¿Cómo funcionan las agencias aduanales en México? Así es su labor
El agente aduanal José Ignacio Zaragoza Ambrosi describe esta labor como un filtro entre los productos que entra al país y lo que se queda fuera.

El agente aduanal, José Ignacio Zaragoza Ambrosi.
/Cortesía.
Para que un producto pueda llegar a manos de los consumidores existe todo un proceso detrás que está a cargo de las agencias aduanales, encargadas de que toda la mercancía que ingresa al país lo haga de forma legal, segura, así como oportuna.
El agente aduanal con una amplia experiencia dentro del sector, José Ignacio Zaragoza Ambrosi, describe esta labor como un filtro entre los productos que entra al país y lo que se queda fuera. “Nuestra responsabilidad es que todo lo que cruce la frontera esté en regla, que se paguen los impuestos correctos y que el comercio funcione con orden”, precisa.
Sobre el proceso, explica que empieza antes de que un contenedor toque tierra. Deben evaluar al cliente, verificar su situación ante el SAT, revisar listas negras y clasificar el riesgo de la operación. Una vez superada esta primera fase, comienza el manejo del embarque. El agente aduanal recibe la documentación, elabora el pedimento de importación o exportación, calcula los impuestos y tramita ante la aduana correspondiente los permisos necesarios ante dependencias como COFEPRIS, SENASICA, SEMARNAT o la Secretaría de Economía.
“Nos aseguramos de que la mercancía no sea falsa, ilegal o peligrosa. En pocas palabras, somos los responsables de que el comercio exterior funcione correctamente y con orden”, destaca José Ignacio Zaragoza Ambrosi.
En una tercera fase, las autoridades pueden iniciar una revisión por posible subvaluación. Si detectan que el valor declarado de las mercancías no corresponde con su valor real, tienen la facultad de emitir créditos fiscales, imponer sanciones o iniciar procedimientos por defraudación fiscal.
Además de facilitar la logística internacional, las agencias aduanales tienen una función de vigilancia y protección. Detectan irregularidades, previenen contrabando, evitan el ingreso de mercancía pirata o de riesgo sanitario, y aseguran que el Estado recaude los impuestos correspondientes.
El impacto económico de un agente aduanal no es menor. Por cada operación correctamente registrada, el gobierno federal percibe ingresos que financian áreas como salud, infraestructura o programas sociales. “Más allá de ser representantes de importadores y exportadores, somos auxiliares de la política aduanera del Estado”, afirma Zaragoza.
Sectores como el farmacéutico, el alimentario, el automotriz y el electrónico dependen directamente de estas figuras para garantizar el cumplimiento normativo y evitar pérdidas derivadas de bloqueos en la aduana.
“Si los impuestos se calculan bien y se declaran correctamente, eso significa más recursos para los programas sociales, para infraestructura y para el desarrollo nacional”, agregó Zaragoza Ambrosi.