El presidente no está bien
Política consciente

Licenciada en Relaciones Internacionales. Consultora en imagen pública y estratega en comunicación. Actualmente produce y conduce el programa The White Table para MMoodtv. Cofundadora del colectivo TÚ x México. Twitter: @anapatam_mx

El presidente no está bien
AMLO criticó a la Corte y al Poder Judicial. Foto: Presidencia

En los últimos días hemos visto a un presidente envuelto en una confrontación directa nunca antes vista en ningún gobierno, haciendo señalamientos sobre los ingresos y patrimonio de periodistas “famosos”, particularmente el caso de Carlos Loret de Mola, revelando información fiscal y confidencial, poniendo en riesgo tanto su seguridad como la de su familia.

Como el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha podido explicar el lujoso estilo de vida de su hijo José Ramón Obrador en Houston y quién pagó por todo eso falseando información de dónde trabaja, ni ha podido desmentir nada del reportaje de Latinus y Mexicanos Unidos Contra la Corrupción, por lo que en lo que parece un acto desesperado, se ha dedicado a desviar la atención usando todo el poder el Estado hacia los ingresos del periodista, lo que ha enfurecido tanto al gremio periodístico como a la sociedad civil. El día que el presidente tenía que responder por la muerte del quinto periodista en lo que va del año, optó por no hablar de ese tema y lanzarse en contra de Loret de Mola.

Hemos visto actos de protesta en redes sociales, en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, e incluso en Palacio Nacional por parte de los periodistas protestando por los asesinatos de los colegas y en defensa de la libertad de expresión en nuestro país. Lo que ha logrado hacer el presidente es unir tanto a un gremio tradicionalmente desunido como a la sociedad civil para repudiar y rechazar sus muestras de autoritarismo.

Todos los presidentes de la República y todos los funcionarios han sido objeto de escrutinio, el periodismo se hace desde la critica, ¿por qué habría de ser diferente con él?

Es inaudito que desde Palacio Nacional se esté violando el artículo 16 de la Constitución frente a las cámaras, revelando información personal a modo de venganza personal, con el despropósito de descalificar y debilitar al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), órgano autónomo dedicado a proteger los datos personales.

Es inadmisible que un presidente gobierne con calumnias, amenazas, violencia, agresiones, con tiranía, con mentiras y que utilice toda la fuerza del Estado en contra de quienes lo critiquen, lo expongan o no estén de acuerdo con él, o por el simple hecho de que a él no le guste. A esto se le conoce como abuso de poder.

Cruzó la línea de la radicalización de su gobierno, el inicio de la persecución y la desintegración de todo lo que él juzgue que se interpone con sus sueños de transformación, despreciando la institucionalidad, la legalidad, los contrapesos, etc.

Al no contar con argumentos para aclarar el conflicto de interés y los posibles actos de corrupción, recurre al ataque, a un ataque que no es simétrico ya que pone a las instituciones del Estado a confrontar y descalificar en este caso a un periodista, pero que mañana podría hacerlo contra cualquier ciudadano.

No debemos cerrar los ojos ante el deterioro del país en los últimos tres años, es nuestra responsabilidad no quedarnos callados y continuar señalando cualquier tipo de atropello de este y de cualquier gobierno, seamos el contrapeso que impida la destrucción sistemática de nuestro país y de nuestra democracia. México nos necesita.

Las intenciones del presidente han quedado al desnudo, su discurso de austeridad y anticorrupción quedó destruido con la casa de Houston, y ha decidido por la radicalización echando por la borda la ley y la democracia.

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