Muertes por calor despuntan en México; urbes enfrentan fenómeno sin plan de mitigación
En lo que va de la temporada de calor 2024, México ha registrado 61 muertes. Foto: Samantha Guerrero/La-Lista

La temporada de calor en México, que inició en el mes de marzo y acabará en octubre, ha dejado 90 defunciones y mil 937 emergencias médicas asociadas a las altas temperaturas, según revela el último informe semanal de la Dirección General de Epidemiología, publicado la primera semana de junio. 

Estos datos apuntan que en poco más de dos meses; es decir, de marzo a junio de 2024, el calor extremo cobró al menos una vida diaria en el país, y que 91% de los casos se debió a golpes de calor, mientras que el resto se atribuyeron a deshidratación. 

“Me empecé a sentir sofocada, con dificultad para respirar y la visión un poco borrosa. Aunque nos cubría una lona, el calor era insoportable. No paraba de sudar y apenas me podía mover”, relata a La-Lista Elisa López, una mujer de 54 años que por su oficio de comerciante está expuesta a las altas temperaturas que han persistido en las últimas semanas en México. 

Elisa estaba casi inconsciente cuando su esposo la llevó a una clínica en Tlalnepantla, Estado de México, en los límites con la Ciudad de México, donde estaban trabajando.

“Me tomaron la temperatura, tenía 38 grados. Me suministraron suero y poco a poco me fui sintiendo mejor”, agrega la mujer. Esto ocurrió el pasado 25 de mayo, cuando la Ciudad de México rompió por cuarta ocasión su récord de temperatura al alcanzar 34.7 grados.

El médico que atendió a Elisa le informó que había sufrido un golpe de calor, la principal causa de muerte por altas temperaturas en México, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud. 

De seguir la tendencia, México podría concluir su temporada de calor de este año con cifras similares a las de 2023, cuando se registró el máximo histórico de padecimientos (4 mil 306) y muertes (421) por las altas temperaturas, según los Informes Semanales para la Vigilancia Epidemiológica

“Si las cosas siguen como van, podríamos volver a rozar cifras atroces de muertes este año; los termómetros han marcado temperaturas realmente espeluznantes en algunas ciudades del país (…) Las previsiones no pueden ser sino pesimistas, sobre todo para los más vulnerables”, dice a La-Lista Francisco Serratos, académico y escritor especializado en crisis climática y humanismo ambiental. 

Las cifras son más alarmantes si se toma en cuenta que en solo cinco años las muertes en México asociadas al calor han aumentado hasta 856%, al pasar de 44 decesos en 2019 a 421 en 2023, de acuerdo con los datos oficiales. 

Hace 10 años, en 2014, en México solo se reportaron 23 muertes en la temporada de calor. La tendencia se mantuvo así hasta 2019, cuando la estadística se duplicó. 

“El año que viene muy probablemente no sea tan cálido como este, porque habrá otros regímenes asociados al fenómeno de ‘La Niña’, pero en unos tres o cinco años las consecuencias del calentamiento global van a ser peor, las condiciones se irán agravando”, alerta Víctor Torres, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.  

Elisa es originaria de Guanajuato, pero en más de 40 años que lleva viviendo en la zona metropolitana de la Ciudad de México no recuerda un día tan caluroso como el que vivió el pasado 25 de mayo, cuando por primera vez experimentó los síntomas de un golpe de calor. 

Muertes por calor despuntan en México; urbes enfrentan fenómeno sin plan de mitigación - muertes-calor-1-1024x1280
Así han aumentado las muertes por calor en México en la última década. Gráfico: La-Lista

Olas de calor serán más frecuentes y prolongadas

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer que el martes 4 de junio llegó a su fin la tercera ola de calor en México, que comenzó solo unos días después de la segunda y duró 15 días. 

La segunda ola de calor también se prolongó más de los parámetros “normales”, pues abarcó del 3 al 13 de mayo, dejando 34 muertos y temperaturas récords en 10 estados. 

Víctor Torres explica que una onda de calor es el episodio en el que la temperatura ambiente rebasa cierto umbral de temperatura. Por ejemplo, lo “normal” para la Ciudad de México sería tener temperaturas máximas de 31 a 32 grados, pero cuando los valores comienzan a medirse arriba de los 33 grados, es inusual.

El investigador agrega que otra característica de las olas de calor es que no deberían durar más de cinco días. “En resumen, los parámetros comunes serían que la temperatura rebasara cierto umbral y permaneciera así de tres a cinco días, no más”, expone.

Muertes por calor despuntan en México; urbes enfrentan fenómeno sin plan de mitigación - olas-de-calor-mexico-1280x947
Personas se cubren del intenso calor en la Ciudad de México. Foto: EFE/Mario Guzmán

Asimismo, puntualiza que los umbrales difieren entre las regiones del país: por ejemplo, Yucatán puede estar acostumbrado a llegar a 35 grados, pero si llegara a los 40 ya es un exceso de calor, una temperatura que en el norte es más común. 

“Lo que hemos estado viviendo es que ese patrón ha sido muy persistente, casi no se mueve (…) Lo que los parámetros actuales nos indican es que a mediano y largo plazo las ondas de calor van a ser todavía más frecuentes y van a durar más”, advierte Torres. 

Torres agrega que, de acuerdo con un estudio del investigador Ernesto Jauregui (2009), entre 1877 y 1887 solo se registraron dos ondas de calor por año, pero entre 1920 y 1930 la estadística comenzó a aumentar, y para 1990 la frecuencia se incrementó considerablemente: ya ocurrían hasta seis olas de calor. 

En dicho estudio, Jauregui alertó que las ondas de calor tienden a aumentar el riesgo de muerte en la población urbana, y que era probable que la incidencia de estos fenómenos creciera todavía más.

Para este año, el SMN pronosticó cinco olas de calor, es decir, a México todavía le faltan dos periodos calurosos en lo que resta de la temporada. De seguir la tendencia de las ondas pasadas, es posible que las que vienen también tengan una duración mayor a cinco días. 

“Las consecuencias del cambio climático ya se están dejando sentir. Los eventos climáticos que hemos presenciado son una prueba de ello: la sequía, las olas de calor extremo, los huracanes como ‘Otis’ en Acapulco y el crecimiento del mar en las costas son solo algunos ejemplos de una realidad que ya nos alcanzó”, expresa Francisco Serratos. 

¿Estamos preparados?

Víctor Torres menciona que México es un país que por su posición y características geográficas no podría alcanzar temperaturas récords como en la India, que llega a los 50 grados. Sin embargo, la desigualdad, la escasez de recursos hídricos y la infraestructura de las urbes nos hacen estar menos preparados para las ondas de calor. 

“En general, se sufrirá por estas consecuencias, no estamos preparados ni hay un plan de acción para combatir estos eventos. Por el contrario, la población va creciendo y en la medida en que eso pase también serán más frecuentes las ondas de calor”, 

El especialista plantea que una opción para las ciudades es empezar a mitigar los efectos de un fenómeno asociado al uso de suelo, conocido como isla de calor (cuando las ciudades se calientan más que los alrededores por el tipo de suelo y energía que recibe). Ciudades como Phoenix, Arizona, han implementado campañas para incrementar las áreas verdes, y “al parecer les ha funcionado”.  

Hay estudios que demuestran que haciendo techos blancos o cambiando el material de las construcciones ayuda a bajar la temperatura en las ciudades. Y otro plan para mitigar el calor es recuperar los cuerpos de agua en las ciudades. 

“Hay soluciones de infraestructura que podrían mitigar esas olas de calor, pero definitivamente la mejor opción es demandar, ahora mismo, un paro definitivo a la quema de combustibles fósiles. Esta es la raíz de todo el problema”, enfatiza Francisco Francisco Serratos.

Muertes por calor despuntan en México; urbes enfrentan fenómeno sin plan de mitigación - calor-combustibles-fosiles
La reducción de la quema de combustibles fósiles ayudaría a mitigar los efectos del calentamiento global. Foto: EFE

Víctor Torres refiere que el calor que vive actualmente el país –y otras regiones del mundo– es producto del calentamiento global, el cual ya no tiene punto de retorno. 

“En el punto en el que estamos ya no es correcto hablar de cambio climático, porque no hay un cambio. Lo que vemos es que la temperatura sigue subiendo y subiendo, está al alza, y se asocia a la concentración de emisiones de gases de efecto invernadero, eso ya representa un calentamiento global, que no cambiará de rumbo hasta que se tomen decisiones drásticas”, puntualiza. 

En este sentido, considera que las autoridades deben empezar a tratar el asunto como un problema de salud pública, por lo que, dice, implementar planes integrales le conviene tanto a los gobiernos como a las personas y a la industria privada: mientras más bajen los costos de producción, el gobierno estaría ahorrando en insumos médicos y las personas bien informadas pueden salvar sus vidas. 

Síguenos en

Google News
Flipboard