César Galicia dice que un San Valentín revolucionario es irte a la cama solo y en paz

Esta semana pensaba que uno es consciente de que vive en tiempos revolucionarios porque tiene que reaprenderlo todo. Y eso significa renunciar a sueños.

Antes la vida era ordenada: estudiar-trabajar-formar familia. Hoy, o todo se mezcla o falta alguno de los tres o hay alguno que no se acaba nunca (el de formarse).

Querías hacerte mayor para tener tu propio depa en la capital, y ahora da gracias si consigues un cuarto decente en una vivienda compartida. 

Soñabas con ser algo de mayor y cuando lo eres, ves que no sirve de mucho porque gran parte de las profesiones del futuro aún están por inventarse.

Y mañana es el día de los enamorados y nos recuerda que también estamos cuestionando el amor. O las relaciones de pareja. O entre parejas. O entre personas.

En eso se basó mi conversación con el sexólogo César Galicia, porque esto es lo que hace en su columna en animal.mx; en su canal de YouTube, Sexplaining; en sus perfiles en redes sociales y sus platicas en Ted Talk.

Después de escucharle pensé que aún no hemos terminado la revolución de nuestros tiempos, porque aún no hemos definido las nuevas reglas. 

L-L: ¿Cómo ve un sexólogo el San Valentín?

César Galicia: Hay una parte que me recuerda las peores dimensiones del amor romántico: estar solo es un es una especie de fracaso, celebrar amistad es una suerte de premio de consolación, hay la obligación de a ver quién da el regalo más grande, más caro y más pomposo. 

L-L: ¿Pero qué hay de malo en el amor romántico?

CG: El amor romántico es una ideología.

L-L: Ya empezamos…

CG: Una cosa es el amor romántico y otra es el enamoramiento. El amor romántico da un valor e interpreta el enamoramiento: sólo puedes sentirlo una vez, es heterosexual, en una relación monógama, con “la” persona, no importa que sea tóxica o violenta. Además, está muy cruzada por el género.

L-L: Los roles.

CG: La dinámica Disney: la princesa espera mientras el hombre mata el dragón. Para las mujeres, el propósito de vida es ser amadas por los hombres. En los hombres, tienes que probarte a tí mismo que eres alguien digno de amor. 

L-L: Ahora entiendo por qué un amigo me decía que le daba hueva ser hombre…

CG: Me gusta mucho el ejemplo de la película “La La Land”, tiene un final feliz, ¡el más feliz! Las personas más bellas del mundo se separaron y cada quién hizo la vida que deseaba.

L-L: Anti-Hollywood.

CG: Al final la gente llora por la separación pero si hubiesen tenido la vida de fantasía, no hubiera sido la que ambos hubieran querido.

L-L: Pero los que lo lloran, son minoría ya, ¿o no?

CG: El amor romántico ha tenido cambios y los feminismos lo están cuestionando mucho porque reprime a la mujer. Pero yo tengo 28 años, mi roomie tiene 34 y nuestros padres nos siguen diciendo que cuándo nos vamos a casar y a tener hijos. ¡Los vecinos creen que somos novios, o esposos!

L-L: Cómo sería pues un San Valentín atípico

CG: Que las personas festejen ese día si se les antoja y si no, que se vayan a dormir sin estar preocupados porque son solteros y no hicieron nada.

L-L Otro binomio que también tenemos claro que no es lo mismo: sexo y amor. Pero se parecen…

CG: Por el amor romántico. 

L-L: Y el contacto, el deseo…

CG: El sexo es una cosa, el orgasmo otra cosa, el enamoramiento, otra y el amor, otra. Químicamente pueden llegar a parecerse pero no son lo mismo. Se siente igual porque cuando tienes un orgasmo muy intenso, tu cerebro lo asocia a que te dijeron que eso es señal de enamoramiento.  

L-L: ¿Qué cambios has notado en la sexualidad en esta pandemia?

CG: Se acrecentó mucho la masturbación. Lo veo con mis pacientes y también, porque aumentó el consumo de juguetes sexuales y de porno. Y buena parte de las interacciones pasaron a ser digitales. Cuando inició la cuarentena, Tinder liberó la aplicación para que pudieras sextear con gente de todo el mundo.

L-L: Abrir la mente de golpe.

CG: Ahí esta la oportunidad, hay personas que vieron esto y dijeron “voy a descubrir mi sexualidad”. Conozco gente que no ligaba mucho y ahora en distancia, sí.

L-L: Cuéntame eso.

CG: No ligaban mucho porque les daba ansiedad. De repente, están encerrados, no ven a gente, se dan la oportunidad de ligar online y lo empiezan a disfrutar. Es más fácil conocer a alguien en llamada de Zoom, porque sabes que si hay un problema, cierras la compu y no pasa nada. 

L-L: Y puedes poner filtros.

CG: ¿Es general? No. Son cosas anecdóticas que he visto pero que se deben estar dando en algún grado.

L-L: ¿Y qué hay de los hombres y el amor romántico?

CG: He visto mucho vincular el amor y la capacidad de ser amados con lo que podemos hacer: ser buenos proveedores, resolver problemas, no llorar… Esta cuestión de poder se mezcla con la violencia porque esa exigencia, puede provocar frustración. De repente no puedo darle a mi pareja la vida que quisiera porque no gano suficiente, y esta frustración la descargo con ella para recuperar esa sensación de poder. 

L-L: Pensaba que éramos nosotras las que nunca nos sentíamos suficientes.

CG: Muchas personas no nos sentimos suficientes pero las razones son diferentes. Un hombre quizás lo demuestre teniendo sexo con muchas mujeres o cometiendo un acto violento.

L-L: ¿Qué más observas?

CG: A partir de muchos feminismos, hay muchas mujeres que han cuestionado el rol del hombre en los cuidados. Y a muchos, todavía no les cae el veinte. No entienden lo que está sucediendo. Hay una especie de promesa masculina: si haces esto, esto y esto, tendrás tu pareja. Y de repente, esa promesa no se cumple. Los hombres están en genuino shock. 

L-L: En las generaciones millennial y Z, menos, ¿no?

CG: El gran error es creer que las nuevas generaciones se están relacionando de forma diferente, pero son lo mismo con distintos matices. Ninguna generación es radicalmente opuesta al anterior. Hoy quizás no hay tantos conflictos en ciertos sectores culturales porque la mujer trabaje, pero hay un conflicto porque pasan demasiado tiempo trabajando. 

L-L: ¿Cómo tratas tu esto?

CG: Un hombre con explosiones de enojo incontrolable en algún momento de la terapia entiende de donde viene y aprende a reconocer emociones y a desarrollar técnicas para cambiar. Es falso que la gente se enoja de 0 a 100, más bien, no se percibe ese vacío. 

L-L: ¿Y qué cambios has visto?

CG: He visto hombres que han tenido conductas violentas y que se han hecho bien weyes; hombres profundamente afectados por estas conductas y emprenden el camino para sanarse y algunos que sin tener conductas violentas, solo por un aviso, están cuestionándose. Son minoría. No sé adónde va a avanzar eso pero que es posible romper patrones violentos de conducta, sí.