Así era la relación de Meghan Markle con el personal de la Casa Real, según un nuevo libro

El libro Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown, escrito por Valentine Low, corresponsal del Times, revela nuevos detalles sobre la relación de Meghan Markle con su personal y el funcionamiento interno de la familia real de Reino Unido.

Anteriormente, Valentine Low reveló las acusaciones de intimidación del personal de la Casa Real contra la duquesa de Sussex y ahora, con su nueva entrega, informa sobre nuevos detalles de la relación entre la pareja del príncipe Enrique y su expersonal.

En Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown, Low afirma que Meghan y Harry tuvieron una relación tensa con algunos miembros de su personal durante su tiempo como miembros de la realeza, por lo que para ellos no fue una sorpresa cuando los duques de Sussex renunciaron a sus roles reales, pese a que dichos planes se mantuvieron en secreto entre los duques.

El corresponsal señala en el texto que tras dicha renuncia, el expersonal de ambos comenzó a llamarse a sí mismo el club de sobrevivientes de Sussex.

“Aquellos que alguna vez trabajaron con ella llegaron a estar tan desilusionados que comenzaron a sospechar que incluso sus más sentidas súplicas de ayuda eran parte de una estrategia deliberada que tenía un fin a la vista: su salida de la familia real”, relata Low.

También informa que, previo al anuncio público de la decisión de los duques de Sussex de renunciar a la vida real, “Enrique envió un correo electrónico a su padre, diciendo que no estaban contentos y que la configuración actual no estaba funcionando para ellos y querían irse a vivir a América del Norte”, señala el escritor.

Sin embargo, entre los planes de Enrique sí se contempló informar de su decisión a la reina Isabel II en persona, aunque finalmente no se le concedió la reunión privada con ella que había solicitado para contarle sus planes.

Asimismo, Low afirma que Harry y Meghan planeaban encontrar la manera de “vivir parte del año en el extranjero pero llevar a cabo algunos deberes reales en casa”, sin embargo, la reina Isabel habría determinado que “a menos que la pareja estuviera preparada para cumplir con las restricciones que se aplicaban a los miembros trabajadores de la Familia Real, no se les podía permitir llevar a cabo funciones oficiales”.