Baches en la CDMX: Una pesadilla para los automovilistas Baches en la CDMX: Una pesadilla para los automovilistas
El gobierno de la CDMX puso en marcha un plan para atender los baches en calles y avenidas. Foto: Majo Vázquez/La-Lista

Alrededor de las 4:30 de la madrugada, Enrique Pérez conducía hacia su trabajo a una velocidad de 50 kilómetros por hora. La ruta estaba llena de encharcamientos, porque una noche antes no paró de llover, pero el joven iba confiado porque ya conocía los baches del camino. Al llegar a Toreo, en el Periférico de la CDMX, disminuyó la velocidad, pero su maniobra no fue suficiente. El bache que recordaba de 30 centímetros, ya era tres veces más grande

De inmediato, las dos llantas del lado izquierdo de su vehículo quedaron ponchadas. Ahí, en medio de la madrugada y de una de las vialidades principales de la CDMX, tuvo que orillarse para llamarle a una grúa. No podía esperar a que su seguro llegara, pues a las 7:00 de la mañana tenía un compromiso importante en el trabajo. Enrique partió en el transporte público a su compromiso.  

“Mi seguro sí cubre el tema de las llantas, pero aquí lo que importaba era el tiempo: tenía que llegar a mi cita del trabajo, además de que se hubieran llevado mi vehículo y me lo hubieran regresado varias semanas después. También, sabía que podía hacer el reporte ante el gobierno de la CDMX para pedir el pago por los daños, pero eso implicaba mucha burocracia y tiempo, que honestamente no tenía, por eso decidí hacerlo por mi cuenta”, dice. 

Enrique sabía que al hablarle a una grúa y moverse del lugar todos los gastos correrían por su cuenta, ni el seguro ni el gobierno de la CDMX se harían cargo de reparar el daño a su vehículo, pero no tenía opción. Entre la grúa, una reparación provisional y comprar las dos llantas, pagó 5 mil 800 pesos por un bache que llevaba meses en esa zona sin ser reparado.  

El gobierno de la Ciudad de México informó el pasado 16 de octubre que se han identificado 42 mil baches, de los cuales 15 mil se ubican en vías principales, como el Periférico, donde Enrique y otros automovilistas han sufrido accidentes y daños a sus vehículos. El resto de los baches están en calles, lo que representa un riesgo incluso para peatones y ciclistas.  

Cada vez más baches en la CDMX, y más profundos 

Para ir a su trabajo, Mario Cruz se traslada en automóvil desde el norte del Estado de México hacia el sur de la Ciudad de México, en trayectos de hasta dos horas y media. La ruta que toma también es por Periférico. 

“La cantidad de baches en esa vialidad es sorprendente. A partir del Toreo empiezan los baches mucho más intensos y profundos, y este año creo que fue más notorio por las lluvias que vinieron luego de los tiempos de calor”, refiere.  

Mario calcula que en su trayecto hay por lo menos 50 baches, sobre todo en los carriles centrales y laterales del Periférico. A veces logra esquivarlos; en otras ocasiones se encuentra con la sorpresa de que el bache fue tapado, pero al avanzar solo un par de metros más hay uno nuevo. 

Hasta 2019, el 62% de la superficie de rodamiento de la Ciudad de México se encontraba “severamente deteriorada”, es decir, que se requería mantenimiento correctivo de repavimentación. En ese entonces, la Secretaría de Obras puso en marcha un plan de trabajo –el Bachetón– con el que se preveía atender el total de la superficie asfáltica dañada en un lapso de tres años.  

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Los baches son huecos pronunciados que se generan en el asfalto por distintos factores. Foto: Francisco Castillo/La-Lista

Para 2022, el gobierno capitalino informó que el 67.6% de las principales avenidas de la CDMX ya habían sido atendidas, y prometió que ese mismo año se harían trabajos de repavimentación en otras 59 vialidades –entre ellas Periférico– con una inversión de mil 130 millones de pesos. En informes oficiales no figura el estatus de estos trabajos, pero Mario refiere que, si acaso se ha repavimentado, no resulta de mucha utilidad.  

“¿De qué les sirve presumir que repavimentan ciertas zonas si cuando pasas por ahí está hecha añicos? Seguramente, si lo hicieron, fue con asfalto diluido y al final no sirve de nada”, expresa Mario Cruz. 

Miriam Téllez, académica de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que el principal problema con los baches en la CDMX es el material con el que están construidas las calles y avenidas: el asfalto. Este material se característica por su flexibilidad y además al estar compuesto de micropartículas, cualquier condición externa, como el viento, la lluvia, el calor y hasta el aceite automotriz, va a provocar el desgaste y deformación en el asfalto.  

“Las lluvias y el peso de los vehículos por supuesto que van a agravar el problema, porque además la vida útil del asfalto es muy breve. Si se hiciera el esfuerzo por sustituir con concreto hidráulico la realidad sería otra”, enfatiza.  

La experta agrega que si una calle o avenida es repavimentada y al poco tiempo hay problemas otra vez, no solo tiene que ver con la mala calidad del material, sino también con la forma en que se hace. En este sentido, puntualiza que por muy pequeño que sea un bache es necesario quitar todo el material asfáltico, hacer una forma rectangular o cuadrada, rellenar y usar una compactadora sobre esa superficie.  

“El problema es que los programas de bacheo se enfocan muchas veces en solo tapar unas grietas, cuando en realidad esas grietas son el síntoma de la enfermedad. Si solo tapas esa grieta y no vas más allá de la superficie afectada, el problema volverá a aparecer. Pero además, cuando colocas el asfalto de esta manera se forma una junta fría, esto es que no hay adherencia”, dice Miriam Téllez. 

Explicado de otra manera, refiere que es como cuando te atienden mal una caries: “en lugar de hacer un boquete profundo para quitar todo lo dañado y luego tapar, solo te colocan la resina encima. En poco tiempo esa caries te volverá a doler, pero además ya se habrá hecho más profunda”.  

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Es cuestión de tiempo para que las grietas en el asfalto se conviertan en baches. Foto: Melissa Galván/La-Lista

Según la Secretaría de Obras, alrededor del 38% de la carpeta asfáltica de la CDMX requiere mantenimiento preventivo, es decir, hay grietas o hundimientos leves que, en cuestión de tiempo, pueden convertirse en grandes baches.  

A esto se suma que el dinamismo en la Ciudad de México hace que la carpeta asfáltica no tenga un tiempo adecuado de compactación después de una pavimentación, “porque a todos los vehículos les urge usar esa calle o avenida”, dice Miriam Téllez. 

La arquitecta agrega que el peso y las dimensiones de los vehículos de carga también agravan el problema de los baches, pues contribuyen a deformar las vialidades principales, como por ejemplo el Eje Central y la Calzada Ignacio Zaragoza, donde hay profundos hundimientos de suelo.  

“Por más que repavimenten estas zonas, no habrá una mejoría si no se imponen más normas respecto a pesos y dimensiones de los vehículos, si no se cambia el asfalto por concreto hidráulico y si no se implementa un procedimiento constructivo específico para tapar los baches”, puntualiza.  

¿Quién paga los daños causados por los baches? 

Sandra Mendoza circulaba en su vehículo a unos 50 kilómetros por hora, cuando en Ejército Nacional, alcaldía Miguel Hidalgo, alcanzó a ver a lo lejos un bache grande. Revisó por los espejos para calcular la distancia de los otros carros, pero no podía maniobrar, lo único que  alcanzó a hacer fue reducir la velocidad para minimizar el impacto.   

Al día siguiente, Sandra notó que la llanta de su vehículo tenía un chipote. Por su propia seguridad decidió acudir a la agencia automotriz y cambiar el neumático, lo que le costó alrededor de mil 500 pesos.  

“Alguien me había dicho que hay una forma de hacer un trámite ante la Ciudad de México para que te reponga los daños causados por el bache, pero la verdad el proceso me parece engorroso y no tengo el tiempo suficiente de hacerlo. Además, para que ellos se hagan cargo de los daños debía permanecer en el lugar, y yo me fui confiada en que nada le había pasado a mi carro”, cuenta.  

Aunque el daño por el bache quedó solo en la llanta, Sandra considera que tratar de esquivar un bache puede resultar mucho más grave que caer en él. “En mi caso no tenía para dónde moverme, pero igual si hubiera dado el volantazo pude haber ocasionado un accidente mayor con los otros carros”, agrega.  

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Los baches causan daños a los vehículos, pero también pueden ocasionar accidentes más graves. Foto: Melissa Galván/La-Lista

Para el 72.8% de los habitantes de la Ciudad de México los baches representan el principal problema, por encima de la percepción de inseguridad, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).  

Por las afectaciones que pueden causar, los baches, los agrietamientos y los hundimientos de suelo están contemplados en el Atlas de Riesgo de la Ciudad de México, un instrumento que brinda información sobre los peligros y vulnerabilidades que pueden afectar al territorio capitalino. 

La firma de abogados estadounidense Worby Vecchio Edelman, LLP –especializada en lesiones por accidentes automovilísticos– señala que un bache puede causar un impacto al vehículo muy parecido a la fuerza de un choque a 56 kilómetros por hora. Asimismo, indica que el mayor riesgo por los baches lo enfrentan los motociclistas.  

En agosto pasado, un motociclista circulaba sobre el Circuito Interior Río Churubusco –una vialidad principal en la CDMX–, cuando cayó en un bache y salió proyectado hacia un poste de luz, perdiendo la vida casi al instante. Según reportes de medios de comunicación, el bache ya había sido reportado en varias ocasiones, pero en lugar de ser reparado se fue haciendo cada vez más grande.  

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Para el 72.8% de los habitantes de la Ciudad de México los baches representan el principal problema. Foto: Francisco Castillo/La-Lista

El plan del gobierno contra los baches

Los automovilistas que caen en un bache en la Ciudad de México pueden reclamar al gobierno un pago por el daño causado en sus vehículos e incluso por lesiones. Para ello, deben orillarse cerca del lugar del accidente, llamar al *0311, proporcionar los datos exactos de lo ocurrido y esperar al ajustador de seguros.  

Suena más fácil de lo que es. En el mejor de los casos, en 10 días puedes obtener el pago de acuerdo con los daños causados, pero en la mayoría de las solicitudes la burocracia frena el proceso hasta por tres meses. Hay casos en los que incluso tienes que recurrir al Ministerio Público o a un juez cívico para reclamar la reparación del daño.  

En el caso de los seguros de auto, estos generalmente cubren los daños por baches si cuentas con una cobertura amplia, lo que representa un costo adicional para los automovilistas. Pero aún si te es aplicable estarás sin tu vehículo por lo menos tres semanas.  

Hace unos meses, Mario Cruz cayó en un bache en Periférico. Aunque el golpe fue fuerte, no distinguió una afectación a su vehículo, por lo que continuó su camino. Al llegar a su destino se dio cuenta que dos tapones de sus llantas se habían caído, y de inmediato supo que había sido por el bache.  

“Mi seguro no alcanza a cubrir este tipo de daños, entonces pues tiene que salir de mi bolsillo. Hasta la fecha mi auto sigue sin tapones, me saldría alrededor de 2 mil pesos ponérselos y es un gasto que ahora mismo no puedo hacer”, menciona.  

Los daños por los baches van más allá de las afectaciones al vehículo. Cuando Enrique Pérez cayó en el bache en Periférico notó una leve torcedura en la muñeca y un dolor muscular en la espalda, que atribuye al intento de maniobrar para esquivar el bache. 

En el caso de Mario Cruz, si bien no ha resultado con lesiones después de caer en baches, señala que le “genera mucho estrés el solo hecho de subir al carro y pensar en el trayecto”.  

El pasado 16 de octubre, la jefa de gobierno de la CDMX, Clara Brugada, anunció una nueva fase del programa Bachetón, con el que se comprometió a atender en una primera etapa los baches ubicados en las colonias Pedregal de Santa Úrsula (Coyoacán), Moctezuma Primera Sección (Venustiano Carranza), San Pedro Xalpa (Azcapotzalco,) Unidad Vicente Guerrero (Iztapalapa) y Ramos Millán (Iztacalco). Así como en la avenida Picacho-Ajusto y la Calzada Ignacio Zaragoza, una de las vialidades que presenta más problemas de hundimiento de asfalto.  

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Las calles y avenidas de la CDMX tienen alrededor de 42 mil baches. Foto: Francisco Castillo/La-Lista

“Calculo que nos tomará alrededor de cinco meses avanzar sustancialmente en los baches, pero a lo mejor nos lleva más tiempo”, dijo Clara Brugada en conferencia de prensa, reconociendo la gravedad del problema.  

El secretario de Obras de la CDMX, Raúl Basulto Luviano, agregó que el objetivo del Bachetón es “dar un mantenimiento profundo a la carpeta asfáltica, se trata de recorrer calle por calle para identificar la totalidad de baches”.

En este sentido, la arquitecta Miriam Téllez señala que desde hace varias administraciones la Secretaría de Obras ha implementado programas de mantenimiento a la carpeta asfáltica, por lo que le resulta “increíble que este siga siendo el problema medular de la CDMX, sin entender las condiciones del suelo, el material que se usa y la forma en que se emplea”.

Sandra Mendoza es consciente de que al trabajar vía remota ya no tiene que vivir a diario la “pesadilla de los baches, porque no solo están uno tras otro, sino que son cada vez más profundos”.  

“Si ves un bache, que Dios te acompañe y te vas a él, porque si te mueves para algún lado puede ser mucho más grave, no hay manera de evitarlos. Ni siquiera tendríamos que buscar la reparación del daño al vehículo si las autoridades corrigieran el problema. Es hasta insólito que no se den cuenta el estado en el que están las calles y avenidas”, remarca Sandra.  

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