la frontera, puntualizó el portavoz.

Análisis de InSight Crime

No todos los que cruzan la frontera pagan el mismo precio o reciben el mismo servicio. Los brazaletes parecen una forma para facilitar esa jerarquización a los traficantes.

De hecho, es probable que los brazaletes sean una manera de identificar con facilidad a los migrantes y confirmar que pagaron por el derecho de pasar por zonas controladas por criminales sin ser sometidos a extorsiones, secuestros o asesinato. 

En ocasiones, los traficantes pueden cobrar miles de dólares por escapar de Centroamérica, arriesgándose a ser detenidos en zonas de México muy patrulladas, como Chiapas. En muchos casos, los migrantes se endeudan para pagar el costo, el cual les garantiza dos o tres intentos de llegar a Estados Unidos.

Algunos migrantes pagan solo para llegar hasta la frontera. Allí tienen que buscar a la siguiente capa de coyotes que los ayudarán a ir al otro lado. Los migrantes también tienden a pasar por zonas infestadas de criminalidad, en estados como Sonora, Chihuahua y Coahuila, donde en ocasiones se requiere el pago de “piso” para garantizar la seguridad de los viajantes.

Los más vulnerables intentan atravesar por su cuenta y se arriesgan a ser secuestrados, reclutados a la fuerza o a destinos peores.

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Solo se han encontrado brazaletes en el sur de Texas, cerca de la estación de Patrullaje Fronterizo estadounidense de McAllen. Hasta que no empiecen a aparecer brazaletes en Arizona y California, es seguro asumir que no se trata de una práctica generalizada, sino de una nueva estrategia de los grupos dedicados al tráfico de personas.

Los migrantes muchas veces pasan por Tamaulipas, que está inmersa en una cruenta guerra entre los remanentes del Cartel del Golfo y el llamado Cartel del Nordeste, un vigoroso retoño de Los Zetas. El estado también se ha visto manchado con numerosas masacres en las dos últimas décadas, una de las cuales involucra a cerca de 200 víctimas.

No es la primera vez que los grupos de traficantes se ingenian formas creativas para hacer más eficiente la travesía hasta Estados Unidos. Los coyotes y los grupos criminales han usado contraseñas para entrar a escondites. Los migrantes tratan de vestirse con camuflados para atravesar el desierto de Texas, mientras que otros se esconden en compartimientos secretos en la parte trasera de camiones.

Este artículo se publicó originalmente en InSight Crime.

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