Colectivas mexicanas proaborto rompen el muro para acompañar a mujeres en EU
Las leyes locales en EU que restringen el derecho al aborto ha llevado a buscar ayuda del otro lado de la frontera
Las leyes locales en EU que restringen el derecho al aborto ha llevado a buscar ayuda del otro lado de la frontera
La lucha latinoamericana por el derecho al aborto, que comenzó en Argentina en 2018 y subió hasta México en tan sólo cuatro años, llegó a las mujeres de Estados Unidos, principalmente a las del estado de Texas, el cual redujo el derecho al aborto hasta la semana seis de gestación desde 2021. Ahora, el derecho al aborto en la nación americana está amenazado.
Después de casi 50 años de tener acceso a la interrupción legal del embarazo, la Corte de EU, con una mayoría conservadora, podría revertir el derecho este derecho, según el borrador del dictamen que anula la sentencia histórica del caso Roe vs. Wade, que en 1973 despenalizó la interrupción del embarazo en ese país y que se votará en junio, aunque el sentido del dictamen podría cambiar.
El criterio de la Corte aún vigente establece que los estados no pueden prohibir el aborto antes de las 23 semanas de gestación, cuando se estima que el feto podría vivir fuera del útero de la persona gestante.
Desde que la Corte Suprema está integrada por una mayoría conservadora -tres de sus nueve integrantes nombrados en el gobierno de Donald Trump-, estados del sur y centro de la nación americana han promovido leyes cada vez más restrictivas respecto al aborto al limitar el acceso pastillas abortivas, entre otras medidas.
La legislación vigente más restrictiva hasta ahora es la de Texas, con casi millones de habitantes, la cual limita el aborto a seis semanas de gestación. Y va más allá, al ofrecer 10 mil dólares de recompensa a la persona denuncie a quien facilite los medios para realizar un aborto, desde un conductor de Uber hasta el mismo médico.
El congreso de Oklahoma aprobó esta semana una reforma aún más restrictiva que la de Texas al prohibir el aborto a partir de los 30 días después de la última menstruación. El gobernador de ese estado, el republicano, Kevin Stitt, anunció que firmará esa ley. En una entrevista a una televisora dijo que “cree en la vida inicia desde la concepción” y que en su estado hubo “5 mil niños sin nacer que fueron asesinados” el año pasado.
Las colectivas mexicanas
En México, Sinaloa y recientemente Guerrero, legalizaron el aborto hasta la semana 12 de gestación, este año; Baja California, Colima, Veracruz e Hidalgo legalizaron el aborto hasta la semana 12 de gestación, en 2021; Oaxaca en 2019 y la Ciudad de México en 2007. Por una impugnación constitucional a la ley en Coahuila, la SCJN declaró inconstitucional el delito de aborto en la entidad y estableció el mismo criterio para todo el país en 2021.
Pero antes de que esto sucediera, las mujeres mexicanas lograron crear sistemas para realizar un aborto autogestionado, que les da la oportunidad de interrumpir un embarazo de forma segura bajo ciertas condiciones, sin la necesitad de acudir a una clínica o con un médico.
El aborto autogestionado se realiza con pastillas abortivas, las cuales son de venta libre en México. Colectivos como Marea Verde Chihuahua, Las Borders, en Baja California, Las Libres, desde Guanajuato, o la Red Necesito Abortar, con presencia en todo el país, dan acompañamiento antes, durante y después del proceso de aborto desde sus hogares.
Rompiendo el muro por el acceso al aborto
Durante, al menos, los últimos cuatro años, colectivos mexicanos de la frontera han tejido redes con asociaciones proaborto internacionales, como la holandesa Women on Waves, y fondos de aborto en Estados Unidos que ayudan a mujeres con los gastos de transporte a las clínicas o, en ocasiones, pagan los procedimientos.
Estas redes han permitido que las colectivas del norte de México acompañen y envíen el medicamento sin costo para las beneficiarias estadounidenses para el proceso de aborto autogestionado. Además, han capacitado a asociaciones, principalmente del sur de Texas, para que realicen el acompañamiento de abortos seguros y autogestivos, aseguraron integrantes de las colectivas.
A diferencia de México, en 32 de los 52 estados de la unión americana no se permite la venta libre de pastillas abortivas en farmacias; en 19, es obligatorio que un médico esté presente cuando se administra el medicamento; y en tres, está prohibido el envío por correo, de acuerdo al informe “Aborto con medicamentos” del Instituto Guttmacher de EU, publicado en febrero de este año.
Con el límite de seis semanas de gestación para abortar impuesto en Texas, esta opción no es viable para el segundo estado con mayor población de Estados Unidos.
Perla, miembro de la colectiva de acompañamiento Las Borders, en Baja California, explica a La-Lista que las mujeres que han atendido se dan cuenta del embarazo después de la semana seis. Algunas tienen los recursos para ir a estados con menos restricciones, pero otras no tienen esa opción.
“Lo que nos decían algunas compañeras texanas es que ahora algunas personas viajan a Nuevo México porque ahí hay otras clínicas, pero ¿qué personas tienen los recursos para viajar a Nuevo México?”, comentó Perla, quien ya ha acompañado a extranjeras a distancia.
Marcela, quien pidió no dar su nombre completo, es una mujer en sus treintas, integrante de Marea Verde Chihuahua, una colectiva que por más de cuatro años ha dado acompañamiento a distancia a mujeres que necesitan abortar. Su actividad no se ha limitado a México, pues asegura que también ha brindado apoyo a mujeres en Estados Unidos.
“La mayor incidencia se concentra en las ciudades del sur de Texas, en el cinturón fronterizo del sur de Texas y, sobre todo, en los barrios que son afroamericanos y pobres y hubo un incremento (de casos) a partir de la amenaza de la ‘Ley del latido’ y es la que nos ha tenido trabajando”, explicó Marcela en entrevista con La-Lista.
Sin dar muchos detalles, describió cómo hacen llegar el medicamento a las mujeres que lo necesitan de acuerdo con las organizaciones del otro lado de la frontera.
“Las enviamos en una blusita, cocidas al borde o mandamos un pantaloncito y en la bastilla los ponemos, le hacemos un zurcido y una vez que llega a ellas, nosotras seguimos de este lado asesorando paso por paso”, explicó Marcela.
Para Marcela, es un orgullo que el conocimiento y la experiencia feminista que se ha generado en México durante la prohibición del aborto, sea útil para defender los derechos reproductivos de todas las mujeres del mundo.
“Si esto avanza y hay un retroceso con la sentencia Roe vs. Wade, nosotras ya construimos los puentes, nos adelantamos y ya estamos trabajando sobre eso. No estamos esperando a que se derogue, ya los puentes están hechos. Lo único que va a pasar es que vamos a tener mucho más trabajo”, aseguró la integrante de Marea Verde Chihuahua.