Economía mundial se encamina hacia su crecimiento más débil desde 1990: FMI
No puede haber un crecimiento sólido sin estabilidad de precios, señaló Kristalina Georgieva. Foto: Michele Tantussi/Reuters

La economía mundial se encamina hacia su periodo de crecimiento más débil desde 1990, a medida que las tasas de interés más altas establecidas por los principales bancos centrales del mundo elevan los costos de endeudamiento para los hogares y las empresas, advirtió la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, señaló que la brusca desaceleración que experimentó la economía mundial el año pasado, tras las consecuencias de la pandemia de Covid-19 y la invasión de Rusia contra Ucrania, continuaría en 2023, con el riesgo de persistir durante los próximos cinco años.

En un discurso previo a las reuniones de primavera del Fondo, que se llevarán a cabo en Washington D.C. la próxima semana, Georgieva indicó que el crecimiento mundial se mantendría aproximadamente en el 3% durante los próximos cinco años, lo que supone el pronóstico de crecimiento a medio plazo más bajo desde 1990.

“Esto hace que sea todavía más difícil reducir la pobreza, sanar las cicatrices económicas que dejó la crisis del Covid-19 y ofrecer nuevas y mejores oportunidades para todos”, señaló Georgieva.

En una valoración pesimista, mientras el mundo afronta la peor crisis de inflación de las últimas décadas, la directora señaló que la actividad económica se estaba desacelerando en particular en las economías avanzadas. Aunque los países en vías de desarrollo –entre ellos China e India– estaban mostrando cierto dinamismo, los países de bajos ingresos también estaban sufriendo el encarecimiento de los costos de endeudamiento y la caída de la demanda de sus exportaciones.

De cara a la publicación de las perspectivas económicas revisadas del FMI la próxima semana, Georgieva comentó que el crecimiento mundial en 2022 se desplomó casi a la mitad desde el repunte inicial tras la pandemia del Covid-19 en 2021, pasando del 6.1% al 3.4%.

Con una alta inflación, el aumento de los costos de endeudamiento y el aumento de las tensiones geopolíticas, la directora señaló que el crecimiento mundial estaba en vías de caer por debajo del 3% en 2023 y seguir siendo débil en los próximos años.

Hasta el 90% de las economías avanzadas experimentarían una disminución en su tasa de crecimiento este año, advirtió, y que la actividad en Estados Unidos y la eurozona se vería afectada por el aumento de las tasas de interés.

Al comparar este reto con “escalar una ‘gran colina’ tras otra”, Georgieva señaló que aún quedaban más problemas por superar: “Primero fue el Covid-19, después la invasión de Rusia contra Ucrania, la inflación y una crisis del costo de la vida que afectó a todo el mundo”.

“Hasta ahora, hemos demostrado ser unos alpinistas resilientes. Pero el camino que tenemos por delante –y especialmente el camino de vuelta a un sólido crecimiento– es duro y vago, y las cuerdas que nos mantienen unidos podrían ser más débiles ahora de lo que eran hace solo unos años”.

A pesar de destacar el impacto que han tenido las tasas de interés más altas de los bancos centrales en la actividad económica de todo el mundo, Georgieva comentó que aún se necesitaba un enfoque que permitiera “mantener el rumbo en la lucha contra la inflación”.

“No puede haber un sólido crecimiento sin estabilidad de precios, ni tampoco sin estabilidad financiera. Y actualmente, ambas necesitan la atención de los legisladores”, indicó.

La directora del FMI comentó que la agitación vivida en el sector bancario mundial durante el mes pasado demostraba que los bancos centrales aún tenían que superar algunos peligros. No obstante, instó a los responsables políticos a seguir aplicando tasas de interés más elevadas para atajar la inflación, al tiempo que prestan apoyo por separado a los bancos que se encuentran en dificultades. “Este es el procedimiento correcto siempre y cuando las presiones financieras sigan siendo limitadas”.

Las reuniones del FMI que se llevarán a cabo la próxima semana constituirán su primer encuentro de líderes mundiales y dirigentes de bancos centrales desde que Gran Bretaña se convirtió en el centro de atención de su reunión anual en otoño, cuando Liz Truss llamó a Londres a Kwasi Kwarteng para despedirlo tras el desastroso minipresupuesto.

El FMI señaló el martes que la crisis del sector británico de las pensiones registrada el pasado otoño evidenció la vulnerabilidad del sistema financiero mundial en un periodo de aumento de las tasas de interés.

Reiterando dichos riesgos, Georgieva comentó que, aunque el sistema bancario mundial había “recorrido un largo camino” desde la crisis financiera de 2008, “persiste la preocupación respecto a las vulnerabilidades que pueden estar escondidas, no solo en los bancos, sino también en las entidades no bancarias”.

“Este no es el momento para la complacencia”.

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