Claudia vs Xóchitl: en duda, agenda de género

Por primera vez en la historia, dos mujeres tienen una posibilidad real de llegar a la Presidencia de México, al ser abanderadas de las principales fórmulas políticas: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.

Son herederas de una lucha histórica de las mujeres, sin embargo ninguna de ellas se define como feminista, ni sus carreras políticas han estado marcadas por una agenda con perspectiva de género, por lo que queda en duda si al llegar al poder, trabajarían en esa línea.

Es cierto que en el pasado los nombres de al menos cinco mujeres han estado plasmados en boletas electorales buscando la máxima tribuna del país, pero Sheinbaum y Gálvez son las primeras en tener grandes posibilidades de ganar, por las fórmulas partidarias que representan.

En estricto orden alfabético, Claudia Sheinbaum, por la alianza del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM); y Xóchitl Gálvez, del Frente Amplio por México, conformado por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD); representan a los dos principales bloques de partidos en el país.

De acuerdo con especialistas, el actual es un momento histórico para las mujeres, fruto de una larga lucha de al menos 70 años, si se toma en cuenta 1953, cuando las mexicanas tuvimos posibilidad de emitir el voto, así lo afirma Laura Rojas, politóloga e internacionalista, así como expresidenta de la Cámara de Diputados.

“Tomamos ese punto como referencia, pero en realidad han sido siglos de las sufragistas y por los derechos laborales y demás, de las mujeres, que no habíamos podido estar representadas en estos cargos”.

Ana Laura Armenta, abogada feminista, recuerda los distintos momentos que en materia de paridad se han vivido en los últimos 14 años. Del fenómeno de las “diputadas Juanitas” en 2009, cuando los partidos políticos “burlaron la ley” a través de un falso cumplimiento de la cuota de género, seleccionaron a candidatas mujeres, que al llegar al Congreso de la Unión debieron renunciar para dejar el cargo a sus suplentes varones, a la reforma político-electoral de 2014, que incorporó por primera vez el principio de paridad en las candidaturas, y que obligó a postular al Congreso federal y legislaturas locales el 50 % de mujeres y 50 % de hombres.

Posteriormente en 2019 vino la reforma de “Paridad en todo”, para que el mismo principio alcanzara a los tres poderes de la unión y los niveles federal, estatal y municipal.

Previo a esa última reforma, México tenía dos mujeres gobernadoras. Hoy suman nueve, y en unos días más, serán 10.  

Asimismo, por primera vez en la historia una mujer encabeza la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con la ministra Norma Piña al frente. Mientras que otras mujeres están al mando en ambas cámaras del Congreso, instituciones y organismos autónomos. Marcela Guerra, la Cámara de Diputados; Ana Lilia Rivera, el Senado de la República; Guadalupe Taddei, del Instituto Nacional Electoral; la comisionada Blanca Lilia Ibarra, en el INAI. Victoria Rodríguez Ceja gobierna el Banco de México; Andrea Marván preside la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

La ex presidenta de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, considera que particularmente en los últimos años, los resultados de la lucha “han sucedido de manera muy rápida”.

“Ahora lo que sigue es que se gobierne, se legisle o se imparta justicia con perspectiva de género, y se atienda la agenda de las mujeres”.

“En eso nos estamos quedando todavía cortas, ese es el siguiente paso. Tiene que seguir avanzando la agenda a favor de las mujeres y de las niñas, y en el caso de la Presidencia, que es muy claro que o Xóchitl o Claudia van a ganar, tiene que notarse que hay una presidenta mujer, desde las campañas y luego a cargo del gobierno”.

“Sin garantía de agenda de género”

Como jefa de Gobierno en Ciudad de México, Claudia Sheinbaum se sumó a la línea del presidente Andrés Manuel López Obrador de confrontación con los grupos feministas. Mientras que Xóchitl Gálvez, quien es senadora del PAN en la presente Legislatura, sólo ha presentado tres iniciativas en materia de género.  

Si bien actualmente también se ha alcanzado la paridad en el gabinete federal, en ayuntamientos y congresos locales, que una mujer llegue a un cargo de elección popular no significa que vaya a impulsar una agenda de género, advierte la abogada feminista Ana Laura Armenta. Ejemplifica con el gabinete federal.

“Es cierto que en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador hay más mujeres que en otros sexenios, pero no ha servido de mucho, porque sólo han mostrado sumisión a las decisiones del presidente, quien ha pesar de presumir que hay más mujeres en su gabinete, no ha impulsado una agenda de género”, señala.

Y es que en la actual administración federal, se eliminaron políticas públicas que beneficiaban a las mujeres, como las escuelas de tiempo completo, las estancias infantiles, mientras que se le recortaron recursos al Programa para Promover la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres, que opera la Secretaría de Gobernación; y el Programa de Salud Materna Sexual y Reproductiva; considerados como prioritarios en el gobierno, entre otras.

Para Laura Rojas, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum deben ser conscientes de que son herederas de una lucha. Es un momento histórico pero al mismo tiempo son depositarias de una esperanza y de una responsabilidad. Que ofrezcan soluciones a los grandes temas del país y los de las mujeres con enfoque de género.

“La seguridad, la salud, todos los problemas de la agenda pública tienen un impacto diferenciado si eres hombre, mujer, indígena, si vives en una ciudad, si eres pobre. Por eso hay que hacer un llamado a que desde sus campañas estas dos mujeres, y la que gane la Presidencia, lleve la agenda pendiente de las mujeres respecto a violencia, feminicidios, brecha salarial, la agenda de cuidados, la agenda de salud, en su campaña como candidatas, y que haya soluciones desde el gobierno”.

Ana Laura Armenta considera que las aspirantes a la Presidencia deberán manifestar sus posturas respecto a los grandes temas de las mujeres, como son igualdad sustantiva, feminicidios, aborto, brecha salarial y gobierno con agenda de género.