Ni con alerta por Covid-19, turistas de EU pudieron resistirse a viajar a México

Es martes a la mitad de julio, y tras 16 meses de pandemia, el verano está en todo su esplendor. Justo en ese momento, el gobierno de Estados Unidos actualiza su alerta de viaje para México.

El mensaje de apenas unas líneas pide a sus ciudadanos reconsiderar sus planes de visitar el país por el repunte de contagios de Covid-19, mientras que llama a poner atención en la mitad de los estados ante los riesgos que representan en materia de seguridad, e incluso a no viajar a cinco de ellos: Colima, Sinaloa, Tamaulipas, Guerrero y Michoacán. La misma indicación que un mes atrás.

No es la primera y no será la última vez en que el gobierno de EU pida a sus ciudadanos que no viajen a México, a reconsiderar su viaje o a evitar ciertas zonas.

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Apenas se difundió la actualización, el gobierno de Quintana Roo, la entidad que depende más del turismo en el país, emitió un pronunciamiento para explicar el impacto de esa alerta.

“El nivel de alerta epidemiológica de los CDC (Centros para el Control de Enfermedades de EU) y la alerta de viajes del Departamento de Estado se mantienen en nivel 3 con las mismas recomendaciones de la actualización del 10 de junio en cuanto a los temas de seguridad. Cabe resaltar que en todas las actualizaciones de viajes que se han tenido en los últimos doce meses, Quintana Roo se ha mantenido en nivel 3 y no hay restricciones de viajes para turistas y/o funcionarios del gobierno de EUA en los principales destinos del estado: Cancún, Cozumel, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Tulum, Riviera Maya, Costa Maya”, lanzó.

Igualmente otro de los mayores destinos turísticos del país, Los Cabos, en Baja California Sur, adonde la autoridad de EU recomienda incrementar precauciones por seguridad, también se pronunció para mantener su atractivo para los viajeros.

“Los Cabos mantiene los estándares de salud e higiene como una máxima prioridad y continuará con sus estrictos protocolos implementados en el destino para brindar un entorno de viaje más seguro para todos los visitantes y la comunidad local”, indicó en un comunicado.

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Pero los datos reflejan que si bien, la alerta de viaje por Covid-19 se ha actualizado cada bimestre aproximadamente, y la de seguridad envía mensajes constantes desde que comenzó el nuevo gobierno de EU en enero pasado, su impacto es relativamente bajo en cuanto al flujo de turistas.

“Lo que sabemos de las alertas de seguridad, que son las que mejor conocemos, esos travel advisories que emite el gobierno estadounidense a través del Departamento de Estado no suelen ser consultados por los turistas, aunque sí es una medida importante y afecta a algunos segmentos”, comentó Francisco Madrid, profesor investigador de la Universidad Anáhuac. Al respecto, recordó solo un caso de 2017, que sí tuvo impacto en un sector particular: el turismo de reuniones.

Tras su conferencia de prensa para presentar el Panorama de la Actividad Turística en México en el primer cuatrimestre de 2021, el académico que lidera el Centro de Investigación y Competitividad Turística de esa universidad refirió que los datos muestran que incluso, a pesar de las alertas sanitarias y de seguridad, de parte de EU ha habido un crecimiento importante tanto en participación como en volumen de turistas que viajan a México, en primera instancia por la reducción de la conectividad aérea de EU con otros países, pero también por las restricciones para los estadounidenses para viajar a otros destinos.

La primera alerta sanitaria para viajar a México tras el cierre total de los viajes en EU a partir del inicio de la pandemia fue en agosto de 2020. El día 6 de ese mes, el Departamento de Estado de EU retiró la alerta global de viajes por Covid-19 y la cambió por una calificación por país en una escala de 1 como la más baja a 4 con el máximo riesgo, donde quedó ubicado México.

Para el octavo mes de 2020, México registró un alza de la llegada de turistas internacionales por vía aérea al país, al registrar 364,280 contra 322,720 de julio, de acuerdo con datos del Inegi.

Según explica la Secretaría de Turismo, en lo que va del año, más de tres cuartas partes (77%) de los turistas extranjeros que llegan por esa vía, principalmente a destinos de playa y las grandes ciudades del país, provienen de Estados Unidos. Antes de la pandemia, esa proporción apenas alcanzaba el 65%.

Al mes siguiente, la alerta bajó a nivel 3 para México, pero hacia diciembre regresó a su riesgo máximo. En contraste, la llegada de turistas internacionales, donde más del 75% eran originarios de EU, siguió al alza para cerrar el año en más de 1 millón de visitantes por vía aérea, más del doble que los 427 mil de septiembre de 2020 y la segunda mayor cifra después de la pandemia, solo debajo de mayo pasado.

Ahorros en pandemia

La pandemia de Covid-19 y las restricciones de movilidad en EU permitieron que las familias tuvieran un incremento en su capacidad de ahorro, que prácticamente se triplicó desde el 7.5% de sus ingresos registrado en 2019.

Ahora, con mayores opciones de viajar, muchas familias no pierden la oportunidad de darle uso a ese ahorro, que sumado a la reclusión, les ha dado un impulso por viajar.

A ello se suman la recuperación económica de EU, las restricciones que hay para que viajen a algunos destinos a la par de la falta de conectividad aérea tras el cierre de rutas por el inicio de la expansión del Covid-19 desde marzo pasado. Todo ello pone a México con ventaja en relación con los demás países, pues no ha puesto restricciones al turismo y ha recuperado buena parte de la conectividad aérea con su vecino del norte.

En comparación con 2019, la participación de mercado de México entre los destinos turísticos para EU casi se duplicó, al pasar de 40% en todo ese año a 71.6% en el primer trimestre de 2021.

“Todo tiene que ver con pocas opciones de Estados Unidos para viajar fuera del país”, sostuvo Madrid. “El gasto de viajes ante las pocas opciones que tienen los norteamericanos sigue muy compactado, esto está en todos los mercados. México está tomando ventaja importante, sí hay una recuperación derivado de una baja en la tasa de desempleo, un aumento de la confianza del consumidor”.