Los cisnes del Támesis protagonizan su Censo Real

Los cisnes que viven en el Támesis son propiedad personal de la reina Isabel II… y están contados, ¡en serio! Cada año, un grupo de expertos realiza el Censo Real de los cisnes de la monarca, en un evento que se ha convertido en toda una tradición.

La tradición data del siglo 12, cuando la monarquía británica decretó su derecho exclusivo de propiedad sobre todos los cisnes que no tuvieran una marca, imponiendo también una serie de penas sobre aquellos que mataran, robaran o dañaran a una de estas aves.

De hecho, esa norma aplica todavía: solo tres organizaciones ambientalistas, además de la propia Corona británica, tienen derecho de poseer cisnes en el Reino Unido aunque, a diferencia de lo que pasaba en siglos anteriores, ya no los usan para consumo.

La ceremonia, conocida como Swan upping, se celebra anualmente en los estuarios del Támesis, hasta donde grupos de expertos examinan a las aves reales, revisan su estado de salud y, en caso de ser necesario, curan sus heridas.

“En el estrecho del río Támesis, se lleva a cabo el censo anual de la población de cisnes, conocido como Swan upping. Este evento ceremonial tradicional es una parte importante de la conservación y educación sobre la vida silvestre”, señaló la Casa Real a través de sus redes sociales.

Durante cinco días, escuadrones de expertos, a bordo de lanchas de madera, se aproximan de manera delicada a las aves, las cuales son cuidadas al extremo por la sociedad británica, pero a pesar de ello sus crías son amenazadas por zorros, minks y perros, además de por los pescadores que emplean anzuelos en los que los cisnes quedan atorados.

“Hemos recibido reportes muy positivos durante la temporada de apareamiento de 2022, con buenos números de polluelos eclosionando. De cualquier forma, el impacto total de la influenza aviar no se conocerá hasta que termine el Swan upping”, destacó David Barber, quien ostenta el cargo de marcador de cisnes real.