Un colectivo quiere tejer los nombres de las 111 mil personas desaparecidas

Si alguien quisiera tejer los nombres de las 111 mil personas desaparecidas que hay en México se tardaría unos 360 años en hacerlo. Es un cálculo que hizo Fabiola Rayas, una artista michoacana que, lejos de asustarse con su propia estimación, ha decidido formar alianzas con activistas, organizaciones y colectivos para cumplir con esta meta.

“Decidimos trabajar un archivo de memoria y con memoria, porque apelamos a la no repetición”, dice Fabiola en una entrevista concedida a La-Lista. La artista y activista segura que tejer los nombres de las personas desaparecidas no solo serviría para recordarlas, sino para evitar que el número de víctimas siga en aumento en el país.

“Hablamos con las (familias de las) víctimas de desaparición de los años 60 o 70 y pareciera que solamente se recuerdan algunas partes de esas historias. Si se hubieran narrado de forma distinta, si se les hubiera dado el espacio a las víctimas como no se les dio, tal vez esto no se hubiera repetido”, comenta Fabiola.

La artista ha luchado contra esa “amnesia histórica” desde 2008. Ella forma parte de los Familiares Caminando por Justicia, un colectivo con el que ha bordado los rostros de los desaparecidos y ha intervenido sus fotos para que no sean olvidados. Si bien las 20 familias que forman parte de esta agrupación exigen justicia por sus seres queridos, una de sus principales labores es no dejar de nombrarlos.

En su objetivo de tejer los nombres de las 111 mil víctimas de desaparición, el grupo Familiares Caminando por Justicia ha hecho alianza con 25 colectivos de familiares de personas desaparecidas, con algunas organizaciones y artistas solidarias que se han sumado al proyecto.

Los Familiares Caminando por Justicia lanzaron una convocatoria para que más colectivos y la sociedad civil en general se sumen a la iniciativa. Por ahora, Fabiola y su colectivo ya han bordado alrededor de 300 nombres de personas desaparecidas y tienen una lista de mil 500 víctimas en la que están trabajando.

Las familias o los colectivos interesados en participar pueden ponerse en contacto con Fabiola o con el grupo Familiares Caminando por Justicia para enviar el nombre ya tejido de su ser querido desaparecido, o simplemente enviar el nombre para que los Familiares Caminando por Justicia hagan este trabajo de bordado.

La idea del colectivo es tejer los miles de nombres en pendones para después exhibirlos en un espació público de forma itinerante. La primera exposición está programada para el próximo 30 de agosto en el sitio de memoria Circular de Memoria en la Ciudad de México, en el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.

El colectivo Familiares Caminando por Justicia estuvo en la Ciudad de México el pasado 24 de junio en el Kiosco Morisco, en Santa María la Ribera, donde realizó acciones de memoria en torno a la desaparición de personas. Este grupo tendrá nuevas actividades el próximo 29 de julio en Uruapan, Michoacán, y el 30 de julio en la Plaza de Armas en Morelia, Michoacán, a las 16:30 horas.

Una iniciativa surgida del dolor de las familias

Mercedes Ruiz es madre de Guillermo Alejandro Ortiz Ruiz, un joven abogado que desapareció en el estado de Michoacán el 29 de noviembre de 2010 junto con su colega Vianey Heredia Hernández.

Guillermo y Vianey desaparecieron cuando se dirigían al puerto de Lázaro Cárdenas para encontrarse con unos clientes. A pesar de que ya han pasado casi 13 años desde los hechos, ni las autoridades estatales ni las federales han dado una respuesta a Mercedes sobre qué fue lo que ocurrió con su hijo y su colega.

“Como en muchos de los casos de nuestros desaparecidos, las autoridades no llevaron a cabo las investigaciones de forma pronta y expedita como debieran hacerse”, reclama Mercedes.

Mercedes, junto con Laura Orozco, quien tiene a tres familiares desaparecidos, y la artista Fabiola Rayas, es cofundadora del colectivo Familiares Caminando por Justicia. Ella, al igual que sus compañeras, confía en que las acciones de memoria, como tejer los nombres de las 111 mil víctimas de desaparición, pueden ayudar a que este delito no siga ocurriendo en el país.

“Las familias que tenemos personas desaparecidas lo que menos pretendemos es que se olvide”, indica Mercedes. “En este estar mencionando a nuestro desaparecido concebimos la existencia del colectivo, fue la idea que nos unió, si bien es la exigencia de justicia, también es estarles nombrando, que sus nombres no queden en el olvido”.  

No solo Mercedes y Laura Orozco han sufrido la violencia en México, también la artista Fabiola Rayas ha experimentado de cerca la inseguridad que se vive en el estado de Michoacán, el primer lugar en el que las Fuerzas Armadas fueron desplegadas en 2006 supuestamente para abatir la violencia, una promesa que está lejos de cumplirse.

En Michoacán, donde trabaja el colectivo Familiares Caminando por Justicia, actualmente hay 5 mil 325 personas desaparecidas y, de acuerdo con los datos oficiales, cada año se registran más de 2 mil asesinatos.

En ese contexto de violencia, Fabiola comenzó a realizar proyectos de memoria y desde hace nueve años ha trabajado junto con Mercedes y Laura para que sus desaparecidos no sean olvidados.

“Artivismo” para recordar a las personas desaparecidas

Cada vez son más jóvenes los que participan en el “artivistmo” que lleva a cabo el colectivo Familiares Caminando por Justicia. Alrededor de 10 jóvenes de entre 12 y 19 años participan en los ejercicios de memoria de esta agrupación, además de otros 10 niños menores de 10 años que hacen lo mismo.

Muchos de estos jóvenes que forman parte de las acciones de memoria son hijos de personas desaparecidas. “Es algo para mí muy triste porque una quisiera ya dar por terminado este tema, pero hay tantos niños y niñas que están buscando a sus padres y madres… No debería existir eso”, lamenta Mercedes Ruiz.

La artista Fabiola Rayas agrega que algunas jóvenes se han sumado a las acciones de memoria del colectivo porque de esta forma se puede generar más empatía en la población hacia este tema. 

“Accedieron a trabajar con ‘artivismo’ porque varias estrategias que estaban llevando a cabo no tenían el mismo impacto, como las marchas o tomar algunas oficinas. Muchas veces eso de generar empatía provoca cierta repulsión”, expresa Fabiola.

La artista espera que cada vez sean más colectivos, organizaciones y personas las que se sumen a las acciones de memoria del colectivo Familiares Caminando por Justicia, con el objetivo de ir en contra del delito de desaparición que lacera al país.

“Consideramos muy importante que la población se sume porque, como dicen mis compañeros, la desaparición no le pasa a una persona, le pasa a un país entero”, concluye Fabiola.