“Adolescencia” rompe récord en Netflix 2025: la serie británica que supera a Stranger Things en visualizaciones

La miniserie dramática británica Adolescencia, disponible en Netflix, ha alcanzado un hito inesperado: superó a la cuarta temporada de Stranger Things en visualizaciones globales con 141,2 millones de reproducciones desde su estreno en marzo de 2025. Este logro la coloca como la segunda serie en inglés más vista en la historia de la plataforma, solo por detrás de Merlina, que aún lidera con 252,1 millones de vistas. El récord absoluto, sin embargo, sigue siendo de El juego del calamar, con 265,2 millones.

La historia de un adolescente acusado de un crimen brutal no solo ha atrapado a la audiencia mundial, sino que también ha provocado reflexiones en torno a temas como la violencia juvenil, la radicalización digital y la fragilidad emocional en la adolescencia. El fenómeno ha sido tal que incluso el primer ministro británico, Keir Starmer, ha opinado sobre su impacto social. A continuación, exploramos por qué Adolescencia está marcando un antes y un después en la televisión de streaming.

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¿Qué hace a Adolescencia tan impactante para el público y la crítica?

La serie, creada en colaboración con la productora Plan B (propiedad de Brad Pitt), se destaca por una narrativa potente y actuaciones que han sido elogiadas por su sensibilidad y profundidad emocional. La historia gira en torno a un adolescente de 13 años arrestado por el asesinato de una compañera de clase, en un contexto que mezcla drama social, thriller psicológico y crítica a las influencias nocivas de ciertas comunidades digitales.

Desde su lanzamiento, Adolescencia no solo ha acumulado visualizaciones a ritmo récord, sino que también ha sido celebrada en los Gotham TV Awards de Nueva York. Allí ganó como mejor serie limitada revelación, y sus protagonistas, Stephen Graham y Owen Cooper, recibieron premios por sus interpretaciones. Durante la ceremonia, Graham comentó: “Esta fue una pequeña obra coloquial hecha con amor, respeto, humildad y dignidad, y tratamos el tema con mucha pasión, pero también con mucho cuidado”.

Parte del éxito radica en el equilibrio entre lo íntimo y lo político. Adolescencia toca fibras sensibles de la vida contemporánea sin caer en el melodrama ni en lo panfletario. Al hacerlo, construye una ficción poderosa, que interpela al espectador más allá del entretenimiento y genera conversación.

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¿Qué debates ha abierto la serie Adolescencia y el mundo digital?

Uno de los mayores aportes de Adolescencia es su capacidad para provocar discusiones necesarias sobre los entornos digitales en los que crecen los adolescentes actuales. La producción ha sido señalada como una obra que visibiliza los riesgos de la llamada “manosfera”: un conjunto de comunidades online donde se reproducen discursos misóginos, violentos y extremistas que, según expertos, pueden influir peligrosamente en jóvenes varones en busca de identidad y pertenencia.

En este sentido, el primer ministro británico, Keir Starmer, reconoció públicamente la relevancia de la serie, al calificarla como “una antorcha que ilumina con gran intensidad una combinación de problemas ante los cuales muchas personas no saben cómo reaccionar”. Esta declaración no es menor: implica que la ficción se ha convertido en un punto de referencia social y político, en un momento donde la salud mental adolescente y la educación digital están bajo la lupa.

Además, el formato de miniserie, conciso pero contundente, ha permitido una exploración densa y matizada del conflicto sin caer en estereotipos. La representación de los personajes y sus entornos familiares, escolares y virtuales ofrece un panorama complejo que da cuenta de la vulnerabilidad emocional que define esta etapa vital.

¿Qué futuro le espera a Adolescencia tras su éxito en Netflix?

Aunque todavía no se ha confirmado oficialmente una segunda temporada, las conversaciones ya están en marcha. El propio Stephen Graham, también co-creador del proyecto, declaró a Variety que existe la posibilidad de continuar con otra historia: “Posiblemente, veamos cómo van las cifras. Pero sí, existe la posibilidad de desarrollar otra historia”. El interés del público, sumado a la expectativa por futuras nominaciones en los Premios Emmy, sugiere que Adolescencia podría convertirse en una franquicia emblemática.

La serie también se inscribe en una tendencia creciente: el ascenso de producciones británicas que conquistan audiencias globales a través del streaming, como ya ocurrió con The Crown o Bodyguard. En este caso, el reconocimiento se amplía al terreno social y político, posicionando a Adolescencia no solo como éxito comercial, sino como obra de valor cultural.

Mientras se espera el estreno de la segunda temporada de Merlina en agosto, que podría reconfigurar nuevamente el ranking de visualizaciones de Netflix, Adolescencia continúa su ascenso. Su impacto parece no tener techo, y su legado podría trascender la pantalla para incidir, incluso, en la forma en que las sociedades enfrentan los desafíos de la adolescencia contemporánea.

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