Estados Unidos prohíbe la importación del petróleo, gas y carbón de Rusia

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió este martes 8 de marzo las importaciones de petróleo, gas natural y carbón proveniente de Rusia, como sanción a ese país por su invasión a Ucrania.

El presidente estadounidense anunció el veto a los productos rusos en un discurso en la Casa Blanca, antes de partir hacia Texas, el mayor estado productor de petróleo y gas del país.

Esto significa que “el petróleo ruso no será aceptado en puertos de Estados Unidos y que el pueblo estadounidense asestará otro golpe fuerte a la maquinaria de guerra”, expresó Joe Biden a casi dos semanas de haber iniciado la invasión de Rusia en Ucrania.

En la práctica, la prohibición, que tiene efecto inmediato, supone el bloqueo por parte de Estados Unidos de cualquier compra nueva de crudo y de ciertos productos petroleros, gas licuado y carbón rusos, además de cancelar las entregas de contratos existentes.

Un funcionario de alto rango del gobierno de Estados Unidos aclaró en una llamada con periodistas que la medida se materializa también en la prohibición de nuevas inversiones estadounidenses en el sector energético ruso.

Al mismo tiempo, se veta a los estadounidenses participar en inversiones extranjeras en la industria de la energía de Rusia.

La prohibición de hoy se suma a las sanciones económicas adoptadas recientemente por Estados Unidos y sus aliados contra Moscú, como la restricción de las operaciones internacionales del banco central ruso y la suspensión de determinados bancos rusos del sistema internacional SWIFT.

Impacto en los habitantes de Estados Unidos

Si bien esta decisión del gobierno de Estados Unidos es una sanción a Rusia por su invasión a Ucrania, este veto también tendrá un impacto en los ciudadanos estadounidenses. El más visible será el aumento del precio del combustible, que hasta ahora ya ha tenido un incremento de 75 centavos.

Biden reconoció en su discurso que “defender la democracia” ante la invasión rusa de Ucrania va a suponer “costos” para los estadounidenses, en referencia al notable aumento del precio del combustible registrado en los últimos días.

Sobre este tema, el presidente estadounidense adelantó que hará todo lo posible para minimizar el incremento de los precios de la energía en Estados Unidos y advirtió a las compañías petroleras que no tolerará que se beneficien de la situación inflando precios.

“Nos estamos acercando a niveles récord de producción de petróleo y gas en Estados Unidos”, remarcó Biden.

En paralelo, Washington lleva a cabo conversaciones con productores y consumidores de energía para garantizar el suministro global y su estabilidad.

Más allá de los combustibles fósiles, el gobierno estadounidense quiere aprovechar esta situación para profundizar en la transición hacia las energías verdes, como alternativa al petróleo y al gas.

Biden consideró que esta crisis sirve de recordatorio de la importancia de que su país sea independiente desde el punto de vista energético: “Debería motivarnos para acelerar la transición a la energía limpia”, reflexionó Biden.

Con información de EFE