¿Por qué ha subido el precio del gas LP en México?
Tanques de gas en camión distribuidor. Foto: SSP Puebla.

Durante los últimos meses, el precio del gas LP en México ha ido en aumento. Esta alza ha sido de 4.7% tan sólo en el último mes.

Como una medida emergente, el gobierno federal impulsó una estrategia para poner un tope máximo al precio al público del gas LP en agosto pasado e implementó la operación del Gas Bienestar, la nueva filial de Pemex (Petróleos Mexicanos).

¿Por qué ha subido el gas LP? 

Oscar Ocampo, coordinador de energía del Instituto Mexicano de la Competitividad, explica que hay razones internas y externas. El precio del gas LP se define por precios internacionales porque la producción doméstica de gas LP en el país es pequeña: alrededor del 70% que se consume es importado por privados y, el resto, es controlado por Pemex. Además, al interior del país, el precio puede ser controlado pro unos cuantos debido a la falta de competencia en la distribución y la poca transparencia en la venta final al público.

“Tiene razón el presidente cuando dice que hay problemas en el mercado de gas LP”, señala Ocampo. Y esa falta de competencia no se ha atendido.

Por separado, Arturo Carranza, analista del sector energético, coincide en que las importaciones tienen como referencia los precios del mercado internacional, en donde ha habido una mayor demanda de gas propano, debido al crudo invierno que se tuvo en Estados Unidos. Y se prevé que este año sea igual de intenso.

Esto causó una baja en el promedio de los inventarios, que está por debajo del que se había tenido en los últimos cinco años, generando incertidumbre sobre la cobertura de la demanda de gas LP.

David Rosales, consultor de energético independiente, dice que el precio del gas LP en México y Latinoamérica subió porque el principal consumidor de Estados Unidos son China y el continente de Asia, donde hay una mayor demanda para la industria petroquímica que para el uso doméstico.

¿Debe haber un tope en los precios del gas LP?

Los especialistas coinciden en que el alza de precios no es un problema nuevo, pero se ha agudizado en los últimos meses, especialmente durante el segundo semestre de 2020. “Esto no es atribuible por completo a las decisiones en materia energética de esta administración”, dice Ocampo.

Pero donde sí tiene que ver es en las medidas para mitigar esta situación, como los precios máximos que estableció la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Porque no se siguió el procedimiento que establece la ley, el de esperar a que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) terminara su investigación para establecer si existían o no condiciones de competencia.

Para impulsar la competencia es necesario facilitar el otorgamiento de permisos en tres rubros: importaciones, distribución y acceso a mercados locales a nivel municipal.

¿Va a subir el precio del gas LP?

Los especialistas señalan que continuarán los precios altos. “No hay nada que nos haga pensar que el precio va a caer en los próximos meses”, dice Rosales. Sin embargo, eventualmente se estabilizará.

Carranza señala que el gobierno no cree en un modelo de competencia que dé resultados en el mediano y largo plazo. “Estamos dejando pasar la oportunidad de construir un mercado basado en reglas claras, transparentes y equitativas, estamos dejando pasar el tiempo que implica un costo de oportunidad”, dice.

¿Qué papel jugará Gas Bienestar, la nueva filial de Pemex?

Los analistas coinciden en que Gas Bienestar no tendrá un efecto relevante. Rosales señala que en caso de que creciera, sería un problema mayor, ya que Pemex perdería dinero por cada litro que mueva. 

Por su parte, Ocampo explica que no ofrece gas más barato, tiene una presencia geográfica limitada sin planes claros de expansión, no tiene infraestructura y no será un actor de cambio. 

¿Cómo lograr precios bajos?

Para los especialistas, el camino está en el gas natural por su bajo costo, es eficiente y más limpio que el gas LP, pero esto no ocurrirá en el corto plazo. Para lograrlo se necesita aumentar la capacidad de ductos, tener una red competitiva, invertir en el desarrollo de gas natural y una política de almacenamiento. 

Ocampo señala que se debería incrementar la competencia en el gas, no sólo LP, a través de sustitutos como el gas natural en el sector residencial. “Habría que empezar a pensar en desarrollar esa infraestructura de última milla para que llegue a las casas. Esa sería la manera más revolucionaria de bajar el precio del gas LP”.

“De corto plazo no hay mucho que hacer, lo que los usuarios deberán hacer es cambiarse al gas natural, tener más aparatos que utilicen electricidad, pues en algunos lugares optarán por consumir leña”, advierte Rosales. 

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