Crea arquitecto mexicano casa con cero desperdicio de agua
El proyecto del arquitecto Benjamín Romano obtuvo un importante premio alemán de arquitectura. Foto: Cortesía Despacho LBR&A

El crecimiento urbano es uno de los máximos responsables de la contaminación del planeta. Su desarrollo, que hasta hace algún tiempo no se había preocupado por el impacto que provoca en el entorno, se ha multiplicado debido a las diversas necesidades de la población.

En todo el mundo, decenas de arquitectos abrazan la tendencia net zero o cero neto, la cual implica emisiones nulas de residuos y un gasto energético mínimo, aprovechando tanto el agua como los recursos del propio lugar. Uno de ellos es el renombrado arquitecto mexicano Benjamín Romano.

“Creo que el concepto net zero es algo a lo que tenemos qué llegar todos los arquitectos del planeta. Los constructores somos responsables del 38% de la contaminación del planeta Tierra, más que la industria que los coches, que las famosas vacas, que todo eso. El acondicionamiento de los inmuebles en el planeta causa el 38% de la contaminación.

“Por eso es que el American Institute of Architecture y sus homólogos europeos, de Australia y demás, han llegado a un acuerdo que se llama el Reto 2030 y ese reto quiere decir que para el año 2030 tenemos que tener cero consumo de energía que no produzcamos en el sitio”, señala Romano en entrevista exclusiva.

El arquitecto, quien está detrás de proyectos icónicos como la Torre Reforma, la cual reutiliza toda el agua que emplea, o de la Torre Chapultepec, considerado el primer edificio inteligente de la Ciudad de México, puso a prueba sus teorías en la casa CH73, cuyo diseño energéticamente sustentable fue galardonado con el premio Best of the best de los Iconic Awards del Consejo Alemán del Diseño.

“Es un proyecto, digamos, no de una trascendencia importante a nivel país, pero sí creo que es importante a nivel del gremio de la arquitectura, porque hace propuestas muy interesantes de lo que creo que la arquitectura debe tener.

“Cuando nos invitaron, teníamos la oportunidad de un terreno muy bonito en una cañada de 60 por 20. Y el terreno estaba nivelado la mitad del terreno con un muro de cantera de piedra, una preexistencia que tenía y nada más no hay otra cosa”, señaló Romano.

De acuerdo con el arquitecto, la zona de Bosques de las Lomas, donde se encuentra su proyecto prototípico, ha sufrido con una mala interpretación arquitectónica, la cual ha permitido que una buena cantidad de agua empleada para el mantenimiento de los jardines se vaya por los desagües.

Crea arquitecto mexicano casa con cero desperdicio de agua - Casa
Casa CH73. Foto: Cortesía Despacho LBR&A

“En el fraccionamiento Bosques de las Lomas ha habido una mala interpretación de las normas arquitectónicas del conjunto del fraccionamiento y la gran mayoría de los arquitectos. 

“Durante 40 años han urbanizado el bosque, generando azoteas ajardinadas donde, claro que desde su sala podía ser que se vea bonito un pasto plano, pero esa agua con la que riegan el pasto o esa lluvia que cae se va al drenaje y fuera de la colonia. Eso ha provocado que la zona boscosa de Bosques de las Lomas se haya venido a la baja tanto en la flora como en la fauna”, analizó el arquitecto.

Para contrarrestar esta tendencia poco sustentable, Romano aprovechó la propia energía de la Tierra para no desperdiciar ni una gota del vital líquido.

“La casa tiene descarga cero, quiere decir que no está conectada al drenaje porque el 100% de las aguas de lluvia, tratadas y aguas negras de la casa se tratan y se infiltran luego. La casa es una caja de cristal que, como sabes, tiene el beneficio de la vista y tiene el perjuicio del clima, porque es transparente al calor y al frío.

“Entonces lo que hicimos fue meter 8 pilas de cimentación geotérmicas, pusimos una manguera que sube y baja y como el subsuelo en la Ciudad de México está a 18.5 °C, sin importar la temperatura afuera, eso quiere decir que si afuera de la casa hay 2 °C, la calefacción la calienta a 22 °C. Al tomar agua a 18.5 °C nada más tenemos que calentar 4 grados que se calientan por medio de una bomba energizada por celdas solares”, explicó Romano.

Adicionalmente, el arquitecto, quien tiene más de 40 años de trayectoria y cuyo proyecto del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta también fue reconocido por su innovadora propuesta antisísmica, destacó que la inversión en estos sistemas no tiene un costo excesivamente alto.

“La casa tiene una un equipo para tratar las aguas negras marca Rotoplas que costó 29 mil pesos, que tampoco es nada que te mate, más una bombita para llevar las aguas al pasto y a lo mejor riegas todo tu camellón o tu jardincito”, concluye Romano.

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