La fatiga pandémica, un mal invisible con resultados funestos
Foto: Matthew Hamilton/Unsplash.com

A más de 10 meses de que se decretó la crisis sanitaria en México, los efectos han sido devastadores en términos de personas enfermas, fallecimientos, pérdida de empleos y sobrecargas emocionales en millones.

El costo en general ha sido incalculable más allá de cifras y datos y, para muchos, el sufrimiento supera lo que pudieran generar desastres naturales o causados por el hombre, como huracanes, terremotos, inundaciones o hasta guerras.

El baile de cifras que a diario alimenta el pesimismo resulta en una especie de impuesto emocional: la fatiga pandémica. Es decir, un agotamiento ante factores como el bombardeo de información que agrava la sensación y temor de poder contagiarse o de que un contagio derive en una severa condición en la salud.

De  hecho, la Organización Mundial de la Salud calcula que más de 50% de la población mundial tiene ese padecimiento cuya manifestación más peligrosa es, aparte de la carga emocional y mental, provocar un hartazgo ante las medidas de distanciamiento que nos haga relajar y bajar la guardia.

En este sentido, Gavi (la alianza por las vacunas), alerta sobre no confundir la fatiga pandémica con la fatiga post Covid, la cual experimentan pacientes que han tenido la enfermedad y se encuentran en recuperación física y psicológica.

Más bien es pensar que ante los meses que hemos pasado en confinamiento, una escapada es necesaria y catártica, midiendo o no los riesgos al respecto. 

Un efecto muy visible de ello se dio en los últimos meses del año, desde el Buen Fin, que ahora duró una semana, y las fiestas decembrinas. En esas semanas, como reportamos en La-Lista, las familias se olvidaron de los meses de sana distancia y se volcaron a centros comerciales y a visitar a parientes y amigos, lo que resultó en los picos en los datos de contagios y muerte que vemos estos días.

Esta ‘infodemia’ provoca “ansiedad o incluso pánico”, dice un reporte del Centro Médico ABC, la cual, a pesar de ser una situación “completamente normal”, puede crecer y provocar malestares de más largo aliento.

La-Lista desarrollada por médicos del ABC (David Szydlo y Janet Shein Szydlo) propone 12 pasos para proteger la salud mental de las familias:

  1. Reconocer tus sentimientos con base en estos síntomas:
    Hipotimia, o tristeza y decaimiento;
    Ansiedad;
    Irritabilidad;
    Aplanamiento, o no responder a estímulos externos;
    Enfado.
  2. Ver tus problemas como un desafío, no una amenaza.
  3. Aprende una técnica de respiración o relajación muscular.
  4. Desvía tu atención del problema.
  5. Evita las sustancias con efecto activador.
  6. Realiza actividades que te gusten y te relajen.
  7. Sigue una rutina.
  8. Conserva el contacto con tu familia.
  9. Duerme en tus horas habituales.
  10. Procura tu salud física y haz ejercicio.
  11. Consulta y comparte información de fuentes oficiales.
  12. Busca ayuda profesional.

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