Sobreviviente de Nuevo Laredo: militares dispararon a heridos y obligaron a que me incriminara

El pasado domingo 26 de febrero, Alejandro Pérez, de 21 años, regresaba junto con su hermano y amigos de una discoteca en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando un camión militar comenzó a perseguirlos.

Lo que siguió fue una ráfaga de disparos y la orden “mátenlo, mátenlo”, según la declaración del joven, publicada por el diario El País este miércoles, un día después de que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconoció que sus elementos accionaron contra los civiles.

“Cuando ya salí de la camioneta, escuché que los militares decían, ‘¡mátenlo, mátenlo!’ Me pusieron pecho tierra. Luego aún escuché dos disparos más, y ya al rato vi a mi hermano tirado en el piso”, narró Alejandro a las autoridades, según el documento al que tuvo acceso el medio español.

La madrugada de ese 26 de febrero, cinco jóvenes perdieron la vida ─incluido el hermano de Alejandro─ y uno más quedó en estado de coma. Todos viajaban en la misma camioneta.

Según la versión de la Sedena, aproximadamente a las 4:50 horas, personal militar de una Base de Operaciones desplegado en Nuevo Laredo realizaba recorridos cuando “oyeron disparos de armas de fuego”. Posteriormente, dice la secretaría, visualizaron un vehículo tipo pick up con siete individuos a bordo, quienes se trasladaban a exceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas.

“Al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado”, indica la versión oficial. Pero Alejandro vivió algo distinto.

En su declaración publicada por El País, el joven explica que una de las camionetas de la Sedena los chocó por detrás y fue en ese momento en que los soldados empezaron a disparar. Del “estruendo por armas de fuego” que reportó la Defensa Nacional, Alejandro asegura que ninguno de ellos portaba armas y, de hecho, en el lugar no hubo ningún decomiso.

Después de los disparos, agregó el joven, los militares se acercaron. “Alcancé a ver cómo un elemento le disparó a un compañero que ya estaba herido. Él pedía una ambulancia, pero un elemento militar le disparó de nuevo”.

Testigos en el lugar de los hechos declararon que al menos dos jóvenes fueron ultimados con un disparo en la cabeza cuando ya estaban heridos en el piso, según reportó el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.

“Luego me preguntaron si quería vivir o morir, y yo les respondí que quería vivir. Ellos me dijeron que me declarara culpable, mientras me grababan en video. Que dijera que íbamos huyendo, lo cual no es verdad”, dijo Alejandro Pérez, quien al final accedió y fue grabado con el celular de un militar.

Hasta el momento, el caso solo está en manos de la misma Sedena y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), sin que la Fiscalía General de la República (FGR) se haya pronunciado por los hechos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió este miércoles que el asunto se investigará y, si se confirma que fue una ejecución extrajudicial, los militares deberán ser sancionados.