¿Qué parada sigue para Kavak, luego de alcanzar el mítico nivel de unicornio?

La historia de Kavak surgió en el 2013 pero vio la luz hasta 2016. “Lo bonito de Kavak es que nació con un carro hasta ser líderes dentro de la industria, siempre con apego a entender cómo mejorar la vida de los clientes”, dice Carlos García, cofundador y CEO de la plataforma en línea para comprar, vender, financiar y asegurar autos seminuevos.

Con cuatro años y medio en el mercado Kavak pisó el acelerador tras alcanzar un levantamiento de capital de 400 millones de dólares de fondos como General Atlantic, DST Global, Greenoaks, SoftBank y Kaszek Ventures, lo que los colocó con una valuación de más de 1,150 millones de dólares, dándoles el título de ser el primer unicornio mexicano.

Pero ese nombramiento no es la meta final para Kavak, y tampoco debe serlo para ningún emprendimiento. “Ser unicornio no es un fin, es un medio de transformación”, dice Vincent Speranza, director general de Endeavor México.

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Sin embargo, los retos vienen con la conquista de mercado nacional e internacional, así como contar con el equipo y una empresa lista para afrontar el crecimiento vertiginoso, pues de 2016 a 2019 el crecimiento de cada año había sido de 100%, en 2020 fue de 500%.

“Lo que viene es infinitamente mayor a lo que fue. Kavak tiene una ambición ilimitada para no solo convertirse en una historia de éxito en México sino a nivel mundial”, sentencia Vincent.

Un mal sabor de boca: el pretexto perfecto para revolucionar una industria

Carlos es un venezolano de 37 años que estudió Economía y un MBA en la Universidad de Oxford, Inglaterra. Es un emprendedor curioso y es difícil que algo lo detenga. Kavak surgió a raíz de una experiencia personal que vivió Carlos para vender su Sentra en Colombia y comprar un Jeep en México. Lo defraudaron. Tras indagar un poco, se dio cuenta que en México se transaccionan más de 7 millones de autos al año.

“Es el mercado más grande del mundo para transaccionar autos usados, pero 90% de estas transacciones se hacen entre particulares lo que representa un alto riesgo (40%) de vivir desde un fraude hasta que te asesinen o te secuestren, algo difícil de antelar para personas que no tienen conocimiento”.Carlos García, CEO de Kavak

Decidió construir algo en el que la experiencia no fuera tortuosa, que diera garantía de esas transacciones y se financiara la compra. “Tener un auto brinda cambios explosivos que van desde el confort hasta ingresos económicos. Queríamos legitimar la compra-venta y garantizar que ese momento estuviera lleno de felicidad”, afirma.

A la idea de revolucionar la industria se sumaron Loreanne García, hermana mayor de Carlos, Roger LaughlinRoyer, con quien trabajó en un proyecto pasado, y un grupo de 30 personas que creyeron en ellos antes de vender el primer carro. “Las ideas son increíbles, pero no hay nada real hasta que lo ejecutas”, sentencia García.

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Con más de cuatro años en el mercado se han enfrentado a muchos retos: no tener recursos, fraudes, satisfacer las diferentes expectativas de cada cliente, logística, la incertidumbre de una pandemia y un crecimiento vertiginoso, pues en diciembre cerraron con el 0.3% del mercado con un promedio de 18 mil carros de ventas anuales y con un catálogo que supera los 7 mil autos. Su plantilla laboral pasó de 380 empleados en mayo a 1,800.

Son conscientes de que la confianza de un cliente puede referir hasta 10 personas, pero también es algo que fácilmente pueden perder. “Cuando llegas a revolucionar una industria debes pasar muchos retos para llegar al siguiente nivel y como cualquier empresa en crecimiento se deterioran otras cosas, pero no fallamos en que la seguridad y la garantía estén. Cada vez que resolvemos un problema nos sentimos más fuertes porque se convierten en nuestra vitamina”, dice.

Por lo que antes de que un auto ingrese al catálogo se le invierte de 10 mil a 20 mil pesos para reacondicionarlo y ofrecer garantía de un año hasta 15 meses. 70% de los coches que se venden se hace a través de un financiamiento y tiene hasta siete días, o hasta 300 km, para devolverlo sin preguntas, con servicio de postventa.

“Nuestro negocio es hacer que compren su primer y último coche con nosotros. Es una propuesta de negocio a largo plazo a través de la sumatoria de cada transacción que haga un cliente con nosotros”, dice.

Construir el Kavak del futuro

Antes de la pandemia Kavak tenía un crecimiento constante en donde su propuesta de valor ya había tomado fuerza y liderazgo en la industria. Con la llegada de Covid la empresa vivió tres impactos: la confianza digital se acentúo en México y Latinoamérica; el distanciamiento social orilló a priorizar el transporte privado sobre el público; y con la crisis económica los autos usados son una opción atractiva para los clientes.

En octubre de 2020 llegó el anuncio de convertirse en unicornio, algo que jamás fue una meta para ellos. “Si haces las cosas bien se convierte en una parada en el camino, nuestra ambición es grande y queremos convertirnos en el jugador número uno de autos seminuevos a nivel mundial”, dice.

Aunque ya comenzó la expansión global, aún están lejos de donde quieren llegar. A nivel nacional cuentan con 16 sedes y esperan pronto cubrir el 90% de México, y a través de una fusión ya están en Argentina y esperan pronto llegar a Brasil para después apuntar fuera de la región.

“Ser el primer unicornio mexicano es ser punta de lanza para el ecosistema porque atrae a inversionistas y emprendedores”, dice. Prevé que en 2021 el mercado de seminuevos crezca de forma segura, formal y transparente.  

“México y la región están llenos de problemas profundos que merecen ser resueltos y si esto funciona de inspiración no tiene precio, creemos que somos el primero de muchos que vienen detrás”.