VIDEO: Michelle Salas presume su receta de chilaquiles y provoca risas; la comparan con Anahí y sus enfrijoladas
Michelle Salas reinventa los chilaquiles y termina en el club culinario de Anahí, entre memes, críticas y mucho chile (literal).

“De los creadores de las enfrijoladas de Anahí, llegan los chilaquiles de Michelle”.
/Foto: IG Anahí/Michelle Salas
Cuando Michelle Salas decidió compartir su desayuno “fit” en Instagram, seguramente pensó que ganaría aplausos y hasta alguna que otra solicitud de receta. Después de todo, ¿quién podría resistirse a unos buenos chilaquiles? Pero la hija de Luis Miguel no contaba con que, en México, meterse con un platillo tradicional es casi como alterar el himno nacional: los puristas no perdonan.
Lo que comenzó como un inocente post de “lifestyle” se convirtió en el platillo fuerte de las redes sociales, aderezado con memes, críticas y comparaciones que nadie pidió. Michelle, con su propuesta saludable, terminó ingresando al exclusivo —y polémico— club de celebridades que han intentado reinventar la cocina mexicana… con resultados poco favorecedores.
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Los chilaquiles fit de Michelle Salas
Lo que para Michelle Salas fue un desayuno “fit” terminó siendo un escándalo gastronómico de proporciones épicas. El pasado 2 de julio, la hija de Luis Miguel compartió en Instagram su versión saludable de los clásicos chilaquiles mexicanos, confiada en que conquistaría corazones… pero terminó incendiando las redes.
En su post, Michelle presumió unos chilaquiles con salsa casera, tostadas horneadas, yogur griego y hasta un huevo frito para coronar la obra. “Quedaron deli y súper fáciles de hacer”, escribió sonriente, sin imaginar que su receta sería considerada un atentado contra la tradición culinaria mexicana.
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La comparan con Anahí y sus enfrijoladas
Los internautas no tardaron en reaccionar y, como era de esperarse, las críticas llovieron como salsa de molcajete sobre tortilla recién frita. “De los creadores de las enfrijoladas de Anahí, llegan los chilaquiles de Michelle”, escribió un usuario, recordando aquel momento viral en que la ex RBD hizo de unas tortillas frías con frijoles un ícono del meme mexicano.
Pero lo comentarios no pararon ahí, algunos usuarios expresaron: “Eso no es un desayuno, es un castigo”, “Mejor un juguito verde y ya” o “Señora Salas… su contenido es precioso, pero su receta no”.
El déjà vu con las enfrijoladas de Anahí era inevitable. En 2020, la actriz mostró cómo untar frijoles en tortillas frías en menos de dos minutos y el resultado fue tan simple que se convirtió en leyenda (y en blanco de chistes). Desde entonces, cualquier famoso que se atreva a “modernizar” un platillo mexicano se arriesga a quedar en ese club selecto. Ahora, Michelle es la nueva socia honoraria.
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¿Qué son los chilaquiles y qué llevan?
Para que no quede duda: unos buenos chilaquiles llevan tortillas fritas o totopos bañados en salsa (roja o verde, porque aquí hay equipos), y pueden coronarse con huevo, bistec o pollo, queso fresco, crema, cebolla y aguacate. Todo acompañado de frijolitos.
El nombre viene del náhuatl chilaquili, que significa “tortilla en salsa de chile”. Nacieron como una receta de aprovechamiento para no desperdiciar tortillas y salsas, pero hoy son un desayuno infalible en cualquier hogar mexicano o fonda de barrio. También han evolucionado en versiones con mole, chipotle, suizas y hasta con cochinita pibil.
Por eso, cuando Michelle Salas reemplazó las tortillas fritas por tostadas horneadas y la crema por yogur griego, muchos sintieron que le faltó alma al platillo. Los fans del chilaquil clásico no perdonan innovaciones tan “fit” porque, para ellos, el encanto está en el exceso.
Michelle, sin embargo, no parece afectada por la ola de memes. Con la tranquilidad de quien desayuna ligero, sigue compartiendo recetas y estilos de vida saludables. Quizá, al final, su “versión fit” encontrará público entre quienes prefieren un desayuno que no demande horas extra en el gimnasio.
Mientras tanto, los mexicanos tradicionales seguirán defendiendo a capa y sartén los chilaquiles originales: crujientes, picositos y con suficiente grasa como para necesitar una siesta después.