Paradero de Indios Verdes: robos, acoso sexual y más delitos en 2022

Sharon Aguilera ha sido víctima de acoso sexual una y otra vez en el paradero de camiones del Metro Indios Verdes en la Ciudad de México. La joven de 20 años ha soportado chiflidos, comentarios obscenos y hasta jaloneos en este sitio que debe visitar a diario para llegar a la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde estudia.

La agresión que más recuerda ocurrió el pasado mes de diciembre, en los últimos días de escuela antes de salir de vacaciones. Ya se le hacía tarde para llegar a la universidad y su camión no pasaba. Decidió salir a buscar un taxi, pero un hombre la siguió desde el paradero y le ofreció pagarle el taxi y acompañarla. Rechazó la invitación y su agresor se acercó más a ella. Le pidió su número y le insistió que le dijera su nombre.

“Se puso algo agresivo, me intentó agarrar del brazo y lo bueno fue que iba pasando un taxi y me subí rápidamente”, dice la joven delgada, de piel morena y cabello afro. “Afortunadamente también el taxista era un hombre muy tranquilo y que no tenía intención de lastimarme, me preguntó si estaba bien o si quería ir a poner una denuncia”.

La estudiante no quiso ir a denunciar, tenía prisa por llegar a la escuela y, al cabo de unas horas, entre el acompañamiento de sus amigos y sus labores educativas, se olvidó de la idea de acudir con las autoridades. Tampoco tenía mucha esperanza en que hicieran algo contra el hombre que la acosó. “Los policías hasta que te atacan, te ayudan”, lamenta.

El de ella es uno de los múltiples delitos que se cometen en el Centro de Transferencia Modal de Indios Verdes, al que hasta 2020, último dato disponible, llegaban alrededor de 1.3 millones personas cada día para abordar un medio de transporte. Tan sólo en 2022, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) abrió al menos 154 carpetas de investigación por delitos ocurridos en el paradero y en sus alrededores. El más común fue el robo en vía pública o dentro de un medio de transporte, con 82 casos; le siguió el abuso sexual con 17 expedientes.

Otros crímenes cometidos en esta zona, según datos de localización del Portal de Datos Abiertos del Gobierno de la Ciudad de México que fueron georreferenciados por La-Lista, son violencia familiar, narcomenudeo, amenazas, lesiones, fraudes, privación de la libertad, extorsión, daño a propiedad ajena, abuso de autoridad, acoso sexual y abuso de confianza.

La comisión de delitos en el paradero de Indios Verdes es posible por la gran afluencia de gente y la poca vigilancia que puede haber en los alrededores del lugar, consideran especialistas en temas de seguridad. En este espacio hay camiones, combis, Metrobús, Mexibús y Metro para llegar a diferentes destinos de la Ciudad de México y el Estado de México.

“Los paraderos de transporte público son instalaciones físicas donde hay mucha movilidad de personas y las amenazas son múltiples”, explica sobre este tema Manuel Vélez, subdirector de Investigación del Observatorio Nacional Ciudadano. “Hay zonas altamente vigiladas con los sistemas de monitoreo, pero a las afueras de los paraderos puede que no sea equivalente la protección. Esto lo que provoca son oportunidades para que las personas cometan delitos”.

La movilidad constante de usuarios y el desconocimiento de la zona por parte de los pasajeros son otros factores que desencadenan la inseguridad en un paradero como el de Indios Verdes, según Vélez. Para el especialista, es necesario que las autoridades refuercen la vigilancia de los paraderos desde distintos ámbitos.

“Las autoridades deben disponer de ciertas medidas de seguridad en varias capas. Una capa de vigilancia con monitoristas que estén revisando los accesos, las salidas, el entorno que esté cerca, vehículos con reportes de robo. Y tienes también la capa de personal que esté vigilando. Algo que también se necesita es el análisis de toda esa información, priorizar los esfuerzos y recursos ahí donde estén ocurriendo más los delitos”, expresa Vélez.

¿Pocos delitos o cifra negra?

El robo fue el delito más común en el paradero de Indios Verdes en 2022, según las carpetas de investigación iniciadas por la fiscalía de la Ciudad de México. Las instalaciones del Metro, donde se registraron al menos 33 casos, es donde se cometió más veces este crimen.

Solo tres robos dentro del Metro se cometieron con violencia, algo común en zonas como el paradero de Indios Verdes, donde miles de personas transitan cada día y lo más frecuente es el “bolseo”, según los expertos.

“Donde hay más alta concentración es donde ocurren más delitos patrimoniales de este tipo. En ciertos lugares donde los delincuentes perciben que la policía no está con suficiente capacidad, como en la colindancia de estados como lo es Indios Verdes, suelen operar más estos personajes”, dice Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Aunque se han registrado casos como el de Sharon, la estudiante de 20 años víctima de acoso sexual, el presidente del Consejo Ciudadano estima que los delitos cometidos en paraderos de transporte público son una minoría en la Ciudad de México.

Cada mes, el consejo recibe 24 mil llamadas de personas que han sufrido un delito. Entre el 2019 y el 2023 solo han registrado 34 crímenes ocurridos en paraderos de transporte público. Estos delitos son robo, extorsión, acoso sexual, agresiones y venta de droga. Los paraderos de Indios Verdes, Constitución de 1917, Pantitlán y Cuatro Caminos son los más mencionados por la gente que contacta a esta organización.

El Portal de Datos Abiertos del Gobierno de la Ciudad de México también arroja una baja proporción de carpetas de investigación por delitos cometidos en el paradero de Indios Verdes, respecto al resto de la alcaldía Gustavo A. Madero en la que se encuentra. En total, durante el 2022 se abrieron 20 mil 846 investigaciones por diferentes crímenes en esta localidad.

Pero también hay casos como el de Sharon, quien a pesar de ser víctima constante de acoso sexual no ha denunciado a sus agresores ante las autoridades. La joven no cree que el Ministerio Público vaya a investigar las miradas y las frases obscenas que la hacen sentir incómoda cada vez que llega a Indios Verdes para tomar el camión que la deja en la Escuela de Medicina del IPN.

Este paradero es una ruta obligatoria para ella y también es un lugar que le causa temor por todo lo que ha vivido: “Saber que alguien puede estar en la misma zona que tú y te pueda estar viendo o buscando sí preocupa”.