Canadá combatirá el fraude de mariscos, pero excluye a los restaurantes
Una hembra (al frente) y un macho de salmón rojo sobre huevos en el río Adams en la Columbia Británica, Canadá. Fotografía: Nature Picture Library / Alamy Stock Photo

Las autoridades de salud alimentaria de Canadá anunciaron mejoras en el monitoreo para combatir el fraude de los mariscos, después de que el reciente análisis de Guardian Seascape encontró errores en el etiquetado de pescados en todo el mundo. No obstante, los activistas ambientales están preocupados porque las muestras obtenidas para un importante reporte detrás del anuncio no incluyeron a restaurantes y servicios de alimentos y utilizaron una metodología menos precisa.

En su reporte más reciente, publicado el 24 de marzo, la Canadian Food Inspection Agency (CFIA) dijo que sólo el 8% de los mariscos que examinaron durante los últimos dos años estaban mal etiquetados, después de las inversiones en la reducción del fraude de alimentos. Analizaron 352 muestras recolectadas de procesadores domésticos, importadores, y pescados empacados en supermercados en 2019 y 2020.

En un comunicado, Bernardette Jordan, la ministra de pescaderías, océanos y la Guardia Costera Canadiense, confirmó que el gobierno tomará acciones “con la industria para fortalecer la rastreabilidad y combatir el fraude de los pescados”.

Pero el reciente análisis de Guardian Seascape reveló que el 36% de las más de 9,000 muestras de mariscos obtenidas de más de 30 países estaban mal etiquetadas, incluyendo a Canadá, donde cuatro estudios documentaron que las tasas están entre el 25% y el 55%. Uno de esos cuatro fue patrocinado por la CFIA, y encontró una tasa promedio de malos etiquetados del 32.2%.

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En junio de 2019, Canadá invirtió 19.4 millones de dólares (estadounidenses) durante cinco años para combatir el fraude de alimentos, con la CFIA impulsando las inspecciones, recolección de muestras y análisis de alimentos para confirmar la autenticidad. Cabe resaltar que el nuevo reportaje no obtuvo las muestras de restaurantes u otros servicios alimenticios, donde las tasas de mal etiquetado constantemente son las más altas.

Su metodología también fue menos estricta que la de muchos otros estudios. Para considerar que una etiqueta era adecuada, las muestras sólo tenían que coincidir con el nombre común del pescado, según un portavoz de la CFIA.

Pero un estudio publicado en Marine Science este mes dice que la “lista de peces” de la CFIA es vaga, está desactualizada y es engañosa. “Alrededor de 100 especies pueden agruparse bajo un solo nombre, y decenas de diferentes nombres pueden usarse para una sola especie”, dice el estudio, que exhortó a Canadá a reformar urgentemente sus políticas de etiquetado y rastreo de mariscos.

Paul Lansbergen, presidente del Fisheries Council of Canada, una asociación de la industria de los mariscos, reconoció que probablemente hay diferencias de metodología entre el estudio de la CFIA y otros que muestran tasas mucho más altas. “Esos estudios sólo buscan problemas con el etiquetado”, dijo Lansbergen. “La CFIA es mucho más objetiva”.

Josh Laughren, director ejecutivo de Oceana Canada, un grupo activista por el medio ambiente, dijo que lo motivaba ver que la CFIA publicara el nuevo estudio a pesar de que los resultados no coinciden con los propios análisis de Ocean ni con los estudios previos de la CFIA. “Revela la necesidad de obtener muchas muestras para mirar un panorama preciso”,dijo Laughren.

Más significativo, dijo, es el compromiso continuo de Canadá para implementar mejores rastreos de mariscos. En 2019, el primer ministro Justin Trudeau emitió un mandato al ministerio de salud para desarrollar un programa de rastreo “del barco al plato”.

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Un portavoz de la CFIA dijo que un artículo de discusión sobre el programa se presentará para la consulta pública en los próximos meses. “La transparencia y rastreabilidad harán más que solo reducir los malos etiquetados”, dijo Laughren. “Ayudarán a reducir la pesca ilegal e insostenible, y mejorarán las prácticas laborales”.

Hasta principios de la década de los 90, Canadá era el exportador de mariscos más grande del mundo. El día de hoy, sólo el 24% de las reservas marinas de pescados canadienses se consideran saludables y el país importa más de lo que exporta.

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