Guadalupe Arciniega, la administradora detrás de la compra de las vacunas

Como millones de personas, Guadalupe Arciniega se enteró del nuevo coronavirus por los medios de comunicación y las redes sociales. Pero fue durante la celebración del Año Nuevo chino, en enero de 2020, cuando se percató que esto no sería sólo un resfriado para el mundo.

El barrio chino, en el centro de la Ciudad de México, no lucía como cada año. No había bullicio, dragones ni leones danzantes. El silencio y la inactividad prevalecían unas semanas antes de que México reportara su primer caso de contagio el 28 de febrero.

“Ahí tomé conciencia de que era algo realmente importante”, cuenta la titular de la Unidad de Normatividad de Contrataciones Públicas de la SHCP. “Nunca pensé que fuera a tener tal repercusión a nivel mundial, pensé que era importante pero no (imaginé) de qué magnitud”. Ante esta crisis sanitaria, tendría que actuar desde su trinchera profesional.

“Era inminente que nosotros tuviéramos participación en algún momento”, recuerda la funcionaria. Su entrada en acción la precedió un “inmenso” documento y sólo tres horas para analizarlo y comentarlo en una junta de último momento. Después, eso se convirtió en estudios y actualizaciones constantes. Madrugar y desvelarse, aprender a tomar decisiones rápidas para no perder condiciones favorables para el Estado mexicano. En momentos de asumir un liderazgo por el bien común.

El gran comprador

Arciniega se desempeña en la Oficialía Mayor de Hacienda, como cabeza de la Unidad de Normatividad, la cual adquirió un rol preponderante en el gobierno federal a partir de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública que entró en vigor un día antes de que Andrés Manuel López Obrador asumiera la presidencia de México.

Estos ajustes otorgaron nuevas facultades a la SHCP, convirtiéndola en la gran oficialía del gobierno, desde donde se realizan las compras consolidadas y se regulan normativamente las contrataciones públicas en la Federación. Es el gran comprador del gobierno federal: por un lado realiza las compras consolidadas de bienes que se consideran benéficos en una economía de escala, y por el otro es el rector y regulador de la política general en materia de contrataciones públicas.

La labor de Arciniega fue construir el andamiaje jurídico para concretar estas adquisiciones. Y la compra de las vacunas contra el Covid-19 no fue la excepción. El reto para ella y su área fue identificar y aplicar mecanismos que nunca antes se habían usado para algo como una vacuna, recurriendo a esquemas internacionales y de cooperación para hacerlo posible dentro de un margen legal. Por sus manos pasó todo lo necesario para emitir la política de las compras e interpretar la ley de adquisiciones.

“Estamos ante una situación atípica en todo el mundo y, como en todos los países, no estaba regulada una situación así. Tuvimos que armar un entramado jurídico para poder dar viabilidad y sostén normativo a la actuación de todos los que estamos participando”, explica. “El reto era darle sustento, viabilidad y motivación a todas las cosas nuevas que estábamos enfrentando y que, de alguna manera, teníamos que sacar adelante”.

Hoy, con la certeza de tener las vacunas ya en México, Arciniega no cambiaría ninguna de sus acciones y decisiones. Las mujeres que hicieron posible traer la vacuna, destaca, aportaron trabajo, estudio, esfuerzo y conocimiento en un equipo multidisciplinario.

“El trabajo extra y las desmañanadas no importan, porque estamos haciendo algo bueno, algo que va a ayudar a mucha gente”.