Justicia para Camila

Si tú caminas en las calles de Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, en todo el país, vas a escuchar una frase que resuena una y otra vez: “Quiero que mis hijas e hijos puedan vivir tranquilos y bien”. De hecho, esta es la principal razón por la que fundé mi Asociación Civil, por la que seguí empujando por hacer vida pública. Políticas públicas para el bienestar de niñas, acceso a oportunidades para las personas con discapacidad, han sido mis principales banderas. 

El feminicidio de Camila nos debe consternar a todos y todas. Por múltiples razones. Porque nos falta una niña de ocho años, cuyo mayor crimen fue querer jugar con su amiga. Porque para la población de Taxco la única justicia que se pudo haber dado fue un linchamiento público. Porque a pesar de que los feminicidios se redujeron en 2023 comparados con 2022, aún se tiene mucho que hacer. El objetivo es claro: ni una menos.

Las declaraciones del secretario de Seguridad Pública de Taxco, Doroteo Eugenio Vázquez son deplorables, y tienen que denunciarse. Ninguna familia, ninguna madre, tiene la culpa de que secuestren y asesinen a su hija. Tenemos que erradicar estas actitudes de nuestros cuerpos de seguridad. En los gobiernos de la transformación no debe haber cabida para revictivimizar. Estas actitudes, que reflejan un sesgo patriarcal, en que las mujeres y niñas somos las únicas responsables de nuestra seguridad y cae en nosotras cuidarnos de los hombres, deben ser señaladas y erradicadas con mayor y mejor capacitación. Existen protocolos y trabajos para dar seguimientos adecuados a estos casos tan terribles. No revictimizar es también parte del proceso de justicia que se tiene que otorgar. 

Mi corazón está con la familia de Camila. No puedo imaginar el dolor que experimentan en este momento. El caso de Camila no puede quedar en su dolor y un linchamiento. El proceso de justicia debe seguir, y dictarse formal sentencia a quienes han resultado involucrados. Se deben instituir medidas en Taxco que permitan reconstruir el tejido social y la confianza en las instituciones de seguridad. 

Ya lo ha dicho la Dra. Claudia Sheinbaum: debemos trabajar para atender las causas de la violencia. Sé que mucha gente ha denostado este esfuerzo como un esfuerzo de brazos caídos. Nada más alejado de la realidad. La violencia de género solo podrá erradicarse si se trabaja en las causas estructurales del problema. 

Apostarle al punitivismo no es la ruta que queremos. Construir un México seguro, un país donde las niñas y niños puedan ir a jugar con sus amigos sin preocuparse va más allá de construir y llenar prisiones. Pedir reformas al Poder Judicial, al acceso de la justicia no es perdonar el crimen. Es saber lo que muchas familias mexicanas saben, las prisiones no una solución a largo plazo, se debe atender el problema de manera integral, no hay de otra. La paz se construye de raíz.

El feminicidio de Camila no puede quedar impune. No podemos perder a más niñas, a más mujeres. No podemos tener miedo de jugar en la calle. Para lograr esto tenemos que empezar a atender las causas.