CNDH: jóvenes ejecutados por la Sedena en Nuevo Laredo no iban armados

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó que la muerte de cinco jóvenes en febrero pasado en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue producto de uso ilegítimo de armas de fuego por parte de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pues las víctimas no estaban armadas.

El pasado 26 de febrero, siete jóvenes circulaban en una camioneta por la colonia Cavazos Lerma, en Nuevo Laredo. Según el testimonio de un sobreviviente, habían ido a un centro nocturno y estaban de regreso a sus casas cuando una camioneta de la Sedena los impactó. Posteriormente, los elementos comenzaron a dispararles, lo que ocasionó la muerte de cinco y dejó herido de gravedad a uno más. La séptima víctima resultó ilesa, pero habría sido amenazada para que declarara ante la autoridad ministerial que ellos habían disparado primero.

En la recomendación 95VG/2023 emitida a la Sedena con fecha del 21 de marzo de 2023, la CNDH precisó que los indicios tanto en el lugar de los hechos como en las autopsias a las cinco víctimas mortales contradicen la versión de los elementos de la Sedena, quienes afirmaron ante las autoridades que:

“La madrugada del 26 de febrero de 2023, alrededor de las 4:00 horas, el personal militar que se encontraba realizando patrullamientos escuchó detonaciones de arma de fuego y, al llegar a la calle de Huasteca, observaron un vehículo particular estacionado, cuyos tripulantes, al notar la presencia militar, aceleraron dicho automotor y posteriormente chocaron con un vehículo estacionado. Con ello, consideraron la existencia de una sospecha razonable”.

De acuerdo con la versión oficial, cuando los uniformados se acercaron al vehículo volvieron a escuchar detonaciones, por lo que, al considerar que se trataba de una “agresión real, actual e inminente y sin derecho”, accionaron sus armas.

Sin embargo, las declaraciones de los elementos de la Sedena se contradicen entre sí. Unos afirman que, aunque escucharon detonaciones, estas no provinieron de la camioneta en la que viajaban los jóvenes; y otros mencionan que la camioneta circulaba con las luces apagadas, es decir, no estaba estacionada, como indica la versión oficial.

Entre los indicios encontrados por la CNDH hay un video de una cámara de seguridad, en el que se observa a los vehículos militares en seguimiento de la camioneta, la cual circulaba con las luces debidamente encendidas.

Además, los peritajes arrojaron la presencia de plomo y bario en las manos de las cinco víctimas mortales, pero, según la carpeta de investigación, “se puede afirmar que no se encontraron armas dentro del vehículo particular, que los vehículos oficiales no presentaron daños producidos por proyectiles de armas de fuego y que ningún elemento presentó lesiones por proyectil de arma de fuego”, destaca el organismo nacional.

“Como consecuencia de lo anterior y del análisis del expediente, es posible determinar que V1, V2, V3, V4, V5, V6 y V7 no accionaron armas de fuego en contra de los elementos de la Sedena (…) queda acreditado que (los siete jóvenes) fueron objeto de una agresión a través del uso ilegítimo de armas de fuego por personal de la Sedena”, concluye la CNDH.

Por lo anterior, la comisión determinó que este caso responde a violaciones graves a derechos humanos cometidas por elementos de la Sedena, quienes incurrieron en uso excesivo de la fuerza a través del uso ilegítimo de armas de fuego.