Alpinista del volcán Popocatépetl muere tras explosión del coloso

Una mujer alpinista de 25 años murió luego de una explosión que registró el volcán Popocatépetl, confirmaron autoridades de Puebla.

Un grupo de alpinistas no profesionales traspasó el radio de restricción de 12 kilómetros alrededor del volcán Popocatépetl y sufrieron un accidente al ser golpeados por material incandescente.

Fueron cuatro los montañistas que subieron al coloso el pasado miércoles; dos pidieron apoyo de las autoridades el jueves, por lo que acudió Protección Civil para rescatar a los otros. La mujer presentaba fractura de fémur y el hombre posible fractura de costillas.

Los rescatistas levantaron este viernes el cuerpo de la mujer y también se llevaron al montañista lesionado.

El grupo de alpinistas fue abandonado por el guía que los acompañaba, luego de que el volcán arrojara material incandescente y los golpeara.

Las cuatro personas eran originarias del municipio mexiquense de Tlalmanalco, Estado de México, y ascendieron al volcán, a 300 metros del cráter, una zona considerada peligrosa.

Protección Civil recordó que el comportamiento del Popocatépetl “es impredecible”.

“Como cualquier fenómeno de la naturaleza, no se puede determinar su actividad futura con exactitud. Subir no es una hazaña deportiva ni un mérito, es un acto de irresponsabilidad que pone en riesgo tu vida, la de rescatistas y del personal de Protección Civil que acude ante una emergencia”, indicó.

Así mismo, recordó que el 30 de abril de 1996 se suscitaron dos grandes explosiones que provocaron la muerte de cinco montañistas que se encontraban en la parte alta del volcán. Desde entonces su actividad se ha caracterizado principalmente por la formación de domos de diferentes tamaños y su consecuente destrucción a través de eventos explosivos.

Y la formación de un domo en el cráter provoca que al interior del volcán se empiece a acumular presión, pues impide la liberación de gases. Cuando se concentra demasiada presión los expulsa violentamente junto con grandes cantidades de material incandescente de distintas dimensiones: desde muy finos como la ceniza, hasta enormes del tamaño de un automóvil, por lo que resultan sumamente peligrosos.