Las sanciones impuestas por Occidente a Rusia

Las potencias occidentales y sus aliados impusieron severas sanciones como respuesta a la invasión de Rusia en Ucrania. Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Gran Bretaña, Australia, Japón e incluso países como Suiza, que históricamente se habían mantenido neutrales ante conflictos bélicos, tomaron medidas contra Rusia.

Las sanciones son un castigo al gobierno de Vladimir Putin y pretenden disuadirlo para que detenga las acciones militares que ha ejecutado en territorio Ucraniano.

¿Cómo funcionan las sanciones y cuál ha sido la respuesta de Rusia?

Las sanciones son las medidas más duras que se pueden aplicar a un Estado además de ir a la guerra. Son medidas coercitivas que se aplican contra países, entidades no estatales o individuos que, según el gobierno o el organismo que las impone, suponen una amenaza para la paz y la seguridad internacional.

Están diseñadas para dañar la economía de un país con el objetivo de intentar que cambie el comportamiento de su gobierno. Pueden ser prohibiciones de viaje, congelamiento de cuentas bancarias, embargos de armas, entre otras. Hay sanciones que se dictan desde el Consejo de Seguridad de la ONU, y hay otro tipo que las aplican unilateralmente los países. Estas últimas son las que suelen ser más controversiales. En América Latina tenemos varios ejemplos, como el embargo de Estados Unidos a Cuba o las sanciones de la UE a Venezuela

Las sanciones que se le impusieron a Rusia durante los primeros días de la invasión de Ucrania buscan aislar al país del sistema financiero internacional. La UE, Estados Unidos, Reino Unido y sus aliados acordaron eliminar a varios bancos rusos del sistema de pagos interbancarios más usado en el mundo: SWIFT. Esta prohibición va retrasar los pagos que el país recibe por sus exportaciones de petróleo y gas, una de las principales fuentes de ingreso del país. Aún así, Moscú podría evadir esta sanción y recibir pagos a través de sistemas similares a SWIFT, como el sistema interbancario chino.

Otras medidas son igual de drásticas y sin precedentes, Occidente acordó congelar lo activos del Banco Central de Rusia, esto quiere decir que el gobierno de Vladimir Putin tendrá acceso limitado a las reservas internacionales de 630 mil millones de dólares que tiene el país. No había ocurrido antes una medida similar contra el banco central de una nación del G20, las 20 economías más influyentes del mundo. Esta acción pretende empujar a Rusia a una recesión lo más profunda posible.

Occidente también impuso sanciones individuales, incluyendo al propio presidente Vladimir Putin y a su ministro de Exteriores Sergei Lavrov. Estados Unidos, la UE, Reino Unido y Canadá ordenaron congelar sus activos y, en el caso de Estados Unidos, no podrán viajar a ese país. Estos países también anunciaron que están identificando y congelando los activos de funcionarios y élites cercanas al gobierno ruso así como a sus familias.

En una acción que no ha dejado de sorprender, Suiza que ha sido neutral en todo tipo de guerras desde el año 1815 rompió esa tradición y anunció que aplicará las mismas sanciones de la Unión Europea, incluyendo la congelación de cuentas bancarias.

A todo esto se suma la prohibición general de los aviones rusos de ingresar al espacio aéreo de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, y las restricciones de transmisión de los medios estatales rusos Sputnik News y RT. En respuesta, Rusia se ha centrado en medidas internas para contener el golpe a su economía, y el gobierno de Vladimir Putín no tardó en anunciar sus propias sanciones en contra de Occidente. Derivado de esto, la población rusa empezó a sentir el impacto de las sanciones con el desplome del valor del rublo y las restricciones a servicios internacionales.

Hay que recordar que Rusia suministra el 26% del petróleo y el 40% del gas que consume la Unión Europea, un corte en el suministro disparará los precios globales de la energía.

Las aerolíneas de Reino Unido ya no pueden volar sobre el espacio aéreo ruso mientras que Aeroflot, la principal aerolínea del país, canceló todos sus vuelos a destinos europeos.

El alcance y la efectividad de las sanciones de Occidente están por verse, y aunque impactarán principalmente a la economía rusa, los analistas prevén que tendrá repercusiones negativas no solo para ese país y su población, sino para algunos de los países occidentales que las están impulsando.