Reebok cambió mi vida: Joe Foster
Foto: Cortesía

Era 1943 y Joe Foster, nacido en Bolton, Inglaterra, era un niño de 8 años que ganó una carrera de 60 metros ¿El premio? Un diccionario de inglés americano.

“Y yo pensé, ¿por qué no me dan otra cosa como una pelota de futbol?”, recuerda entre risas. 

Sin embargo, ese mismo diccionario le daría el nombre del negocio de tenis que fundó junto a su hermano Jeff, en 1958, y que se convertiría en una de las marcas de calzado deportivo más reconocidas a nivel mundial: Reebok.

Hoy Reebok empezará una nueva etapa tras ser adquirida el pasado agosto de 2021 por ABG (Authentic Brands Group), empresa americana de gestión de marcas que engloba a compañías como Náutica, Forever 21 y Aeropostale. El fundador, Joe Foster, habla en entrevista con La-Lista sobre el viaje que emprendió un inglés para volver a conquistar América.

“Los tenis son un fenómeno de los últimos 50 años, (hoy) es muy importante como zapato confortable, es una imitación de funcionalidad, es confortable en la calle y relacionado con la moda. La moda ha cambiado todo, no solo en sneakers sino en toda la demás ropa”, dice Foster a La-Lista.

El nacimiento de Reebok 

Los hermanos Foster traen una herencia familiar en el negocio de los zapatos deportivos. Su abuelo Joseph William Foster fundó J W Foster & Sons (Athletic Shoes) Ltd Sons e inventó de los tenis para correr con clavos que se utilizan actualmente y de los modernos sneakers de deporte, empresa que heredó al papá y tío de Joe, pero asegura que pasaban más tiempo peleándose que colaborando.

Por esa razón, los hermanos decidieron iniciar su propio negocio en 1958: Mercury Sports Footwear, el antecesor de Reebok, que tras 18 meses de operación un consultor les aconsejó registrar la marca para protegerla; sin embargo, Mercury ya estaba registrada como una marca de tenis. “Decidimos buscar un nuevo nombre”, dice Foster. 

Así que tomó el diccionario que había ganado en aquella carrera cuando era niño. Dice que su letra favorita siempre había sido la R. Abrió el libro en esas páginas y encontró la palabra Reebok, que significa gacela y habita en una región de Sudáfrica. Era el nombre ideal para una empresa de tenis. 

Pero Reebok aún no era el nombre definitivo, lo eligieron junto con otras 10 propuestas y, para su sorpresa, la palabra que eligió fue el único nombre disponible para registrar la marca.

“Primero quedó en el apartado B, categoría menor, donde no existe un reconocimiento al 100%, pero 10 años después el agente volvió para decirme que Reebok ya estaba en el apartado A, porque la palabra ya podía ser considerada una palabra que significa tenis o sneakers”, cuenta Foster por videollamada.

Tras estar poco más de tres décadas al frente de la empresa, Foster se retiró en 1990, pero para su mayor reto y satisfacción fue entrar al mercado estadounidense.

En 1965, el gobierno británico dio facilidades para acudir a la feria NSGA (National Sporting Goods of America) en Chicago. Foster no dudó en llevar a Reebok y dice que, aunque a los americanos les gustaban los modelos, al saber que eran ingleses perdían el interés.

“Nos dimos cuenta de que la única forma para entrar era con un distribuidor”, señala. 

Varios años después y con varios intentos, en 1979 por fin entraron a través de Paul Fireman, que de según Forbes, la convirtió en una marca reconocida en los 80. Una década más tarde, Nike tomó la delantera, dejando a un lado a Reebok.

Antes de que Reebok fuera vendida a Adidas en 2005, por 3 mil 800 millones de dólares, Fireman volvió para revivirla.

Para Foster, la adquisición de Adidas no fue lo mejor para Reebok, pues pasó de tener ingresos de 4 billones de dólares a 1.5 billones de dólares.

“Estaba en las sombras”, comenta Foster.

Ahora con ABG, Foster cree que es lo mejor que le pudo haber pasado a la marca porque tendrá visibilidad alrededor del mundo, “de ahí en fuera no sabemos qué vaya a pasar, dependerá de la estrategia que se implemente, pero la meta es que para 2023 se tengan ingresos de 5 billones de dólares”. 

Aunque reconoce que Adidas es un jugador de alto nivel, Foster especula que el error fue “cambiar el ícono de un triángulo por el de un delta, ¿qué pasó? La gente no encontraba la marca”, cuenta, así como darle mayor atención a Adidas y menos a Reebok.

‘Reebok cambió mi vida

Foster confiesa que si no se hubiera dedicado al negocio de los tenis tal vez hubiera trabajado en algo relacionado con la electrónica, computadoras o ingeniería.

“Considero que mi abuelo era un genio y como sus nietos reconstruimos esa empresa, pero lo que sea que hubiera hecho tendría que ser un reto, el reto es lo que a mí me interesa”, dice con energía.

Pero no tiene dudas al decir que Reebok cambió su vida y lo sigue haciendo. Recientemente, Foster publicó su libro autobiográfico Crea Sneakers, cómo crear una marca global (Shoemaker, The Persuasion Institute LLC, 2022)

“…porque la historia estaba mal contada, yo no puedo dejar esto así y debo contarla tal como es, desde las lecciones de iniciar desde una pequeña empresa hasta ser una marca de miles de millones de dólares”, relata.  

Foster apunta a que el futuro es ahora y espera que su libro sea un best seller a nivel global. Por el momento, él solo es el fundador de Reebok y no ocupa ninguna posición dentro de la compañía. Aunque dice que no espera tenerla, está abierto a trabajar con ellos en lo que se requiera. 

“No sé qué va a hacer ABG, pero estoy seguro de que Reebok va a ser la marca número uno en el mundo”, dice Foster confiado.

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