Napoleón, el eterno estratega enamorado

Napoleón es una película que muestra la historia del popular emperador de Francia a través de las cartas que se enviaba con su amada Josefina entre polémicas y guerras.

En esta producción a cargo del director Ridley Scott y protagonizada por Joaquin Phoenix (Napoleón Bonaparte) y Vanessa Kirby (Josefina) se expone el ascenso del líder francés, su caída y el descontrolado amor que tenía por su esposa.

Desde un inicio hay acción, batallas y sangre. La historia inicia con el juicio y condena de María Antonieta, quien fue guillotinada frente a una multitud enardecida mientras se exhibía su cabeza como parte del “castigo de Francia” a la par que exigían no tener piedad con los villanos.

Esta cinta, que dura más de dos horas, transporta al espectador a la acción, muerte y sangre a gritos de “Vive la France” entre cañones, espadas y armas en una lucha por el poder durante diversas batallas.

“Les prometí un éxito rotundo y cumplí mi palabra”, dijo Napoleón Bonaparte tras ganar este encuentro armado del llamado sitio de Tolón.

Pero algo más estaba por marcar el destino de Napoleón y era conocer a Josefina, pues inmediatamente quedó flechado de ella, sin importar su pasado.

Tras un encuentro inesperado y un enamoramiento repentino, contrajeron matrimonio.

No obstante, Napoleón emprendería el viaje hacia Egipto, lo que separaría a la pareja por un tiempo. Durante este periodo, el líder francés enviaba cartas a su esposa sin obtener respuesta alguna.

“Debes escribirme y decirme que me amas más allá de los límites de la imaginación”, escribió Bonaparte a Josefina.

Pero un secreto a voces surgió y era sobre las infidelidades de Josefina, lo que se convirtió en una polémica porque los diarios lo calificaban como un “general cornudo”.

Esto retrata a Napoleón como un personaje que tomó decisiones complicadas que marcaron su legado, pues dejó Egipto con el pretexto de haber encontrado una Francia en bancarrota, pero esto solamente fue con el fin de ir en busca de Josefina, a quien sacó de su casa, pero a quien perdonó por el gran amor que tenía.

Sin embargo, lo que Napoleón quería encontrar en ella era a su mejor amiga y el amor de su vida para enfrentar al destino.

Bonaparte fue primer cónsul y después se convirtió en emperador, recordando que encontró la corona francesa en Suecia, la recuperó con su espada y la limpió.

“Larga vida al emperador”, gritaron los presentes tras la coronación en tomas que transportaban a una Francia llena de paisajes y palacios.

En cada partida, Napoleón se comunicaba a través de cartas con Josefina, quién nunca volvió a ser infiel, sin embargo, tampoco pudo darle el anhelado heredero, lo que significaba un obstáculo para la prosperidad de Francia.

Tras 15 años de matrimonio, se separaron, pese a que el amor nunca se acabó, ante esto Josefina le reclama su eterna ambición, sin embargo, también dice que lo extraña y que no se permita caer en la melancolía, pues se ve mejor cuando es feliz.

Pese a esto, la continuó visitando para contarle sus experiencias, le pidió a Josefina que no dejara de escribirle y le llevó a que conociera a su heredero.

Pero la gloria comenzaba a terminarse en medio del conflicto con Alejandro I, de Rusia quien se negó a negociar por la paz, y prefirió encender la ciudad.

Tras una batalla pérdida, Napoléon renunció y afirmó que su “amor por Francia es eterno. Lo único que deseaba era su gloria. Jamás quise traerle desgracias”.

Posteriormente fue exiliado a la isla de Elba, cerca de las costas italianas, con su título emperador vitalicio y con los beneficios correspondientes tanto para su familia como para Josefina.

Pero el exilio no era lo que él quería y optó por regresar a Francia por lo que era suyo, en un intento quizá de volver a lo que un día fue mediante majestuosas batallas que llevan a aquella época napoleónica donde el país europeo tuvo un fuerte auge.

Una de las situaciones que marcaron su regreso fue la muerte de Josefina a causa de complicaciones respiratorias y Napoleón no pudo recuperar sus cartas, las cuales su exesposa guardaba junto a su cama.

Tras la derrota en la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815, Napoleón fue exiliado por los británicos a la isla de Santa Elena, donde falleció años después.

Sus últimas palabras fueron “Ejército” y “Josefina” demostrando así que jamás dejó de pensar en su patria ni en el amor de su vida, por lo que en la cinta se puede ver desde su exitosa carrera hasta su lado más vulnerable y humano.

Esto cuestiona al espectador sobre la trama de amor de Napoleón y Josefina y el impacto que tuvo en este periodo histórico francés.