Caso Ayotzinapa: sin verdad histórica ni claridad sobre qué pasó
El fiscal especial del caso informó que se identificó genéticamente un hueso perteneciente al normalista Jhosivani Guerrero de la Cruz, el tercero de 43.
El fiscal especial del caso informó que se identificó genéticamente un hueso perteneciente al normalista Jhosivani Guerrero de la Cruz, el tercero de 43.
El gobierno de Enrique Peña Nieto habría mentido sobre el paradero de al menos uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala en septiembre de 2014. La identificación de los restos de un tercer normalista, dada a conocer este martes, deja de lado la “verdad histórica” del sexenio pasado, al tratarse de un cuerpo que se dio por identificado.
“(En) la Administración de Peña Nieto, cuando se construía la ‘verdad histórica’, a Jhosivani (Guerrero de la Cruz) ya se le había dado por identificado”, explica Humberto Guerrero, coordinador de Derechos Humanos de la organización Fundar, una de las organizaciones que acompaña a las víctimas.
“Pero esa identificación era falsa”, dice. El procedimiento se hizo por medio del ADN mitocondrial, el cual, según el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), era poco confiable para ese caso.
También lee: Ayozinapa: Universidad de Innsbruck identifica restos del normalista Jhosivani Guerrero
Este martes 15 de junio se supo que una vértebra lumbar encontrada en la barranca de la Carnicería, en Cocula, Guerrero, a por lo menos un kilómetro del basurero de esa localidad donde se presumía la presencia de los restos de los 43 normalistas, pertenecía a uno de los estudiantes desaparecidos en 2014, Jhosivani.
Ello lo informó el fiscal especial para el caso, Omar Gómez Trejo, después de la reunión que sostuvieron los familiares de las víctimas con las autoridades en el Palacio Nacional.
Este es el segundo fragmento óseo que la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador identifica como perteneciente a dos de los jóvenes desaparecidos. El primero fue en julio de 2020, Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, gracias a un resto de dos gramos de peso del calcáneo de su pie derecho. En ambos casos, la identificación genética se realizó en la Universidad de Innsbruck, en Austria.
Estos dos se suman a la única identificación que hizo la Administración anterior, Alexander Mora, en 2014, por lo que aún quedan los casos de 40 estudiantes por resolver.
Nuevo hallazgo
En el encuentro estuvieron los padres y madres de una treintena de los estudiantes desaparecidos; el presidente de la República; el fiscal General de la República, Alejandro Gertz-Manero; la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; y las organizaciones que acompañan a las víctimas, entre otros.
Los padres de Jhosivani, Margarito y Martina se presentaron, aunque Gómez Trejo fue personalmente a comunicarles el hallazgo el pasado sábado.
“Este hueso es considerado vital”, decía el titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa, en relación con la vértebra. “Los resultados de estudios por ADN nuclear, a diferencia del ADN mitocondrial, permiten certeza de identificación del 99.999%”, aseguró. Gómez Trejo se refería al tipo de ADN que se usó para confirmar que la vértebra pertenecía a Guerrero de la Cruz.
El funcionario puso énfasis no sólo en eso, sino en el hecho de que el hueso no tenía señas de haber sido quemado o expuesto al fuego, para remarcar que la única verdad que hubo en el relato conocido como la “verdad histórica” es que fue una gran mentira.
Según esa narrativa, que dio el gobierno de Peña Nieto, los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa fueron detenidos el 26 de septiembre de 2014 por policías en Iguala y entregados al cártel Guerreros Unidos. Este grupo los ejecutó, los incineró en el basurero de Cocula y arrojó los restos en el río San Juan.
Pero el hallazgo de 2020 ya desvirtuó oficialmente la narrativa con la que el gobierno anterior quiso zanjar el caso Ayotzinapa, porque los fragmentos óseos que aún se siguen encontrando y mandando a Austria para su análisis, estaban a casi un kilómetro del basurero de Cocula. “Geográficamente es imposible que ese resto hubiera estado en el basurero y hubiera llegado por efecto del viento o la lluvia al lugar (la barranca de la Carnicería)”, aclara Guerrero.
Tan famoso como desconocido
El experto de Fundar calificó la noticia de “avance” pero reconoce que el caso Ayotzinapa es tan famoso como desconocido. “Cuándo llegó ese fragmento (óseo) a esa zona, cómo, quiénes lo hicieron. Todo eso está aún por responderse”, dice.
A estas preguntas, se añade la confusión de los propios familiares. “El que existan estas dudas, de qué ocurrió, también genera que algunos (papás y mamás) no descarten que otros (estudiantes) puedan estar con vida”, dice Guerrero.
El representante de Fundar también estuvo en la reunión del martes. Nada se les informó sobre los avances en la orden de extradición que hay contra el que fue jefe de la investigación del caso en el gobierno anterior, Tomás Zerón, hoy prófugo de la justicia y escondido en Israel.
Hace unas semanas, el presidente de México agradeció públicamente a la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, que le enviara parte de un expediente que podría contribuir al esclarecimiento del caso. Aunque Guerreo asegura que “lo que dijo Andrés Manuel en la reunión fue: ‘vi a la vicepresidenta y le pedí el expediente”, dice, pero no mencionó que ya se le hubiera mandado.
Los pasos inminentes de la investigación del caso se darán este 16 de junio, cuando una misión del gobierno mexicano viaje de nuevo a Austria para entregar un nuevo grupo de fragmentos óseos para su identificación genética. Estos también se encontraron en la barraca de la Carnicería.
En paralelo, siguen las declaraciones de testimonios a la vez que el Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI) analiza documentos y archivos del Ejército. Guerrero explica que después de resistencias, tres reuniones con el jefe del Estado y una orden presidencial, el grupo de expertos tuvo acceso a los partes, instrucciones, radiogramas y resto de información en manos del cuerpo castrense. “La investigación continúa abierta”, zanjó el fiscal especial, Omar Gómez Trejo.