<i>Ocho de cada diez</i> da voz a víctimas de corrupción y trata en México
El actor Noé Hernández es uno de los protagonistas de la película "Ocho de cada diez". Foto: Captura

El cuerpo de un joven yace en la Merced. Su padre pregunta en los alrededores qué fue lo que ocurrió y presenta su denuncia en el Ministerio Público. Él busca justicia, pero por parte de las autoridades no la encuentra, menos en un país donde “ocho de cada diez” quedan impunes.

La película de Sergio Umanski nos lleva de la mano de los actores Noé Hernández y Daniela Schmidt a estos mundos en los que hay poca o nula acción de los responsables para resolver un caso.

En la 33 edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la cinta Ocho de cada diez ganó las categorías a Mejor Actor y Mejor Actriz, aunque sus protagonistas más que el reconocimiento personal reconocieron a La-Lista el impulso que esto le dio a este largometraje.

Noé Hernández, quien interpreta a Aurelio en el filme, destacó que la película llegue al grueso de la población, sobre todo a aquellos que no tienen recursos para ir al cine. “Los premios ayudan a que la película se vea o tenga la oportunidad de salir al aire, porque desafortunadamente en México pasa por un cuello de botella en la exhibición”, afirmó.

Daniela Schmidt, conocida por trabajos como Chorus, Tequila, Monarca y más producciones, interpreta bajo la dirección de Umanski a Citlali, una mujer migrante que en su llegada a nuestro país es captada por un grupo de trata de mujeres, además que es víctima de violencia de género.

Su personaje surgió a partir de entrevistas con mujeres que vivían en circunstancias de tráfico humano o que estaban en condiciones de calle o de prostitución.

“Había víctimas de violencia intrafamiliar muy lastimadas a nivel físico donde también se construyó el personaje. Fue un proceso duro, triste, pero por otro lado alentador en el sentido de darle voz a estar mujeres invisibilizadas por la sociedad y la justicia”, contó la actriz.

Aurelio es un padre de familia que busca esclarecer el asesinato de su hijo. El personaje surgió a partir de la investigación que hizo el director para el trazo de sus personajes, sirviendo como punto de partida para lo que era su intención al abordar esta cinta.

Pese a que Ocho de cada diez grabó en zonas rojas de la Ciudad de México como son las calles de la Merced, el elenco afirmó que contaron con la seguridad necesaria para garantizar su integridad. No obstante, uno de los contratiempos que atravesaron fue el sismo del 19 de septiembre de 2017.

El terremoto les provocó un gran miedo al personal de la película que grababa en un hotel del Centro que ya estaba deteriorado, además que tuvieron que volver a esa locación luego de comprobar que sus familias estaban bien y que apoyaron en la remoción de escombros.

“Los que hacemos cine en México somos indestructibles”, afirmó al referirse a esa situación la actriz Daniela Schmidt, cuyo personaje también grabó en distintos momentos del día en la parte del centro.

Para Noe Hernández la intención de Ocho de cada diez no es dar un mensajes o una postura, sino de poner el tema sobre la mesa y que sea el público el que se forje de su propio punto de vista crítico, analítico y consciente de las situaciones.

“Es necesario que se hable y reflexione. Nos acostumbramos tanto a los conflictos sociales que de momento los normalizamos de una manera tan brutal que no nos damos cuenta”, añadió.

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