Masaryk, zona de secuestros exprés
Ilustración: La-Lista

Avenida Masaryk en Polanco es conocida por sus exclusivas boutiques: Cartier, Gucci, Dolce & Gabanna, Louis Vuitton, y por los centros nocturnos a los que acuden las élites capitalinas, pero en los últimos cinco años también ha sido escenario de más de una docena de secuestros.

El homicidio del empresario Íñigo Arenas Saiz, quien fue reportado como desaparecido tras salir de un antro en Polanco, bar República, y luego fue hallado muerto, el domingo 6 de agosto, en un establecimiento nocturno en Naucalpan, el Black Royce, puso el foco sobre un fenómeno delictivo que incluye un viejo modus operandi que consiste en poner gotas de una droga en bebidas alcohólicas, el posterior secuestro de la víctima en un taxi y el desfalco de sus tarjetas bancarias.

En el caso de Arenas Saiz, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) concluyó que le fueron suministradas sustancias en el Black Royce. Su muerte habría sido provocada por “asfixia mecánica por sofocación inducida” con alcohol y sustancias químicas “de naturaleza controlada que limitaron su conciencia, funciones motoras y que en grado de probabilidad habría propiciado su deceso”. En el lugar lo habrían inducido a comprar cuatro botellas de 10 mil pesos cada una.

En el Black Royce fueron encontradas “pastillas” y sobres cuyo contenido dio positivo a clorhidrato de cocaína y recipientes para la aplicación de gotas. Las autoridades investigan la escopolamina como la sustancia que habría provocado la intoxicación del empresario.

De acuerdo con varios testimonios en redes sociales, el personal del Black Royce presuntamente está coludido con taxistas que llevan a personas en estado casi inconsciente, supuestamente después de ser drogados sin su consentimiento, para cobrarles cuentas de miles de pesos. Un usuario en redes sociales acusó que lo llevaron drogado y una vez en el lugar le vaciaron la cuenta bancaria y le robaron el celular.

Otros testimonios completan la radiografía de este delito. En 2022, el empresario Guillermo Rebolledo salió del bar República, abordó un taxi, fue secuestrado y posteriormente fue asaltado. En 2019, el abogado Gerardo Carrasco, cofundador del Consejo Nacional de Litigio Estratégico, también fue víctima de secuestro exprés tras salir del República. A golpes le sacaron su información bancaria y luego fue abandonado en Naucalpan.

Carrasco difundió su caso y comenzó a recibir mensajes de otras víctimas. En agosto del año pasado, luego de darse a conocer el secuestro de Rebolledo, Carrasco escribió en su cuenta de Twitter que los medios de comunicación que estaban interesados en difundir el tema del secuestro exprés en Polanco debían mandar a “reporteros a la esquina de Lafontaine y Masaryk a las 2 – 3 de la mañana todos los jueves, viernes y sábados”, pues se trataba de un delito que ocurría cada semana.

El número 407 de Avenida Presidente Masaryk, donde se encuentra el bar República, tiene al menos el reporte de dos secuestros en 2019, de acuerdo con las carpetas de investigación abiertas por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX).

Sin embargo, especialistas en seguridad como María Elena Morera, presidenta de la organización Causa en Común, apuntan que existe una cifra negra en este tipo de delitos debido a que las víctimas no denuncian porque tienen miedo de los criminales, pues son despojados de su información bancaria y personal.

El registro de las carpetas de investigación de la fiscalía capitalina muestran que desde 2019 a 2022 se denunciaron 47 delitos de privación de la libertad, plagio o secuestro y secuestro exprés en la colonia Polanco, una de las zonas de mayor plusvalía en la capital del país. 

De las 47 carpetas de investigación por secuestro en Polanco, 13 casos ocurrieron en Avenida Masaryk y la mayoría ocurrió en la madrugada, según la base de datos abiertos del gobierno de la Ciudad de México.

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El año en el que más denuncias por privación de la libertad se registraron en Polanco fue 2019, cuando la policía desarticuló una célula criminal que se dedicaba al secuestro de personas que tomaban un taxi de madrugada, derivado de la denuncia del abogado Gerardo Carrasco. Ese año la fiscalía capitalina integró 20 carpetas de investigación por secuestro, la mayoría de los delitos habría ocurrido entre 2 y 4 de la mañana.

En 2020, año de la pandemia por el Covid-19, se registraron seis plagios. En 2021 las denuncias por este delito volvieron a crecer, de enero a diciembre de ese año se abrieron 13 carpetas de investigación por privación de la libertad, plagio y secuestro en Polanco, mientras que en 2022 la cifra fue de ocho carpetas.

En la alcaldía Miguel Hidalgo operan principalmente tres grupos delictivos: Unión Tepito, Fuerza Anti Unión y Ronda 88, de acuerdo con un mapa elaborado por la Secretaría de la Defensa Nacional, que se encuentra entre los miles de archivos hackeados por el grupo Guacamaya.

¿Qué es la escopolamina?, la droga usada en antros y bares para robar a las víctimas

Víctor Tacher grabó un video en junio de 2021 para alertar a la población sobre el uso ilegal de la escopolamina para drogar a las personas en los antros y bares para luego robarlas. Él fue víctima de esta droga en un antro llamado Janis en la colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc.

“Toda tu voluntad está totalmente destrozada, eres un títere, eres un robot, es lo que pasa cuando te drogan con esto”, narró en el video.

Tacher mostró un video grabado por una cámara de seguridad donde se le ve caminando desorientado mientras es acompañado por un hombre que lo guía para que lo lleve a su departamento, donde le roba 80 mil pesos. Según Tacher, cuando grabó un primer video denunciando los hechos le llovieron los mensajes, 50 personas le escribieron para contarle que habían pasado por lo mismo.

El Observatorio Interamericano sobre Drogas señala que la escopolamina, también conocida como hioscina, que proviene del nombre científico de la hierba loca, “hyoscyamus niger”, y tiene un uso médico, también tiene un uso ilegal al ser incorporada en dulces, refrescos, alcohol y perfumes.

La sustancia “se administra a víctimas que han consumido previamente bebidas alcohólicas, lo cual hace más difícil determinar cuál o cuáles sustancias son las responsables del estado de intoxicación aguda en que llega el paciente al servicio de urgencias”.

Los efectos para las víctimas, según el Observatorio, son un estado de pasividad que llega a la inconsciencia, lo que es aprovechado por los delincuentes para robarles o inducirles a realizar acciones que pueden lesionarlos física, moral o económicamente.

Además, causa pérdida temporal de memoria, somnolencia y se puede asociar con el sonambulismo, pues la persona que ingiere esta sustancia puede no recordar lo que hizo bajo sus efectos.

En la ficha técnica de la escopolamina se añade una alerta sobre que en dosis muy altas causa convulsiones, delirio, depresión severa, psicosis, parálisis transitorias y la muerte. Mientras que en dosis mínimas también es altamente tóxica, alertan los especialistas.

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