Los corridos tumbados, ‘un género efímero’: Gil Barrera
Foto: La-Lista

“Compa, ¿qué le parece esa morra?/ La que anda bailando sola me gusta pa’ mí/ ¡Bella! Ella sabe que está buena”… sí, es el verso de la canción Ella baila sola que tiene a Peso Pluma y Eslabón Armado en las listas de popularidad de Spotify y Billboard.

Hassan Emilio Kabande Laija es el nombre real del joven de 23 años de Zapopan, Jalisco, que con sus corridos tumbados ha traspasado fronteras, pues como él mismo lo contó a la agencia EFE, cuando estuvo en Ámsterdam grabando el video de Rosa Pastel lo reconocía gente que no era de su país.

“Mucha gente que no era mexicana estaba pidiendo fotos y se nos acercaba para decirnos que estamos haciendo las cosas bien, eso nos da motivación”, dijo.

Y sus corridos tumbados siguen creciendo como la espuma.

¿Qué son los corrido tumbados y cómo surgió este género?

Gilberto Barrera, crítico de espectáculos, productor de Bandamax y director editorial de TvyNovelas explica que “es una corriente que fue bautizada así por Billboard”.

“A Billboard le ha dado por bautizar primero a la música mexicana como regional mexicano, luego este tema del corrido tumbado también fue bautizado así por ellos”, dice.

Su nacimiento se da en California, en Los Angeles, donde el productor Ángel del Villar, que fue pareja de Chiquis Rivera, apostó por este género.

“Es una variante del corrido tradicional que cuenta historias urbanas pero actualizadas, ya no revolucionarias ni basadas en rancherías, que era lo que teníamos con el origen de los corridos”, comenta Barrera a La-Lista.

“Es una mezcla del hip-hop y trap con los corridos. Como nace en california empiezan a mezclarle, porque tú lo que escuchas es una mezcla de música sierreña con algo de trap, ese es prácticamente el origen”, expresa.

El corrido tumbado comenzó a popularizarse con Natanael Cano, un joven de 22 años originario de Hermosillo, Sonora, quien colocó en las listas de popularidad temas como Amor tumbado, Soy el diablo o Morritas, por mencionar algunas.

Realizó colaboraciones con Los Tigres del Norte y Bad Bunny, gracias a las redes sociales y el internet, su música se comenzó a viralizar, por lo que se convirtió en el máximo exponente de este subgénero musical.

El precursor de los corridos tumbados

Para entender los corridos tumbados se necesita hablar de Ángel del Villar, “el precursor del corrido tumbado que apostó por esta corriente”, comenta Gil Barrera.

El productor de Bandamax explica que el empresario fue el primero en fundar una compañía disquera digital, DEL Records, donde le ha dado oportunidad a jóvenes artistas independientes que cantan regional mexicano.

“Desde MySpace tiene el conocimiento de cómo se desenvuelve y cómo puede distribuirse la música a través de las plataformas digitales”, cuenta Barrera.

“Ese es otro de los elementos que fortalecen a esta corriente”, explica el crítico de espectáculos, quien comenta que este género ya no necesita de plataformas como la radio, donde de pronto las canciones son censuradas por el tipo de letra de las canciones.

“Obviamente se tienen que refugiar en una plataforma de distribución donde no haya censura”, dice.

El sello discográfico actualmente maneja a Eslabón Armado, el grupo que canta junto a Peso Pluma Ella baila sola.

Un género efímero

Aunque en la actualidad es uno de los géneros de moda, para Gil Barrera esto es solo una moda momentánea que con el paso del tiempo perderá peso y su popularidad se desvanecerá.

“Yo no creo que se quede como los corridos tradicionales: de por vida. ¿Por qué? Porque se está propagando en una generación que consume música muy rápido”, dice.

“Spotify tiene al menos 400 lanzamientos semanales de música regional mexicana, entonces la vigencia de las canciones está muy limitada y el corrido tumbado está entrando en esa corriente. Solamente serán algunos los que se queden como clásicos de este género”, asegura.

Pero, ¿qué le está gustando a las nuevas generaciones de estas canciones y por qué son tan populares? Barrera responde que se debe a “la transparencia de sus letras. Es que muchos de los jóvenes se ven reflejados en las historias, yo creo que es eso, que la aspiración de decir ‘ya tengo mi troca, tengo mi lana y tengo a la mujer de mis sueños’”.

Para el productor de Bandamax y director editorial de TvyNovelas, este tipo de géneros musicales es un reflejo de la sociedad actual.

“En la década pasada muchos productores se enfocaron en hacer a los líderes de los cárteles (de droga) en personajes aspiracionales y esa generación, que hoy está consumiendo esa música, creció de niños hacia su adolescencia con esta ejemplificación de que a estos capos les va muy bien, y sacian esta necesidad económica y social haciendo negocios ilícitos”, comenta.

“Si escuchas la letra de este tipo de agrupaciones están enfocadas en eso. No les importa fumar hierba o mover cargamentos, o ser “la empresa”, con todos estos adjetivos que se identifica al crimen organizado, y se sienten identificados como su meta emocional y profesional, paradójicamente aunque no sea profesional”, asevera.

“Lo que sí creo que es el reflejo social de lo que estamos viviendo, es la muestra de la deformación social por la que estamos atravesando”, finaliza.

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