‘No debemos confundir legitimación con popularidad’: ministra Norma Piña

Norma Lucía Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hizo un llamado a no confundir la legitimización con la popularidad.

“Es importante distinguir entre la necesaria legitimación, del uso de las instituciones públicas como un medio para obtener aprobación social… Pero en el camino, en la adaptación y en la evolución de nuestra institución a las exigencias ciudadanas, no debemos confundir legitimación con popularidad, eso nunca ha estado ni debe estar en nuestra misión axiológica ni en nuestros valores institucionales”, señaló Piña Hernández en la ceremonia de conmemoración de los 25 años del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP).

Aseguró que la diferencia entre los aspectos podría ser sutil, no obstante, dijo, no lo es, porque “la búsqueda institucional de legitimación social tiene una brújula muy clara y definida: el mandato que la ley da a la propia institución”.

Además, afirmó que las instituciones públicas permanecen vigentes frente a la sociedad solamente si están en constante evolución, pero sostuvo que no solamente deben trascender sino adaptarse a las necesidades de la ciudadanía sin perder su esencia.

Ante esto, reiteró que las dependencias se encuentran en constante aprobación y legitimización debido a que no puede haber confianza si su actuación no se convierte en hechos que puedan otorgar un beneficio social.

La ministra Norma Lucía Piña resaltó que la ley establece que el objetivo de la Defensoría Pública es la prestación gratuita del servicio de defensoría y asesoría en asuntos del fuero federal en materia federal, penal, laboral, entre otras.

“Este instituto habrá de garantizar el acceso a la justicia mediante la orientación, asesoría y representación jurídica en términos de la ley. Tenemos, además, un marco constitucional y convencional renovado, actualizado, que definitivamente implica un cambio en nuestro deber”, agregó la ministra presidenta.

Cuando Piña resultó electa como primera presidenta de la Suprema Corte en enero pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció “diferencias” con ella porque “siempre ha votado en contra de las iniciativas” promovidas por su gobierno.