El día que Julia Roberts protagonizó su propia versión de la novia fugitiva
Tres días antes del enlace, la actriz dejó a Kiefer Sutherland plantado en el altar y huyó a Irlanda con Jason Patric, el mejor amigo del novio.
Julia Roberts, la icónica actriz con más de 30 años en la industria cinematográfica, con el paso del tiempo se ha convertido sinónimo de éxito y romanticismo en Hollywood.
Desde su deslumbrante debut en películas como Mystic Pizza, Satisfaction, y Magnolias de Acero, hasta su icónico papel en Pretty Woman, Roberts ha dejado una huella imborrable en la pantalla grande. Sin embargo, fuera de la ficción, protagonizó su propia y dramática historia de amor.
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El 8 de junio de 1991, Julia Roberts y Kiefer Sutherland estaban a punto de protagonizar la boda del año. La ‘novia de América’ y el ‘rebelde sin causa’ parecían destinados a unirse en matrimonio, pero la realidad resultó ser más inesperada que cualquier guion de Hollywood. Tres días antes del enlace, Roberts dejó a Sutherland en el altar y huyó a Irlanda con Jason Patric, el mejor amigo del novio.
La pareja se había conocido en el rodaje de Línea Mortal, y su relación floreció rápidamente. Sin embargo, las crecientes tensiones y los celos por la fama de Roberts llevaron a una serie de discusiones. Según informes, Sutherland no quería invitar a Patric a la boda, lo que culminó en la decisión de Roberts de dejar todo atrás y escapar.
Roberts y Patric se convirtieron en el foco de atención de los paparazzis, que los rastrearon hasta un hotel irlandés y la casa de campo de Adam Clayton, bajista de U2. Mientras tanto, Sutherland intentaba sobrellevar la situación en Los Ángeles, inmerso en una vida de soltero.
La fuga afectó profundamente a Roberts, quien pasó un tiempo en el hospital y luego en un spa, lidiando con el estrés y la humillación pública. Su biógrafo, Mark Bego, comentó que este episodio dejó a la actriz con dificultades para confiar en los hombres completamente.
Flatliners (Línea mortal) es una molonada de peli. Hay jóvenes jugando con la muerte, culpa, redención y una fantasía de elenco: Kiefer Sutherland, Julia Roberts, Kevin Bacon y William Baldwin.
Es de 1990 pero la ambientación no podría ser más ochentera (por suerte). pic.twitter.com/N1gQQzBcf6— Iria Palmer 🦉 (@lauraisntmyname) July 28, 2020
Tras la ruptura con Patric, Roberts se casó con el cantante de country Lyle Lovett en 1993, pero el matrimonio duró solo dos años. Antes de Lovett, Roberts había tenido relaciones notables con Liam Neeson y Dylan McDermott, ambos compañeros de reparto. Con el tiempo, Sutherland reconoció la valentía de Roberts al cancelar la boda, admitiendo que ambos eran jóvenes e inmaduros.
Afortunadamente, Roberts encontró la estabilidad emocional con el director de fotografía Danny Moder, a quien conoció en el rodaje de The Mexican. A pesar de estar en relaciones separadas inicialmente, su conexión creció con el tiempo. Hoy, después de dos décadas de matrimonio y tres hijos, celebran su amor con la misma pasión del primer día.