Ahora el Xbox se puede hackear solo con una USB: ¿Cómo funciona y qué implicaciones tiene?
Un nuevo exploit llamado BadUpdate permite ejecutar juegos y aplicaciones en Xbox 360 sin necesidad de modificaciones físicas en la consola.

Xbox 360 puede ser hackeado con una USB
/Foto: Wikimedia Commons
El Xbox 360, una de las consolas más icónicas de Microsoft, ha vuelto a ser el centro de atención en la comunidad gamer. No por un relanzamiento ni una actualización oficial, sino por un nuevo método de hackeo que permite ejecutar juegos y aplicaciones sin modificaciones físicas en la consola. El exploit, llamado BadUpdate, ha generado preocupación en la industria y plantea preguntas sobre la seguridad de las consolas más antiguas.
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¿Cómo funciona el nuevo hack de Xbox 360?
El método BadUpdate permite a los usuarios ejecutar emuladores, aplicaciones y hasta juegos homebrew con solo insertar una memoria USB formateada en FAT32 y cargar en ella un paquete de archivos específicos.
A diferencia de otros hacks anteriores, como el RGH o el LT, que requerían modificaciones en el hardware, este exploit no es persistente, lo que significa que se desactiva cada vez que la consola se apaga o reinicia. Para volver a usarlo, el usuario debe repetir el proceso.
Este método funciona en todos los modelos de Xbox 360, desde la versión FAT hasta la Super Slim, y es compatible con la última versión del firmware, la 17559. Sin embargo, el proceso no es infalible, ya que los desarrolladores advierten que la tasa de éxito ronda el 30%, lo que obliga a los usuarios a repetir la instalación en caso de fallo. Además, su activación puede tardar entre 15 y 20 minutos.
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¿Qué implicaciones tiene este exploit para Xbox y la industria?
La aparición de BadUpdate podría representar un problema para Microsoft, que en los últimos años ha tratado de preservar el legado de sus consolas a través de la retrocompatibilidad en Xbox One y Xbox Series X|S. Sin embargo, la posibilidad de ejecutar software no oficial podría afectar la seguridad del ecosistema de Xbox y generar debates sobre la legalidad del uso de este tipo de herramientas.
Desde una perspectiva técnica, el exploit también pone en evidencia la vulnerabilidad de sistemas que ya no reciben actualizaciones de seguridad. Aunque el Xbox 360 dejó de recibir soporte oficial en 2016, su comunidad sigue activa, y este tipo de hacks podrían motivar a más usuarios a modificar sus consolas en lugar de comprar nuevas.
Además, existe el riesgo de que la facilidad de acceso a estos métodos fomente la piratería, algo que afecta tanto a los desarrolladores como a la industria en general.
¿Cuál será la respuesta de Microsoft ante esta situación?
Hasta el momento, Microsoft no ha emitido una postura oficial sobre BadUpdate, pero la empresa históricamente ha tomado medidas contra hacks similares. En el pasado, los jugadores que usaban modificaciones no autorizadas en sus consolas podían ser baneados de Xbox Live, lo que impedía el acceso al juego en línea y otros servicios.
No obstante, dado que el Xbox 360 ya no es una consola en producción y su tienda digital cerrará en julio de 2024, es posible que Microsoft no implemente medidas estrictas contra este exploit.
Por otro lado, la existencia de proyectos independientes que llevan juegos de Xbox 360 a PC de manera nativa demuestra el interés de los jugadores en seguir disfrutando de títulos clásicos con mejoras en resolución, FPS y estabilidad.
La aparición de BadUpdate abre el debate sobre el derecho de los jugadores a modificar su hardware frente a las restricciones de las compañías.
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