“Marchamos porque falta la voz de las mujeres en prisión”: contingente antipunitivista
El contingente antipunitivista llevó pancartas por las mujeres privadas de la libertad que no pudieron marchar. Foto: Reinserta

El 8M también se pintó de beige por las que no pueden marchar en las calles porque están privadas de la libertad. Son la cara del feminismo antipunitivista e interseccional.

Viridiana Molina, quien estuvo encarcelada cuatro años y seis meses por un delito que cometió su expareja, marchó en el Centro Histórico de la Ciudad de México vestida de beige para representar a sus compañeras. Tras su absolución en 2019, se convirtió en una activista a favor de los derechos de las personas privadas de la libertad y creó el colectivo Artículo 20. 

Con su compañera María de Jesús Yepez, quien lucha por la liberación de su hija desde hace nueve años, se colocaron al frente del contingente antipunitivista con una enorme pancarta que decía: “Marchamos este 8M porque falta la voz de las mujeres que están en prisión”.

Su motivo para marchar: exhibir que, en México, las cárceles son un sistema de castigo que se ensaña con las mujeres pobres, las racializadas, las migradas, las consumidoras de droga estigmatizadas, las disidentes.

Se estima que siete de cada 10 mujeres sufrieron algún tipo de violencia, incluyendo tortura sexual, en las diferentes etapas del proceso, como la detención y traslado, o la estancia en reclusión, de acuerdo con el diagnóstico nacional sobre tortura sexual cometida contra mujeres privadas de la libertad en México, presentado en 2022 por la Secretaría de Gobernación. 

Mientras que el 47.8% fueron incomunicadas o aisladas después de la detención, el 22% fue desvestida, el 29.8% golpeada y el 15.5% dijo haber sido agredida sexualmente, según datos de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021.

Las manos de las mujeres internas en el penal de Santiaguito en Almoloya, Estado de México, estuvieron en la manifestación en la Ciudad de México. Ante la imposibilidad de unirse a la protesta,  enviaron con las integrantes de la organización Reinserta una lona color verde con sus palmas impresas en púrpura.

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Mujeres internas en Santiaguito en Almoloya plasmaron mensajes y sus manos en una manta para la marcha del 8M. Foto: Neldy San Martín

“Ellas hicieron una actividad donde pusieron con sus manos pintura morada y mensajes que ellas, por estar privadas de la libertad, no pueden hacer escuchar de viva voz, pero nosotras nos encargamos de que estos mensajes sean llevados a las mujeres que se encuentran fuera del penal”, dijo Daniela Medina de Anda de la jefatura de Sobrevivientes de la organización Reinserta, cuya misión es mejorar las condiciones del sistema penitenciario, principalmente de las niñas, niños y adolescentes.

Flor, Miriam, Beni, Diana, Mia, Sofía, Aby y Liz plasmaron sus manos en la lona con mensajes de “justicia para todas las mujeres privadas de la libertad” y “aunque no seamos hermanas de sangre, somos hermanas de lucha”.

Carolina, también interna en Santiaguito, logró enviar un mensaje de voz al teléfono celular de una de sus excompañeras, hoy liberada, quien estuvo presente en la marcha: “Pido que se nos haga justicia y se nos escuche a las personas que llevamos más de 10 años en prisión preventiva sin sentencia”, dijo con la voz emocionada. “Fuimos torturadas y fuimos violentadas física y psicológicamente y no se nos ha escuchado. Pedimos que se les escuche a las mujeres que están en prisión, adultas mayores que no cuentan con atención médica ni con apoyo jurídico para un beneficio”, añadió.

De acuerdo con cifras oficiales, hasta 2021 había 12 mil 480 mujeres privadas de la libertad tanto por delitos del fuero común como del fuero federal, la cifra más alta de la última década. La mitad de ellas, 6 mil 569, sin una sentencia.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos señala que en promedio siete de cada 10 mujeres son abandonadas en los centros penitenciarios por sus parejas y familiares.

Las mujeres privadas de la libertad son las más invisibilizadas de esta fecha. Viridiana Molina pide al movimiento feminista que no se olviden de ellas: “Venimos a alzar la voz por todas ellas, a que se sensibilicen, porque nosotras también somos mujeres”.

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