FICG 2025: Los Inocentes, una película punk, cruda y honesta que cuestiona las nuevas masculinidades
Los inocentes, de Germán Tejada, sacude el FICG 2025 con un retrato crudo de la juventud, la hombría y la rebeldía en América Latina.

La estética punk se convierte en lenguaje cinematográfico en Los Inocentes.
/Foto: Cortesía
A los 13 años, Germán Tejada se topó con Los inocentes de Oswaldo Reynoso en plena adolescencia convulsa. No era solo un libro: era un espejo incómodo. “Era un momento de despertar sexual, de mucha confusión. Y aparece este libro tan transgresor, tan directo, que cuestiona cómo nos han formado como hombres”, recuerda Tejada en entrevista con La-Lista.
La novela, publicada en 1961, fue tachada de corruptora por su contenido explícito y su mirada honesta a la juventud masculina limeña. Para el joven Germán, ese escándalo literario se convirtió en un cómplice silencioso.
Años más tarde, cuando decidió contar historias en el cine, el libro volvió a aparecer. “Quería rendirle homenaje a esa época dura y a esa voz que me acompañó”, cuenta. El resultado es una película tan íntima como rebelde, tejida entre recuerdos personales y las páginas de Reynoso.
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Los retos de Germán Tejada para adaptar el libro a guion de película
Tejada no quiso hacer una adaptación literal. Más bien, agarró el alma del libro y la mezcló con sus propias vivencias. “No respeté la estructura del libro, tomé personajes que solo se mencionan una vez y les di vida”, dice. El objetivo: crear una narrativa fresca que hablara no solo del pasado, sino de un presente igualmente hostil para muchos jóvenes.
La clave fue trasladar el universo de Reynoso a una estética punk. “No sé si fui punk, quizás era un wannabe, como mis personajes. Pero esa subcultura rebelde me sirvió para dar contraste y profundidad”, explica. El resultado es un retrato duro y vibrante del tránsito adolescente, atravesado por la rabia, el deseo y la fragilidad.
Los desafíos constantes de la comunidad LGBT
Aunque vivimos tiempos de mayor apertura, Tejada es claro: “Eso pasa solo en círculos muy privilegiados. En las escuelas públicas de Perú o México, todo sigue igual”. La represión, la masculinidad violenta y el miedo a mostrarse vulnerable siguen marcando el día a día de muchos chicos. Los Inocentes se enfrenta a esa realidad sin adornos.
“La película no es esperanzadora, pero sí busca incomodar”, admite. “Quiero que los adultos salgan molestos, que se cuestionen. Desde esa incomodidad, quizás se logre un cambio”. Y es que, según el director, los hombres aún no han hecho suficiente trabajo interno. “Nos falta permitirnos ser frágiles, sensibles. Romper con lo que se espera de nosotros”, asegura.
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El soundtrack de Los Inocentes también cuenta una historia
La música no solo acompaña la historia: es parte esencial del relato. Desde el guion, Tejada integró letras y bandas que forman parte de su entorno cercano. “Muchos son amigos punqueros de Lima. Para mí era importante mostrar lo que se está haciendo allá musicalmente”, cuenta.
El soundtrack, que transita entre el rock y el pop urbano, vibra con la rabia adolescente. “Está pensado para reforzar el proceso interno del personaje”, explica. Tanto así, que no descarta sacar un vinilo con la banda sonora: “Estoy muy orgulloso de lo que logramos. La música también cuenta una historia, la del desborde emocional de nuestros personajes.”
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El mensaje de Los Inocentes
“Mi película intenta generar una reacción. No pone una verdad en la cara, sino que comparte una experiencia”, dice Germán Tejada. Su sinceridad es lo que sostiene la película: no hay actores profesionales, sino chicos reales, con miradas que hablan por sí solas.
Para los jóvenes, Los Inocentes es adrenalina. Para los adultos, es una sacudida incómoda. “No podemos seguir permitiendo que se viva así, que sigamos atrapados en estos moldes”, afirma. Por eso, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2025 es el lugar perfecto para su estreno. La cinta, que surgió de encuentros y apoyos gestados en Guadalajara, ahora regresa como una hija pródiga a presentarse ante el mundo. Pronto llegará a salas mexicanas, gracias a la distribución de Mandarina, y también se proyectará en la Cineteca Nacional.
“La idea es que llegue a mucha gente. Porque mientras más se hable, más posibilidades hay de cambiar algo.”