El futbolista Héctor Bellerín se une al equipo de los ‘influencers’ de la moda

Desde George Best hasta David Beckham, pasando por estrellas más recientes como Megan Rapinoe y Héctor Bellerín, los futbolistas y la moda combinan tanto como ‘Posh’ y ‘Becks’.

Pero mientras los futbolistas clásicos influenciaron la moda simplemente por la ropa que usaban, las generación de hoy refleja los ideales de altruismo y franqueza de una forma en que antes no se hacía.

Bellerín, quien estrenó una colección sustentable con H&M el jueves, es el futbolista más reciente en colaborar con una marca de moda, pero de una manera más responsable socialmente.

Su colección de parkas, camisas, y blazers, hechos de algodón orgánico, Tencel y poliéster reciclado, es un raro ejemplo de la colaboración de una marca popular y una celebridad que se pregona como una oferta más consciente dentro del mundo del fast fashion.

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Aunque concede que “ninguna marca es 100% sustentable”, Bellerín, quien además es vegano, enfatiza la importancia de hacer que su colección sea lo más sustentable posible. En una sesión de preguntas para promocionar la colección, dijo: “Para mí, no puede ser de otra manera”. Y añadió: “El activismo a través de la ropa también es una forma de protestar y moverse en la dirección correcta“.

Su colaboración sigue a otras parecidas como la de Marcus Rashford, quien unió fuerzas con Burberry en noviembre en una serie de iniciativas para ayudar a los jóvenes con desventajas, y también como la de la capitana de la selección femenil de Estados Unidos y activista por los derechos de la comunidad LGBTQ Megan Rapinoe, quien fue el rostro para la edición otoño/invierno de Loewe, y quien le dijo a CNN en ese momento que le daba la bienvenida como una oportunidad para cambiar los roles de las atletas en los deportes de mujeres, “en los que creo que nos tienen muy encasilladas”. El jugador del Olympique de Lyon, Memphis Depay, también se asoció con la marca italiana de lujo Valentino para una colaboración con la revista Gaffer. En una entrevista para acompañar la campaña, habló de problemas como el impacto dañino de las redes sociales.

El influyente papel de los futbolistas ha evolucionado durante la pandemia, y su credibilidad en la moda lo hizo de la misma manera. “El último año le dio más tiempo de reflexión a las personas y … las marcas (han buscado maneras) para hacer las cosas de otro modo”, incluyendo la búsqueda de nuevos talentos, dijo Jordan Wise, el cofundador de Gaffer y False 9, una agencia de contenido que suele trabajar con futbolistas.

Desde la perspectiva del futbolista, dice Wise, “ellos han tenido más tiempo libre en casa y fuera de la burbuja de los entrenamientos y partidos”. Gracias a ese tiempo extra fue posible la colaboración de Bellerín y H&M. “Tuvo tiempo para asistir a reuniones por Zoom con el equipo de diseño en Suecia”, dice Ehsen Shah, el director ejecutivo y fundador de B-Engaged, la agencia de marketing deportivo que representa a Bellerín. “Él vive solo, entonces no tiene nada más que hacer”.

Él piensa que el fútbol era un obstáculo para que los jugadores encontraran su voz fuera del deporte, recuerda “muchas críticas” desde la industria de la moda cuando Bellerín comenzó a aparecer en las pasarelas con prendas simbólicas que, según Shah, eligió como estrategia para destacar. Incluso ahora, dice, “hay mucho por recorrer para que la moda se tome en serio al fútbol”.

Pero hay razones por las que esta generación está encontrando más influencia. Ellos son, dice Wise, “mucho más expresivos que los anteriores, entonces los atletas o músicos modernos tienen intereses fuera de los ámbitos que los hicieron famosos”, y cada vez más, los futbolistas “se expresan desde la perspectiva de la moda”.

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Como miembros de la Generación Z, futbolistas como Rashford y Bellerín pueden dirigirse a sus enormes audiencias de una manera que los jugadores del pasado sólo podían soñar. Wise pone a Depay como ejemplo: “Él realmente tiene una personalidad más grande que el deporte. Acaba de estrenar su primer álbum de música, entonces tienen bastantes seguidores por su expresión artística”.

Los seguidores de los futbolistas pueden compararse con aquellos de los actores de Hollywood y las estrellas de pop. Los 3 millones de Bellerín en Instagram se comparan favorablemente con grandes nombres como Morgan Freeman y John Travolta, mientras que los 4 millones de Rashford en Twitter le dan más peso del que tiene Boris Johnson en la plataforma.

Antes predominaba el estereotipo de que los futbolistas tenían poco que decir y que en caso de hacerlo no llegaba más allá de los diarios deportivos, con fotografías de ellos en automóviles de lujo o en fiestas. Muchos jugadores de las nuevas generaciones son conocidos a niveles más profundos.

“Siempre hay una relación tensa entre la prensa y los jugadores”, dice Shah. “Pero ahora tienen contacto directo con los fans“, lo que les otorga la oportunidad de representar los problemas que más les preocupan.