Felipe Calderón acapara la atención en el juicio de García Luna
DEA García Luna

En la tercera semana de testimonios, el nombre de Felipe Calderón fue mencionado por uno de los testigos en el juicio en contra de Genaro García Luna, acusado de recibir sobornos por parte de integrantes del Cártel de Sinaloa para facilitar el trasiego, venta y distribución de cocaína a Estados Unidos.

Édgar Veytia, quien llegó a ser fiscal General de Justicia del estado de Nayarit mientras trabajaba al mismo tiempo para el cártel de los Beltrán Leyva, aseguró que en 2011 recibió la instrucción “la línea es ‘El Chapo'”.

Se lo dijo el entonces gobernador del estado de Nayarit, Ney González, en una breve reunión que sostuvieron en una Tahoe blanca luego de que dos de sus policías fueron secuestrados.

“Sabes por qué te está pasando eso?”, le preguntó el ahora exgobernador que está prófugo de justicia, pero no por algún vínculo con el crimen organizado sino por su supuesta responsabilidad en los delitos de peculado, tráfico de influencias y falsificación de documentos en su gestión. González le dijo a Veytia que acababa de venir de la Ciudad de México en donde había tenido una reunión con el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa y Genaro García Luna, en la que le dijeron que “la línea era el ‘Chapo'”.

Cuando la fiscal Saritha Komatireddy le preguntó qué había entendido por esa instrucción, Veytia respondió que tenían que proteger a “los Chapos” y “los mayos”, en referencia a Joaquín Guzmán Loera e Ismael “El Mayo” Zambada, históricos líderes del Cártel de Sinaloa, ambos prófugos en el sexenio de Calderón, el primero libre hasta ahora.

Pero la fiscal estadounidense insistió y le preguntó si abundó más en la información, a lo que el testigo respondió que “a los gobernadores no se les pide explicación“.

El expresidente Felipe Calderón, jefe directo de Genaro García Luna y el político de más alto perfil señalado de nexos con el narcotráfico en este juicio, reaccionó este mismo martes y publicó en su cuenta de Twitter un mensaje.

Me he reservado opinar sobre el juicio al ing. García Luna hasta que concluya. Por ahora niego categóricamente las absurdas declaraciones que reporta la prensa que hizo hoy el testigo Veytia. Lo que señala sobre mí es una absoluta mentira. Nunca negocié ni pacté con criminales”, afirmó Calderón, quien previo al juicio se mudó a España.

No es la primera vez que Calderón, quien inició la llamada “guerra contra el narcotráfico”, se deslinda de declaraciones que buscan vincularlo con el crimen organizado. El expanista ha insistido también en varias ocasiones que desconocía los supuestos nexos de su colaborador de los que lo acusa Estados Unidos, en donde fue detenido hace más de tres años.

Veytia trabajaba para los Beltrán Leyva

Quien era el responsable de impartir justicia en Nayarit recibió sobornos por parte de los Beltrán Leyva por montos de dos millones de pesos mensuales hasta acumular un millón de dólares al cabo de varios años, aseguró Edgar Veytia, alias “El Diablo”.

En su testimonio, la vida de Veytia fue narrada al jurado en unos cuantos minutos: nació en San Diego, pero fue enviado a México de joven y a los 25 años terminó viviendo en la ciudad de Tepic. Dedicado al transporte y otros negocios, el exfuncionario aportó vehículos, anuncios espectaculares y dinero a la campaña del priista Roberto Sandoval para la alcaldía de Tepic, ganó y como agradecimiento lo nombraron Director de Tránsito.

Luego de una reunión entre secretarios de seguridad pública del país, encabezada por el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, su jefe directo, el Comandante Violante, lo instruyó en 2008 para que ofrecieran protección a narcotraficantes.

“Me dijo que recibió instrucciones del señor Genaro García Luna de que debíamos tomar el lado de ‘El Chapo'”, señaló. Sin embargo, en el estado, la instrucción era no intervenir en favor de ninguno de los grupos.

En 2008 el Cártel de Sinaloa enfrentaba una guerra interna luego de la captura de Alfredo Beltrán Leyva, alias “El Mochomo”, por lo que su hermano Arturo ordenó capturar a Jesús “El Rey” Zambada, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada.

El comandante renunció ese mismo año supuestamente por motivos personales, pero en realidad no soportó la presión de estar en medio de los dos cárteles sin tomar un partido, dijo Veytia. Agregó que un grupo especial de seguridad detuvo un vehículo de los Beltrán Leyva que circulaba por Tepic y al día siguiente mataron a dos oficiales y al comandante en turno.

El testigo se quedó como encargado de despacho y después asumió el cargo de secretario de Seguridad Pública en la capital del estado, donde el alcalde Roberto Sandoval lo instruyó a que asistiera a una reunión con integrantes del cártel de los Beltrán Leyva. Uno de sus comandantes tenía el contacto y se dio una reunión en la vía pública. En el sitio acordado vio una Suburban negra, donde alguien de nombre Chilo le dijo que representaba los intereses de los Beltrán Leyva en Nayarit.

Le aseguró que lamentaba lo de los policías asesinados, pero que estaban en guerra y también le dijo que “él iba a pagar todos los gastos de campaña de Roberto Sandoval.” No le pidió nada a cambio, pero Veytia dijo que estaba implícito que no debían molestarlos. “Los arreglos del narcotráfico no son por escrito”, afirmó cuando la fiscal Komatireddy le preguntó si tenía algún respaldo.

Dijo que tres o cuatro veces recibió sobornos por 40 mil dólares, que destinó a gastos diarios, a finales de 2009, el anterior fiscal dijo que creyó que ya se iba a acabar la guerra entre cárteles, pero se volvió peor. En el estado había colgados, decapitados y “pozole”.

Cuando la fiscal le preguntó qué era pozole, elaboró que se refería al acto de poner en una cubeta piernas y cabezas de personas desmembradas, además de granos de elote.

Ante la muerte de Arturo Beltrán Leyva en un operativo de la Secretaría de Marina en el estado de Morelos en 2009, Veytia dijo que no se sentía seguro y se alió con Los H, fracción al mando de Héctor Beltrán Leyva, en donde “H1″ era el nombre de su lugarteniente Chalin Lizárraga y el “H2” era Francisco Patrón Sánchez, un sicario de la organización. El testigo aseguró que nunca conoció a Arturo ni a Héctor Beltrán Leyva,

En 2011 dos de sus policías en la ciudad de Tepic fueron secuestrados mientras alcalde Roberto Sandoval había dejado el cargo para irse por la campaña a la gubernatura de estado. Para entonces, Ney Gonzáles era su jefe y lo mandó llamar para tener una reunión, se subió con él a una camioneta Tahoe color blanco y ahí le dijo si sabía por qué le estaba pasando eso, y fue cuando le compartió la línea que venía de Calderón y de García Luna.

Un narco llamado “El Pelocho” le dijo que querían que se comprometiera con el Cártel de los Beltrán Leyva , que no intervinieran en sus actividades ni en la lucha frontal entre fracciones del Cártel de Sinaloa. Roberto Sandoval ganó la gubernatura y Veytia fue nombrado subprocurador general de justicia y secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Cuando ya formaba parte del gobierno del estado, el testigo afirmó que se presentaron en su oficina dos abogados que dijeron representar los intereses de “El Chapo” Guzmán y de “El Mayo” Zambada y le ofrecieron comprar el estado por 10 millones de dólares. Pero Veytia les dijo que no podía aceptar la oferta y que ya estaban comprometidos con los Beltrán Leyva.

En diciembre de 2011 fue blanco de un atentado y a pesar de que solicitó refuerzos, dijo que nadie lo ayudó, “solo el Ejército”. Después de eso, Roberto Sandoval sostuvo una reunión con el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y viajó con una comitiva a la Ciudad de México.

Al despacho de García Luna solamente entró el gobernador acompañado por su sobrino Hugo Sánchez Sandoval, mientras que a Veytia y el resto de la comitiva, les dieron un recorrido por el búnker de la SSP. El testigo refiere que Luis Cárdenas Palomino le lanzó sorpresivamente un comentario, que en Nayarit estaban haciendo mal las cosas, que estaban del lado equivocado y que debían estar del lado de “El Chapo”.

Sandoval salió con las manos vacías de la reunión con García Luna, ya que iba en búsqueda de recursos federales para fortalecer a su policía estatal.

Edgar Veytia, quien solía a torturar personas mientras ejercía cargos públicos en Nayarit y ordenó más de 100 homicidios hizo un llamado a los narcos en Nayarit en 2012, a la que asistieron tanto personas del “El Chapo” Guzmán, como el H2, de los Beltrán Leyva

Les advirtió que le bajaran a la violencia y que dejaran de matarse y quien no cumpliera, lo iban a matar.

“Pueden vender drogas cargando armas, pero dejen de matarse”, les advirtió.

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