‘Sin nuestros hijos, nada más nos habría quedado sufrir’: Adultos mayores padecen inundaciones en Ecatepec
Las lluvias en Ecatepec inundaron casas en la tercera sección de Ciudad Azteca. Foto: Alexa Herrera / La-Lista

En otros años, si no baja el agua, me quedo sacándola toda la noche, pero ahora mis hermanas me dijeron ‘Ya súbete a dormir, mañana será otro día. Te va a hacer daño'”, cuenta Amalia Rojas Cuéllar, una mujer de 75 años que vivió sola las inundaciones en Ecatepec.

Desde hace 47 años, ella es vecina de la tercera sección de Ciudad Azteca, muy cerca de Polígono 1, pero en todos estos años ella no recuerda una situación del tamaño de la que se vive esta semana en el municipio más poblado del Estado de México.

Su comedor y cocina quedaron bajo el agua que alcanzó cerca del metro de altura, relata. Ella en otras ocasiones puede sola, pero esta vez reconoció que ya no, por lo que pidió ayuda a su sobrino para fuera a su casa.

“En la noche me subí, dejé todo, y hasta el primer escalón se quedó inundado”, recuerda en entrevista para La-Lista la señora que hasta el año pasado trabajaba en la venta de computadoras a universidades, pero dejó de hacerlo ante el cierre de la empresa por la crisis de Covid-19.

La señora Rojas Cuéllar dice que para la noche ya se había juntado el agua, pero hacia las 0:00, cuando la lluvia empezó de nuevo a caer con fuerza, ya no pudo hacer más.

Su sobrino llegó como a las siete de la mañana del martes. Por el momento él vive a un lado, con sus padres. En su casa también necesitaban ayuda, con su padre lesionado y su madre recuperándose de neumonía, pero él le dijo a doña Amalia: “Primero contigo tía, después ya vemos qué hacemos”.

'Sin nuestros hijos, nada más nos habría quedado sufrir': Adultos mayores padecen inundaciones en Ecatepec - ECATEPEC-8
“Primero contigo tía, después ya vemos qué hacemos”, dijo el sobrino de la señora Amelia Rojas. Foto: Alexa Herrera / La-Lista

José Eduardo Pérez Gavira, cuñado de Amalia, comenta que él o sus hijos le echan la mano, pero con la edad eso se complica. Por eso le dijeron: “Ni bajes, déjanos”; entonces él se dedicó a descansar.

“Si no hubieran estado nuestros hijos, nada más nos hubiera quedado sufrir. Qué nos queda así, lesionados, no hay de otra”, añade.

Sofía Catarino tiene 73 años y al igual que su vecina, vive sola en Ciudad Azteca, con la diferencia de que ella no tiene a ningún familiar cerca, pues su hijo vive en Aguascalientes.

Su sala, la cocina y el baño tienen afectaciones por las lluvias. Durante la noche intentó sacar el agua, pero ante el nivel que alcanzó en su patio trasero, es imposible porque se regresa. A las 10:00 horas, ella caminaba con un dolor en el coxis y pidió a sus vecinos una bomba, pues era la único manera de desaguar su casa.

“A las 5 de la mañana andaba con las cubetas, la cocina es donde está más inundado. La echaba al lavadero y ya salía por enfrente, pero se vuelve a llenar la casa. Me he dado cuenta que allá atrás se está filtrando, mientras esté lleno allí nunca se me va a acabar”.

Es tal la inundación en su hogar que el agua del drenaje se filtró a su cisterna, por lo que, lamenta, además tiene que llamar a alguien para que le vaya a limpiar.

Los 46 años que lleva viviendo en esa zona le enseñaron a ponerle una base alta a su refrigerador para que no se mojara el motor cada que llueve, pero la intensidad de las lluvias de este año superaron sus previsiones.

Su hijo le insiste: “Ya vende esta casa y te vas a Aguascalientes”. Y Sofía comprende su preocupación, pero toda su vida está en Ciudad Azteca. “Le digo que ya me voy a ir, pero no me voy”.

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