Los expertos exigen el reciclaje obligatorio de los productos que contienen metales raros
Los mineros artesanales trabajan en Tilwezembe, una antigua mina industrial de cobre y cobalto en las afueras de Kolwezi, en la República Democrática del Congo. Fotografía: a / Reuters

Elementos raros, tales como el indio, el itrio, el neodimio, el cobalto y el litio, son vitales para la producción de tecnología de bajo carbono, pero grandes cantidades de estos se desechan porque no hay una obligación para reciclarlos, advierten expertos en la industria. 

Las preocupaciones crecen por la futura oferta de tales elementos, pues el cambio a tecnologías verdes (incluyendo vehículos eléctricos, paneles solares y calefacción de bajo carbono) requerirá volúmenes mucho más grandes de tierras raras y otras materias primas esenciales. 

Por ello, expertos de la industria pidieron reglas más estrictas para el reciclaje en un reporte de Celeste, un proyecto de dos años financiado por la Unión Europea como parte de su programa de investigación e innovación Horizon 2020. Los autores examinaron lo que sucede con tales materiales actualmente, y su potencial disponibilidad y costo en el futuro.

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El reciclaje debe ser obligatorio para las materias primas esenciales que están presentes en placas de circuitos, en imanes utilizados en discos duros y vehículos eléctricos, en baterías de vehículos eléctricos y en lámparas fluorescentes, según sus conclusiones. 

Pascal Leroy, director general del WEEE Forum, uno de los organizadores del reporte publicado el lunes, dijo: “El suministro de estos materiales no está asegurado, por ejemplo, algunos provienen de países donde hay inestabilidad política. Pero algunos de estos materiales son críticos (para la tecnología verde en el futuro). Esto debe regularse mediante estándares mandatorios”. 

Aunque los metales de valor relativamente bajo –como el cobre, el hierro e incluso el platino– son reciclados frecuentemente, los metales raros son ignorados o desechados, porque su uso suele ser en cantidades tan pequeñas que los recicladores consideran que es muy costoso recuperarlos.

No obstante, la falta de certeza sobre el futuro suministro de tales materiales y la creciente demanda, impulsada por la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, podrían ocasionar una crisis de escasez de materiales esenciales en el futuro, lo que no solo elevaría los precios, sino que también podría ser altamente disruptivo para construir una economía verde, señala el reporte. Esperar a que tales incrementos en los precios bajen el precio del reciclaje dejaría a los fabricantes altamente vulnerables a disrupciones futuras. 

Federico Magalini, el director de Sofies UK, una consultora involucrada en el reporte de Celeste, declaró: “Si dejamos las cosas como están, agotaremos los materiales y en unos 20 años provocaremos una escasez. El incentivo económico para reciclar algunos materiales hace falta en estos momentos”. 

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Las pequeñas cantidades de materiales raros presentes en los productos finalizados significan que el reciclaje podría concentrarse en un pequeño número de instalaciones. Por ejemplo, Europa necesitaría tan solo un puñado de fábricas para recuperar los polvos fluorescentes de todas las lámparas utilizadas en el continente. 

Los esfuerzos de reciclaje han tendido a concentrarse en los metales de alto volumen que son más fáciles de reciclar, como el hierro, el aluminio y el cobre. En la Unión Europea, los objetivos regulatorios se basan en el peso y volumen, entonces hay pocos incentivos para que los recicladores busquen los pequeños volúmenes de metales raros, a pesar de su valor.

La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en ingles) recientemente calculó que si el mundo quiere alcanzar las cero emisiones de gases invernadero para 2050, la demanda de minerales críticos y raros será seis veces más alta que hoy en 2040. La demanda de litio por sí sola será 40 veces más alta en 2040 por su uso en las baterías. 

Fatih Birlo, director ejecutivo de los vigilantes de la energía, afirmó: “Las cifras muestran una disparidad abrumadora entre las fortalecidas ambiciones climáticas del mundo y la disponibilidad de minerales críticos esenciales para realizar tales ambiciones. Si se dejan sin tratar estas vulnerabilidades potenciales, podrían hacer el progreso global hacia un futuro de energías limpias mucho más lento y costoso, y por lo tanto, podrían afectar los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático”. 

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La IEA encontró que la producción y el procesamiento de muchos materiales, como el litio, el cobalto y otras tierras raras, estuvo altamente concentrada en un puñal de países, con los tres productores más grandes abarcando más de tres cuartos de la oferta global. La República Democrática del Congo produjo el 70% del cobalto y las tierras raras en 2019, y China, el 60%. China también es responsable de refinar alrededor del 90% de las tierras raras utilizadas globalmente.

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