Pablo Camargo debuta en el FICG 2025 con el cortometraje Año de Casados, ¿de qué trata?
Año de Casados debuta en el FICG 2025. Su director Pablo Camargo nos cuenta cómo un recuerdo familiar se convirtió en monstruo.

El cortometraje se inspira en un recuerdo familiar que marcó al director desde la infancia.
/Foto: Cortesía
Una noche, una pareja duerme. Algo entra a su casa. Es un monstruo. Así comienza Año de Casados, el cortometraje de Pablo Camargo que se presenta este año en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), dentro de la sección Iberoamericano 1. Pero detrás de esta imagen inquietante hay mucho más que una historia fantástica: hay una memoria familiar, una reflexión sobre el matrimonio y una obsesión artística con los monstruos internos.
“La idea nació de una coincidencia triple”, nos cuenta Camargo en entrevista con La-Lista. “Leí una antología de Amparo Dávila, hablé con mi mamá sobre su segundo año de casada y justo viví un momento muy extraño en casa de mi ex cuando se activó una alarma. Todo eso se conectó de pronto: una pareja, un monstruo que entra, un miedo escondido”.
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¿De qué trata Año de Casados?
Más allá de su atmósfera perturbadora, Año de Casados es un retrato íntimo sobre lo que se esconde bajo la superficie de una relación aparentemente estable. El corto está ambientado en los años 90 —época en la que creció su director— y se centra en una pareja que, mientras duerme, recibe una visita inesperada: una criatura que no es otra cosa que la manifestación de los problemas que ya están presentes en su relación.
“El monstruo es una metáfora, claro”, explica Camargo. “Es esa incomodidad de darte cuenta de que lo que soñabas con tener —un matrimonio, una vida a dos— puede tener un costo muy alto si no estás dispuesto a cuestionarlo. Le dediqué el corto a ‘los dos’, no solo por mis papás, sino por todas las parejas que están lidiando con ese modelo de relación que a veces aprieta más de lo que abraza”.
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Los retos detrás del cortometraje Año de Casados
Filmar esta historia no fue fácil. Camargo y su equipo trabajaron con una cámara de 35 mm que, en el último día de rodaje, destruyó parte del material. “Perdimos dos días y tuvimos que parar todo hasta que logramos conseguir dinero para filmar de nuevo. Irónicamente, el último día fue el más caro de toda la producción”, recuerda.
El monstruo, que parece salido de una pesadilla mitológica, también representó un reto creativo. Al inicio pensaron en construirlo con efectos visuales, pero finalmente encontraron su forma en la actriz Diana Bécqueril, una bailarina de danza butō. “Usamos su cuerpo, su voz, mi voz y una mezcla de sonidos para construir algo que, según el público, es muy angustiante. Ayer en la función, muchas personas salieron realmente conmovidas”.
A la producción se sumó Disruptiva Films, de Paulina Villavicencio, que rescató el proyecto y permitió que se completara. Hoy, Año de Casados tiene funciones en el FICG y en julio viajará a Corea del Sur para su premier asiática en el Bucheon International Film Festival, uno de los eventos de cine de género más importantes del mundo.
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¿Quién es Pablo Camargo?
Pablo Camargo López estudia en el CCC (Centro de Capacitación Cinematográfica), donde Año de Casados surgió como parte de su formación. Aunque este es su primer cortometraje importante, su voz autoral ya se siente sólida. Tiene claro lo que quiere contar: los monstruos invisibles, las decisiones que dejan marcas, los vínculos que se descomponen en silencio.
“Estoy escribiendo un nuevo proyecto sobre alcaldes, poder y culpa. Sigo obsesionado con los monstruos, pero esta vez más ligados al poder. Me interesa lo irreversible: cuando decides seguir a ese monstruo, ya no hay vuelta atrás”, dice.
Con Año de Casados, Pablo Camargo no solo lanza un cortometraje; lanza una carrera. Y si algo queda claro al hablar con él, es que no le tiene miedo a mirar de frente lo más incómodo. Ni en la ficción, ni en la vida.