Secretos | Cómo giran las mesas: ¿Los DJ son músicos de verdad?

Puedes estar seguro de que si algo existe, Noel Gallagher tiene una opinión de eso. Está cómo el jazz es “basura”, el famoso “no tendré hip-hop en Glastonbury. Está mal” e incluso la invectiva contra quien sea que tenga que ver algo con un libro: “Vendedores de libros, lectores de libros, escritores de libros, dueños de libros. Malditos todos”. Así que cuando en 2011 dijo que “la música dance hoy suena como un paseo por el parque. Cualquier tonto puede hacerlo”, se sintió más como el tipo de opinión de “Hombre viejo le grita a una nube” a la que estamos acostumbrados, con Gallagher que se unió a la brigada de la “música de verdad” hecha con “instrumentos de verdad” que pomposamente rechazan a los DJ porque ellos programan una percusión en lugar de tocar una guitarra. 

En 2012, el DJ y productor de música dance Deadmau5 pareció estar de acuerdo, explicó que cualquiera con “una hora de instrucción” puede ser un DJ, antes de exponer que el oficio es un poco más que “ponerle play” en el escenario. Así que cuando un DJ dice lo mismo, ¿tenemos que fijarnos?

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En una palabra. No. Gallagher y el señor Mau5 se referían a un tipo específico de “DJ superestrella”. El ascenso de la EDM a finales de los dosmiles impulsó a algunos como Swedish House Mafia, David Guetta y otros a los niveles de fama en la música dance que tuvieron Pete Tong y Sasha en la década de los 90, pero también distorsionaron el concepto de lo que es y hace un DJ. No hablamos de un DJ que pone YMCA en una boda, sino el concepto y acto de “ser DJ” que involucra todo desde tornamesas y pinchadiscos hasta aquellos que tocan sets de 10 horas de techno en un húmedo y sudoroso sótano (¿recuerdan esos?). 

Por supuesto, algunos DJ son básicamente iPods humanos, usan un set premezclado para sus presentaciones (el equivalente de un cantante con pista de fondo). Pero los mejores DJ siempre han sido músicos, mezcladores en vivo y productores en vivo. Crean capas y manipulan sonidos con habilidad y ponen diferentes elementos juntos en una nueva forma de expresión creativa. Ellos tienen que saber sobre percusiones y líneas de bajo. Sobre filtros y efectos. Y tienen que mantener a la gente en la pista de baile: eso significa pensar en los ritmos, cortes, bajos, y cambios en el tempo. La verdad es que mucho de ser DJ contiene más sofisticación que un hombre en impermeable que toca D, G, A, en una guitarra acústica. 

Los legisladores alemanes están de acuerdo. El año pasado un tribunal declaró que el techno sí es un género musical (así las discotecas recibirán los mismos estímulos fiscales que los recintos musicales). Los DJ no solo reproducen las pistas de otros músicos, afirmó la corte, “ellos interpretan sus propias piezas musicales con instrumentos en el sentido más amplio, para crear nuevas secuencias de sonido que tienen su propio carácter”. 

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Y ese es el punto. Los mejores DJ reimaginan la música que ponen, usan las canciones como instrumentos en una orquesta para crear algo único y trascendental. Pueden tomar discos regulares y hacerlos sonar brillantes, si toman discos grandiosos suenan a vida. El año pasado perdimos a Andrew Weatherall, un hombre que se puede justificar como el mejor DJ de todos los tiempos. Un maestro en su oficio, él demostró la fuerza creativa, transformadora, fascinante que puede ser un DJ. Hasta Noel estaría de acuerdo con eso.