Así inició EU el caso contra Salvador Cienfuegos… que México desechó

Una investigación elaborada por The New Times Magazine y ProPublica reveló cómo se fraguó la investigación que derivó en la detención del general Salvador Cienfuegos, titular de la Secretaría de la Defensa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, y que generó tensiones entre los gobierno de México y Estados Unidos. 

De acuerdo con el texto firmado por el periodista Tim Golden, una unidad de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) interceptó una serie de mensajes entre líderes de Los Beltran Leyva.

Según el relato, el 9 de diciembre de 2015, los agentes estadounidenses interceptaron una serie de mensajes entre Juan Francisco Patrón Sánchez, conocido como el ‘H2’, y Daniel Silva Gáfate, el ‘H9’, en los que el segundo le reveló que sostendría una reunión con un alto cargo de la Sedena, a quien bautizó como “padrino”.

Aparentemente, con quien había negociado era con Salvador Cienfuegos, quien durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, fue el titular de la Sedena.

Tras la revelación, los agentes comenzaron a juntar evidencia para demostrar que dicho grupo del narcotráfico podría estar solicitando protección con algunos de los funcionarios más poderosos de México. 

A la par, la investigación detalló que el general ya llevaba tiempo como objeto de una investigación por parte de la inteligencia estadounidense, a medida que ascendía en el escalafón del Ejército mexicano.

Además, fue ubicado como “un aliado reacio en la lucha contra las drogas” y un “nacionalista ardiente que era abiertamente hostil a la DEA”.

Los mensajes intervenidos también parecían revelar que Cienfuegos ya había mantenido una relación con los hermanos Beltrán Leyva y que durante meses “pidió dinero a los H con desvergonzada frecuencia”.

También, lograron identificar que pudo haber filtrado información de una investigación estadounidense en contra del H2.

El factor Veytia

El texto puntualizó que después del asesinato del H2 y el H9 a manos de integrantes de la Marina, el 9 de febrero de 2017 en Tepic, Nayarit, la investigación revivió con la detención de Edgar Veytia, quien era titular de la Fiscalía de Nayarit durante el sexenio de Roberto Sandoval.

Según los datos de las autoridades estadounidenses, Veytia había acordado con el grupo de los Beltrán Leyva, con previa autorización de Sandoval, brindarles protección a cambio de dinero y de disminuir los hechos de violencia en Nayarit.

La evidencia fue reunida tanto por la DEA como por el FBI, por lo que el fiscal fue detenido en marzo de 2017, cuando iba a cruzar a San Diego, California, para visitar a su familia.

El funcionaron prometió brindar información a cambio de un trato con la justicia estadounidense.

Entre los datos que aportó se encontraron que el gobierno nayarita participó en el desmantelamiento de los H, al gestionar una reunión entre el H2 y Veytia, que derivaría en el abatimiento del líder criminal, a manos de una unidad de élite de la Marina. 

“Los infantes de marina metieron a H-2 en la parte trasera de una camioneta y lo condujeron a una cuadra cerca de la casa de seguridad amurallada de la pandilla, donde ya se había desplegado una fuerza de infantería de marina más grande. Después de que los sicarios fueron aniquilados, dijo Veytia a los investigadores, los infantes de marina de Tigrillo empujaron a H-2 fuera de la camioneta, le entregaron un arma y le dijeron que corriera. Veytia no pudo ver al traficante mientras se alejaba cojeando. Pero escuchó claramente lo que el H-2 les gritaba a los infantes de marina: ‘¡Soy gente de Cienfuegos!’ gritó. ‘¡Soy de los cienfuegueros!’ Los marines lo mataron a tiros”, detalló el texto. 

La acusación contra Cienfuegos

Luego de reunir la evidencia, los estadounidenses comenzaron a armar el caso para enjuiciar a Cienfuegos en una corte.

Con los datos reunidos, presentaron el tema ante un gran jurado de Nueva York, el 14 de agosto de 2019. 

Durante meses, los estadounidenses buscaron más pruebas para vincular a Cienfuegos con el H2 y darle mayor solidez al caso; el hecho fue cuestionado por el entonces embajador en México Christopher Landau, quien quizo saber si se contaban con datos fehacientes de la acusación.

Meses después, el 15 de octubre de 2020, se dio la detención del genera en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, hecho que desató los roces entre México y Estados Unidos, y que puso al borde del peligro la relación bilateral entre ambos países.

“Nunca había visto a Marcelo tan enojado”, reveló Landau a The New Times Magazine y ProPublica, pues un día después de l aseguramiento del militar, el canciller mexicano lo había citado en sus oficinas para una consulta sobre el tema. 

La reacción mexicana provocó dudas en los estadounidenses, quienes se preguntaron si el arresto de Cienfuegos no había puesto en riesgo la cooperación entre ambos países. 

Así, William Barr, fiscal de general de Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump, intervino en el caso, realizó una evaluación de la evidencia presentada contra Cienfuegos y optó por liberar al general mexicano. 

Además, le entregó una versión de la investigación a Ebrard, misma que fue difundida por el gobierno mexicano. 

Meses después, en enero de 201, con Cienfuegos ya en territorio mexicano, la Fiscalía General de la República (FGR), aseguró que no había encontrado evidencia de delito en el actual de Cienfuegos y lo exoneró de cualquier acusación en su contra.