El aire de Monterrey es 'veneno': hasta las aves tienen plomo en la sangre... y estos son los culpables

Viernes 18 de abril de 2025

El aire de Monterrey es ‘veneno': hasta las aves tienen plomo en la sangre... y estos son los culpables

Una de las principales empresas contaminantes es Ternium, empresa presidida por César Jiménez Flores.

Contaminación en Monterrey
La contaminación en Monterrey causada por plomo puede provocar severos daños a la salud.
Pexels y Wikimedia Commons

La contaminación industrial en Nuevo León sigue cobrando factura, y las pruebas de su impacto se acumulan. Un reciente estudio en San Nicolás ha revelado niveles alarmantes de plomo en aves, con concentraciones de hasta 14.4 microgramos por decilitro de sangre, una cifra que supera los límites considerados seguros incluso para los seres humanos.

Esta situación apunta directamente a la contaminación generada por diversas industrias en la región, destacando entre ellas Ternium México.

¿Quiénes son los responsables de la contaminación en Monterrey?

Ternium, empresa presidida por César Jiménez Flores, se posicionó en 2019 como la cuarta mayor emisora de plomo en el estado, además de ser una fuente significativa de cadmio y cromo, metales altamente tóxicos. Sin embargo, no es la única industria señalada. La Refinería de Pemex en Cadereyta, bajo la dirección de Víctor Rodríguez Padilla, y Zinc Nacional, recientemente clausurada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), han sido identificadas como emisoras de contaminantes peligrosos.

La situación se agrava con la creciente crisis en la calidad del aire en Monterrey y su zona metropolitana. Durante el mes de febrero, los niveles de partículas PM2.5 triplicaron el límite permitido, según datos del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental (SIMA).

Estas partículas microscópicas representan un riesgo severo para la salud pública, ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones y el torrente sanguíneo, provocando enfermedades respiratorias y cardiovasculares, además de reducir la esperanza de vida de los habitantes de la región.

El deterioro ambiental ha llevado a un incremento en la presión sobre la industria. La PROFEPA, en un esfuerzo por regular las emisiones contaminantes, recientemente impuso una clausura temporal a Ternium en Xoxtla, Puebla, por el vertido ilegal de aguas residuales en el río Atoyac. Este tipo de acciones refuerzan la importancia de una regulación estricta y efectiva, pero aún queda mucho por hacer en Nuevo León.

Las autoridades medioambientales, encabezadas por Mariana Boy y la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, han sido clave en la implementación de medidas para mitigar la contaminación industrial en otras partes del país. Ahora, la expectativa recae en que estas acciones se trasladen con urgencia a Nuevo León, donde la población enfrenta una crisis sanitaria derivada de la contaminación del aire y el agua.

El impacto de la contaminación industrial no solo se refleja en la calidad del aire y en los ecosistemas locales, sino también en la salud de la población. Estudios han demostrado que la exposición prolongada a metales pesados como el plomo, el cadmio y el cromo puede causar daños neurológicos, afectar el desarrollo infantil y contribuir al incremento de enfermedades crónicas.

La problemática en Monterrey exige una respuesta contundente tanto de las autoridades como de las empresas responsables. La implementación de regulaciones más estrictas, la inversión en tecnologías más limpias y la supervisión constante de las emisiones industriales son medidas urgentes para evitar que la situación se siga deteriorando.

Mientras tanto, Monterrey sigue siendo una de las ciudades con peor calidad del aire en México, y sus habitantes continúan expuestos a niveles de contaminación que ponen en riesgo su bienestar.

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